Con un 30% de su superficie protegida bajo la Red Natura 2000, O Grove defiende los valores ambientales de su territorio, donde destaca el Complexo Intermareal Umia-O Grove, A Lanzada, Punta Carreirón y Lagoa Bodeira.

Este lugar tiene una importante relevancia dentro del contexto general de los espacios protegidos debido a su riqueza ambiental: de los grupos de hábitats costeros y vegetación halofítica, cuenta con 13 tipos diferentes identificados (de los cuales uno de ellos es considerado prioritario, el de la Lagoa Bodeira), mientras que en el caso de los hábitats de dunas marítimas y continentales, cuenta con seis tipos, dos de ellos prioritarios.

Turismo ornitológico. Además, este área es visitada anualmente por más de 30.000 aves de 350 especies diferentes, lo que la convierte en un referente indiscutible en la observación de aves limícolas en España.

En este sentido, el Proxecto Pio potenció estos valores durante los más de 10 años que el Concello de O Grove lleva asistiendo a la Feria Internacional de Turismo de Monfrague, siendo pionero en apostar por el turismo ornitológico en Galicia.

Turismo familiar. Por otra parte, la rehabilitación del Monte Central de la Illa da Toxa está convirtiendo al municipio en referente, así mismo, del turismo familiar. A este espacio acuden numerosas familias con sus hijos para visitar al grupo de burros que homenajean la escritora coruñesa Emilia Pardo Bazán y la leyenda del descubrimiento de las aguas termales, así como a uno de los parques infantis más originales de la comunidad: la Aldea dos Grobits.

Turismo sostenible. O Grove fue también el primer concello de Galicia en potenciar las playas para perros, en julio de 2013. Así mismo, fue pionero en crear las primeras rutas homologadas de senderismo por la Federación Galega de Montañismo en la Mancomunidade do Salnés, ya hace casi una década. Todo con el objetivo de apostar por un turismo sostenible y responsabel que permite disfrutar de lugares únicos como los miradores de Con da Hedra o de Siradella.