En los últimos años hemos sufrido diferentes catástrofes, la más importante, la ocurrida en Seseña (Toledo) el pasado mayo del 2016; un incendio en el mayor vertedero de neumáticos usados de España que ha provocado el desalojo de más de 6.000 residentes en las cercanías, ante el riesgo que suponía para los ciudadanos las sustancias tóxicas que se desprende a la atmósfera por la combustión de la goma de neumáticos.

Estos incidentes se deben en gran parte a la mala gestión que se ha estado haciendo de los residuos generados por neumáticos usados; que además de dañar nuestro medio ambiente, también nos están suponiendo multas y sanciones de la Unión Europea, por no aplicar las medidas coercitivas necesarias para clausurar y restaurar los más de 60 vertederos ilegales que todavía existen en España, concentrándose una parte importante en Castilla y León y Canarias; y los cuales es urgente asegurar las medidas necesarias para la correcta gestión de estos residuos, evitando que se ponga en peligro la salud humana sin dañar el medio ambiente, y en particular el aire, el agua, el suelo y la fauna y flora que nos rodea.

En Galicia

A pesar de que queda mucho por hacer y mejorar, de acuerdo con la Unión Europea, en Galicia no queda ningún vertedero ilegal sin gestionar; más concretamente, en relación a los vertederos de neumáticos, en estos momentos se está llevando a cabo la retirada y eliminación de las 35.000 toneladas de neumáticos existentes en los vertederos de A Laracha (34.000), Fene (887 tn) y As Somozas ( 100 tn); actuación que ha puesto en marcha la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, a través de una empresa porriñesa especializada en la gestión de residuos.

Implicación de todos

Pero para eliminar del todo la existencia de estos vertederos, y sobre todo evitar que vuelvan a repetirse catástrofes como las que han ocurrido, así como dejar de contaminar nuestro entorno, es necesario que todos nos impliquemos, instituciones, empresas y ciudadano, en una correcta gestión, tratamiento y reciclado de los neumáticos.

Reciclaje

Todos esos neumáticos fuera de uso, que hemos utilizamos cada día en el coche, camión, moto, bicicleta, avión,… para desplazarnos, y que tan cuidadosamente los fabricantes han preparado para poder garantizar nuestra seguridad en el asfalto, tiene múltiples y posteriores vidas tan creativas y prácticas como pueda ofrecer nuestra imaginación, y todo ello gracias a su reciclaje; pudiéndose transformar desde, en artículos de moda (zapatos, bolsos, apliques), en obras artísticas, elementos de decoración de nuestros jardines, hasta lo más tradicional como son las capas asfálticas, materiales de construcción…

Un proceso que empieza en el taller y necesita la colaboración del ciudadano

Para llevar a cabo una correcta gestión y tratamiento de estos neumáticos; esta empieza en nuestro taller de confianza, donde cambiamos los neumáticos de nuestro coche; al hacerlo, el taller nos facturará una Ecotasa que se destina a la gestión de los residuos. El taller es el responsable de eliminar estos viejos neumáticos de forma adecuada, y para ello debe hacerlo a través de un gestor autorizado; empresa privada o entidad sin ánimo de lucro como son SIGNUS y TNU, entidades que se han creado a iniciativa de los principales fabricantes de neumáticos, con el fin de que los talleres se puedan adherir a ellos para cumplir con el Real Decreto 1619/2005, normativa que regula la gestión de neumáticos fuera de uso.

Posteriormente, SIGNUS y TNU en colaboración con empresas privadas especializadas en la gestión, tratamiento y valorización de residuos, llevan a cabo un proceso de reciclaje y recuperación de esos viejos neumáticos a través de diferentes métodos, como son los métodos por la aplicación de calor (Termolisis, Pirólisis e Incineración) y los métodos físicos (trituración criogénica, trituración mecánica y conversión de neumáticos en energía eléctrica); que permiten reutilizar estos neumáticos, para la elaboración de componentes de capas asfálticas que se usan en la construcción de carreteras, para alfombras, para aislantes de vehículos, para materiales de construcción, para campos de juego, entre otros muchos usos, como los ya comentados. Esta economía circular, nos permite tener un menor consumo de recursos naturales, menor pérdida de recursos energéticos y evitar la quema directa de los mismos, la cual provoca una gran cantidad de gases contaminantes para el medio ambiente y tóxicos para el ser humano.

Gran parte de la solución a estos vertederos de neumáticos esta en nosotros, los ciudadanos, al tener consciencia sobre la necesidad de exigir al taller o entidad en la que depositemos nuestros viejos neumáticos, que estos sean tratados y reciclados a través gestores autorizados para garantizar su correcto tratamiento y posterior valorización, permitiendo así que un residuo se convierta en un nuevo recurso.