Esta luguesa se licenció en Trabajo Social en la Universidad de Santiago de Compostela. Ya han pasado casi seis años desde que Mariña se mudó a la capital de Inglaterra para ayudar a un familiar con el cuidado de sus hijos. "Me fui porque quise. Cuando salí de la universidad, la idea de trabajo no se veía muy clara. Por ello, decidí irme fuera para poder aspirar a otras opciones", explica.

Actualmente, trabaja cuidando niños pero, en años anteriores, también ha ejercido como profesora de español para los pequeños en diversas guarderías de la ciudad, "acabé la carrera antes de mudarme a Londres, pero creo que aquí he encontrado mi verdadera vocación que son los niños", asegura emocionada esta joven luguesa.

Preguntándole por la experiencia en un país extranjero contesta con seguridad, "desde mi punto de vista vivir fuera de Galicia te ayuda a madurar y conocerte a ti mismo, aprender a hacer nuevas relaciones y saber tratarlas. Es algo que, sin duda, yo recomendaría con los ojos cerrados.

La "morriña" de la tierra es algo que tienen muy presentes los emigrantes, "la familia y los amigos es algo que siempre se echa mucho de menos, pero también la diferencia en el nivel de vida de un lugar y otro. De hecho, cada vez que vengo a Galicia me sigo asombrando de lo barato que se puede dar una un festín", comenta entre risas.