Los gallegos ya no quieren solo comer rico, también quieren comer sano. Ante la creciente demanda de una gastronomía de calidad elaborada con productos ecológicos de proximidad, las escuelas de hostelería le dan cada vez más importancia a la formación en este tipo de cocina.

“Los productos gallegos tienen una alta calidad y una variedad considerable, que hace que nos planteemos si de verdad existe la necesidad de comprar frutas o verduras o carnes provenientes de fuera de nuestra comunidad”, afirma Elena Zulueta, directora de una escuela de hostelería de Vigo.

En su centro, desde hace años se imparten cursos “sanos, gallegos y ecológicos”, ya que es importante saber cocinar adecuadamente este tipo de productos. Evitar los fritos y el abuso de carnes, darle una mayor importancia a verduras, cereales y legumbres o evitar los lácteos, sustituyéndolos por bebidas vegetales, son algunas de las recomendaciones de Zulueta, en cuya escuela el lema “que la comida sea tu medicina” se ha convertido en parte fundamental de su filosofía.

“¿Qué sentido tiene comer una naranja en junio, si es una fruta de invierno? Hay que consumir productos locales, ecológicos y de temporada, no aquellos que provienen de otras comunidades o países y que han sido sometidos a procesos químicos para su conservación”, opina la directora de la Escuela, que afirma, al tiempo, que aunque este tipo de productos sean un poco más caros, “bien compensa esta pequeña diferencia de precio”.