"Un homenaje a todos los que hacen las cosas con calma"

En "O último barco", Domingo Villar convierte en personajes vivos a las aulas de la EMAO e incorpora a la intriga a profesores reales del centro

Aula-taller de dibujo //Alba Villar

Aula-taller de dibujo //Alba Villar

S.R.

Cual casi no podría ser de otra manera, el acto de presentación de "O último barco" se celebró en la Escuela Municipal de Artes y Oficios, a quien el autor describió, en una entrevista concedida a FARO DE VIGO, "como una burbuja en este Vigo tan hirviente". "Muchas veces -destacó- pasamos por delante sin percibir la sutileza y la paz que hay dentro. Es un homenaje a los artesanos, pero también a todos los que hacen las cosas despacio, con calma". Estos son los princiales espacios de la EMAO con protagonismo en esta novela que va camino de best seller.

1.) AULA TALLER DE INSTRUMENTOS ANTIGUOS (LUTHERIA). Está muy presente en la novela y resultará vital en el desenlace. Domingo Villar semeja haberla descrito en su época de esplendor, cuando fue el germen de la fundación de la banda de gaitas Xarabal, creada por Antón Corral, maestro artesano de contrucción de gaitas, cuyo hijo, Carlos, uno de sus actuales profesores, aparece como personaje, así como su compañero Xaime Rivas y otra figura fundamental de la trama, el luthier Ramón Casal, jubilado hace un año. Varios de los alumnos de esta aula y miembros de Xarabal, como Carlos Núñez, Xosé Manuel Budiño, Anxo Pintos o Marcos Campos son hoy músicos muy conocidos. Dos de ellos, Núñez y Pintos, constituyeron, con otros compañeros, el grupo con el que empezó el boom del Novo Folk Gallego de la década de los 90. Tenían un nombre extraño: Se llamaban Matto Congrio.

"Un homenaje a todos los que hacen las cosas con calma"

"Un homenaje a todos los que hacen las cosas con calma"

2.) AULA DE DIBUJO Y PINTURA. Durante sus investigaciones, Leo Caldas se reencuentra en ella con un antiguo amor de adolescencia, Elvira, profesora de dibujo (el dibujo tambien es un elemento importante de "O último Barco"). Nos quedamos en este pequeño apunte, porque aportar más podría provocar las iras de algún lector que todavía no ha llegado al final. Además, los seguidores de Villar saben que su detective es bastante inestable en las relaciones amorosas.

3.) AULA DE CERÁMICA. En ella imparte clases Mónica Andrade, la mujer que desaparece súbitamnete y en torno a la cual gira toda la intriga. Mónica es un personaje inventado, pero no así su mentor, Miguel Vázquez, que continúa al frente y, ceramista de un alto nivel y perstigio, es uno de los maestros más veteranos de la Escuela. Creemos no desentrañar misterio alguno si les adelantamos que Vázquez, y el anteriormente citado Ramón Casal, atraviesan varias páginas diganos que "difíciles" para ellos: sin duda se trata de una concesión humorística y de confianza de Villar hacia sus amigos asesores.

"Un homenaje a todos los que hacen las cosas con calma"

"Un homenaje a todos los que hacen las cosas con calma"

4.) EL HORNO DE CERÁMICA. Éste es un personaje dentro del personaje mayor (que es la propia Escuela). En estos hornos se cuecen los objetos de cerámica que elaboran alumnos y profesores durante el curso. Claro que, en determinado momento, Leo Caldas especula con que también pueden servir para "otras cosas".

"Un homenaje a todos los que hacen las cosas con calma"

"Un homenaje a todos los que hacen las cosas con calma"

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents