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Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

María Martinón, la gallega que busca el origen de la especie humana

Explica su trabajo con el Homo Sapiens de Israel y su labor al frente del Centro Nacional de Investigación de la Evolución Humana

La paleoantropóloga gallega María Martinón Torres en el CENEH en Burgos // FDV

"Es importante que desde muy pronto se le presenten a los niños y a las niñas figuras de mujeres prominentes que pueden funcionar también como rol y como ejemplo a seguir. De forma anecdótica, siempre me llama la atención que es fácil que una niña se identifique con un héroe o con una heroína, pero es menos común que un niño se identifique con una heroína. Algo falla". María Martinón Torres (Ourense, 1974) es la directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) y hoy, 11 de febrero, designado como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia por Naciones Unidas, reclama una mayor visibilidad para "las muchas y muy buenas científicas que hay por el mundo, y en nuestro propio país".

La brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas persiste en todo el mundo. A pesar de que la participación de las mujeres en las carreras de grado superior ha aumentado enormemente, todavía están insuficientemente representadas en estos campos. Así lo señala la ONU, que reclama esfuerzos a la comunidad internacional para lograr una participación plena y equitativa de las mujeres en la ciencia.

Martinón lleva dos meses como líder del CENIEH, un centro en el que había trabajado antes, concretamente en el Grupo de Antropología Dental, pero que dejó hace dos años para ejercer como profesora investigadora en el Departamento de Antropología de la University College London. "Me sumo a una tripulación excelente con la ilusión de poner lo mejor de mí en cuanto a investigación y gestión, y ayudar en lo que pueda a la realización de un proyecto de investigación internacional que sea referente en el ámbito de la evolución humana", destaca.

La paleoantropóloga gallega participó en la identificación del llamado Homo Sapiens de Israel, descubierto en el bíblico Monte Carmelo, escondido en la cueva de Misliya. Podría decirse que es el más antiguo registro fósil de un sapiens encontrado fuera de África hasta la fecha.

"El hallazgo del Homo sapiens de Israel nos recuerda que quizá el corredor levantino también debe considerarse como parte de la cuna de la humanidad. La evidencia genética y fósil apunta mayoritariamente a África como origen de nuestra especie. Sin embargo, cabría preguntarse si hace 200.000 años, el Próximo Oriente podía considerarse una extensión del continente africano. Las barreras a las que se enfrentaban entonces los homínidos no son las fronteras del mapa geopolítico actual. Hay que leer los mapas en perspectiva pleistocena", detalla la gallega.

En 2012 Martinón viajó a la Universidad de Tel Aviv con José María Bermúdez de Castro, coordinador de programa Paleobiología de Homínidos del CENIEH, para conocer los dientes del yacimiento de Qesem, que tienen entre 200.000 y 300.000 años de antigüedad y la extensa colección de neandertales y humanos modernos tempranos que se encontraron en el Monte Carmelo donde también se encuentra el yacimiento de Misliya.

"Entonces nos enseñaron el maxilar que inmediatamente reconocimos como sapiens, pero no estábamos involucrados en su estudio. Nuestra participación surgió más adelante, dada nuestra especialización y conocimientos en el ámbito de la antropología dental. El equipo que lideraba el estudio tenía dificultades para 'convencer' a los revisores de que se trataba de un Homo sapiens y requirieron de nuestra colaboración", explica Martinón.

Su estudio se basó principalmente en un análisis morfológico clásico y también virtual, a través del tratamiento de imágenes obtenidas por microtomografía. "Esta aproximación te permite hacer un análisis 3D virtual de forma de un fósil, sin que tengas que tenerlo físicamente entre las manos, aunque nosotros ya habíamos visto el fósil en 2012", cuenta.

La contribución del CENIEH en este caso fue por una parte la aportación del conocimiento científico en el análisis a través de sus investigadores, la aportación de una extensa muestra de material homínido de comparación escaneado en el laboratorio de microtomografía y también la datación del fósil por técnicas de ESR (Resonancia paramagnética electrónica) que se realizó en sus laboratorios de geocronología.

