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Cirugía solidaria para las cicatrices de África

La viguesa Margarita Nóvoa lidera un equipo de cirujanos que acaba de realizar más de 80 intervenciones quirúrgicas en Liberia dentro de un programa humanitario

La cirujana viguesa Margarita Nóvoa (centro), durante una intervención en Monrovia. M.N.

"Hemos visto secuelas de unas quemaduras terribles, causadas por ácidos y por fuego, así como tumores enormes que no habíamos visto en la vida". La cirujana viguesa Margarita Nóvoa acaba de regresar de Liberia y está todavía impresionada por las graves patologías que encontró en el país africano, donde participó durante 15 días en un proyecto humanitario en el que realizaron más de 80 intervenciones y llegaron a tratar a unos 150 pacientes, en su mayoría mujeres, niños y jóvenes.

Con años de experiencia en el hospital Povisa de Vigo, Margarita Nóvoa forma parte de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), que colabora desde hace años con la Fundación Juan Ciudad en proyectos similares en diversos países. "Aunque en mi caso era la primera vez que iba, es ya el tercer año que trabajamos en Liberia, concretamente en el hospital que la Orden Hospitalaria San Juan de Dios tiene en Monrovia, la capital del país", explica.

Aunque los pacientes no lo decían, la cirujana viguesa sospecha que muchas de las quemaduras con ácidos que vio en Monrovia no habían sido accidentales, "sino provocadas por agresiones". También trataron tumores, algunos de ellos "de un tamaño descomunal que no habíamos visto en la vida; no sabemos cómo podían andar con ellos, porque eran auténticas mochilas en la espalda o en los brazos", refiere Margarita Nóvoa, que viajó a Liberia como coordinadora de equipo con otros dos cirujanos y un anestesista, que atendían a los pacientes de forma gratuita.

De los más de 200 pacientes que se presentaron en el hospital San José de Monrovia, los cirujanos del SECPRE llegaron a ver a unas 150 personas y realizaron más de 80 intervenciones durante los 15 días que permanecieron en Monrovia. "Antes de iniciar nosotros la campaña -afirma Margarita Nóvoa- se da el aviso de que vamos a llegar a través de la radio y de carteles, porque la televisión sólo llega a unos pocos. Y todos aquellos pacientes que tienen problemas se presentan en el hospital, donde las enfermeras realizan una primera selección. Aún así, nos presentaron más de 200 pacientes".

El hospital de la Orden de San Juan de Dios carece de los medios necesarios para este tipo de intervenciones, ni siquiera para pruebas diagnósticas, por lo que los cirujanos llevaron también material desde España. En concreto, Margarita Nóvoa agradece al hospital Povisa su colaboración, pues donó material e instrumental quirúrgico para la campaña.

Lo que más le impresionó a la cirujana viguesa fue el caso de un adolescente "que llevaba tres meses con graves quemaduras por ácido en la cara -con un ojo ya perdido- y en el cuello". Además de graves quemaduras y tumores, el equipo de cirujanos se encontró también con casos de malformaciones congénitas, aunque menos que en países de América del Sur.

En Liberia no hay sanidad pública, por eso los pacientes de Monrovia con menos medios económicos aprovechan esta campaña de cirugía para acercarse al hospital católico San José de Monrovia, "que, aunque tiene carencias, para ser África se encuentra bastante bien. De hecho, desde la epidemia de ébola de 2014 cuenta con una zona de triaje situada antes de acceder al hospital propiamente dicho", señala la cirujana viguesa. En este centro sanitario todavía se conserva material sanitario que habían recibido para combatir el ébola, epidemia por la que murieron allí tres Hermanos de San uan de Dios, entre ellos Miguel Pajares, y una Hermana de las Misioneras de la Inmaculada Concepción, así como otros cinco trabajadores.

En cuanto a la situación del país, Margarita Nóvoa destaca el hacinamiento de la población en Monrovia -"muchísima gente en poco espacio"- y las carencias de infraestructuras básicas. Y, a pesar de todo, "gente que vive feliz con lo poco que tienen". Señala asimismo que "a los niños no los vimos especialmente desnutridos".

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