Existen numerosos equipos salvaescaleras y de mejora para labores diarias en la vida de personas con movilidad reducida o para facilitar la labor de los cuidadores de dichas personas. Entre ellos, Daniel García Caride destaca:

- Las sillas salvaescaleras: pueden ser para tramos rectos o para tramos curvos, de interior o de exterior. Su instalación es rápida y sencilla, no requieren realización de obra ya que van ancladas a suelo. Requisito fundamental es que exista una toma de corriente próxima a la escalera. Son de fácil manejo y ocupan poco espacio ya que son plegables. Vienen provistas con mando a distancia para que, en caso necesario, una persona diferente al usuario, pueda desplazar cómodamente la silla a lo largo de su recorrido.

- Las plataformas salvaescaleras pueden ser inclinadas o verticales, para instalaciones en el interior o preparadas para a ir a la intemperie. Estos equipos están especialmente indicados para usuarios de sillas de ruedas, además de ser útil y cómodo para cualquier persona.

- Los elevadores para viviendas unifamiliares: la mejor opción para el desplazamiento vertical en cualquier tipo de vivienda. Existen cabinas en múltiples tamaños y configuraciones, según lo que el cliente necesite o las medidas que tenga el hueco a emplear. Son de bajo consumo eléctrico si se compara con un ascensor convencional.

Tanto sillas como plataformas, no están obligadas a revisiones periódicas pero sí es conveniente tenerlas siempre en perfecto estado de conservación, a pesar del uso que se les de a estos equipos, para garantizar su buen funcionamiento.

Lo recomendable, es siempre, la consulta y visita del profesional para que aconseje sobre la mejor de las opciones para cada situación personal y entorno a adaptar.