Presidente, consejero delegado y, próximamente, imagen de marca. Nueva Pescanova ha hecho honor a su nombre en un 2016 de transición en el que la compañía ha reordenado cúpula directiva y estrategia para eliminar todo rastro de la crisis que a punto estuvo de llevarla a la liquidación. En febrero desembarcó en Chapela Ignacio González -fichaje que FARO avanzó en exclusiva-, procedente de Campofrío, el primer CEO del grupo en casi una década. Con el plan estratégico Todos a una 2016-2020 el primer ejecutivo exprimirá al máximo la capacidad de las fábricas, con bajo nivel de ocupación, para alcanzar un volumen de ventas de 1.445 millones en cuatro años. La previsión para entonces es la de alcanzar un Ebitda de 139, momento en que la compañía será rentable y sólida y cuando previsiblemente ya haya cambiado de manos o salido a Bolsa.

El proyecto de futuro prioriza la apertura a nuevos mercados, con Estados Unidos, Francia e Italia como target, así como la adaptación completa a las nuevas pautas de consumo. En paralelo al dominio en el segmento de congelados, González quiere entrar en los lineales de refrigerados para responder al consumo por impulso. En aquellos territorios donde la presencia en retail es incipiente, como el norteamericano, el holding probará a vender con marca de distribución (o marca blanca) para frenar el avance de la competencia. Sin margen para grandes operaciones, las factorías asumirán una mayor carga de trabajo (Porriño, Chapela, Guatemala o Ecuador), con materia prima adicional adquirida a terceros. La planta de Krustanord, en Francia, será ampliada para elaborar productos de valor añadido.

Con el apoyo de la banca acreedora (y accionista), Nueva Pescanova destinará 125 a capex (capital expenditures), cuya partida más significativa son los 42,5 millones para la renovación parcial de la flota, que desde 2012 ha absorbido un coste de otros 47 millones en tareas de reparación y mantenimiento. Reemplazará siete de los 32 barcos camaroneros de la subsidiaria de Mozambique, Pescamar, que capturan unas 3.000 toneladas anuales de langostino. También encargará dos arrastreros congeladores para la filial namibia, Novanam. Invertirá 4,5 millones en el Pescanova Biomarine Center, para optimizar la producción acuícola y desarrollar especies como el lenguado o el pulpo.

Los fichajes externos han mermado la presencia de antiguos directivos en la cadena de mando, donde sobreviven cuatro piezas centrales: David Troncoso (Pesca), Acuicultura (Rafael Prieto), José Fafián (Transformación Industrial) y Ángel Matamoro (Personas). El consejero delegado (CEO) de Nueva Pescanova, Ignacio González, ha vertebrado la cadena de mando con una estructura matricial, de moda en el mundo anglosajón.

Visto bueno a la ampliaciónde capital de 350 millones

  • Además del "esfuerzo" y el "trabajo en equipo", el primer mensaje de Ignacio González como CEO de Pescanova se dirigió a los accionistas: el volumen de deuda era inasumible, con un Ebitda de poco más de 30 millones y cargas de casi 1.000. Tras casi un año de negociaciones las entidades acreedoras, propietarias del grupo en un 80%, alcanzaron en diciembre un acuerdo para capitalizar la empresa con un canje de 350 millons de deuda por títulos. El pacto alcanzado por Banco Sabadell, Popular, CaixaBank, Abanca, Bankia, BBVA, UBI Banca, HSBC y el fondo SVP será de aplicación al resto de acreedores en virtud del acuerdo de homologación, que deberá dictar un juez en el primer trimestre. La antigua matriz (vieja Pescanova) ha anunciado que impugnará la operación en los tribunales.