"Hay que destacar que también participaron en este estudio otros investigadores del Equipo Investigador de Atapuerca pertenecientes al Museo de la Evolución Humana y de la Universidad de Burgos, lo que pone al equipo científico español en la vanguardia de los estudios sobre evolución humana", apunta la paleoantropóloga, miembro desde 1998 de ese equipo que trabaja en Atapuerca.

No se "reescribe" la prehistoria

La reciente publicación en la revista especializada Science del estudio de este fragmento de maxilar superior que conserva siete dientes completos ha llevado a muchos a afirmar que su hallazgo reescribe la prehistoria pero la gallega no está del todo de acuerdo. "En realidad yo no creo que 'reescriba la prehistoria', no soy amiga de la idea de que un descubrimiento nos obliga a 'empezar de nuevo'. Los nuevos descubrimientos sirven para reforzar pilares y cimientos de un edificio, a veces para hacer reformas o, en algunos casos, para añadir dependencias nuevas, pero eso no significa que tengamos que tirar y construir el edificio de nuevo, reescribir la historia. En este caso el maxilar de Misliya añade un capítulo nuevo a la historia de nuestra propia especie, es una nueva habitación con vistas a un paisaje no africano", argumenta.

Las herramientas encontradas en la ruta que supuestamente siguieron aquellas personas en su periplo de África a Israel retratan a un homínido de comportamiento complejo y sofisticado "no solo ya por el tipo de herramientas manufacturadas, sino también por la evidencia de que controlaba el uso del fuego y era un cazador de grandes presas".

Tras su estudio de los restos Martinón confirmó la pertenencia de este homínido de Israel a la familia de los sapiens pues "todas las características de tamaño y forma tanto de sus dientes, como del paladar, el suelo de las fosas nasales o el arco cigomático son típicas de nuestra especie y caen fuera de la variabilidad de los neandertales, la otra especie con la que convivió estrechamente, durante este periodo, en la misma zona geográfica".

Atapuerca, mucho por descubrir

"Atapuerca esconde hallazgos que varias generaciones detrás de nosotros se encargarán de descubrir y, muy importante, de estudiar. Por eso debemos esforzarnos e implicarnos en la docencia, para poder formar un cuerpo de investigadores que continúe no solo el hallazgo sino la investigación de esos restos. Somos responsables de crear tradición científica en nuestro país. No solo los fósiles sino también el conocimiento es patrimonio de la humanidad", asegura Martinón.

Gracias a Atapuerca hemos añadido casi un millón de años de historia al pasado de los europeos. "Hasta los descubrimientos de Atapuerca creíamos que no había vida humana en Europa hasta hace medio millón de años. Ahora, el registro de este enclave ha proporcionado evidencia fósil y arqueológica desde hace más de 1.2 millones de años -el homínido más antiguo de Europa- hasta la actualidad, incluyendo a nuestros hermanos los neandertales, gracias a los descubrimientos recientes en el yacimiento de Cueva Fantasma", sostiene la ourensana.

Martinón, que empieza ahora una nueva etapa el frente del CENIEH, conoce de cerca las dificultades de dedicarse al ámbito de la investigación científica a día de hoy. "Creo que el principal problema en España es la falta de estabilidad en la carrera científica", dice, "comparativamente se hacen mayores inversiones en equipamientos y en formación que en puestos de investigación donde los científicos formados puedan desarrollar su carrera profesional y aportar al país de donde son y donde fueron educados".

Desde la dirección de este centro que estudia la evolución humana participará en muchos proyectos "tanto dentro como fuera de España como por ejemplo Etiopía, Tanzania, Argelia, Francia, Israel o China que cubren la historia biológica y cultural de los seres humanos desde hace tres millones de años hasta la actualidad".

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