REDUCCIÓN DE JORNADA LABORAL

Sumar confía en el que revés de las lenguas en Europa no frustre la negociación con Junts para la reducción de jornada

El socio minoritario de Gobierno lo justifica en que las negociaciones se enmarcan en el "estricto ámbito laboral"

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en un acto este martes.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en un acto este martes. / Rodrigo Jimenez

Madrid

El revés sufrido por el Gobierno en Europa, al no lograrse la oficialidad del catalán, euskera y gallego, supone un contratiempo con Junts, que puso esta petición como exigencia previa para apoyar al Pedro Sánchez incluso antes de su investidura, ya en las negociaciones donde se eligió como presidenta del Congreso a la socialista Francina Armengol. El partido de Carles Puigdemont es también imprescindible para sacar adelante otra ley de calado del Gobierno, la reducción de jornada laboral a 37,5 horas, la medida estrella de Yolanda Díaz que en Sumar aspiran a blindar del varapalo sufrido este martes.

En las filas de Sumar tratan de desvincular este fiasco en Europa de las negociaciones que mantienen en las últimas semanas con Junts, tanto a nivel de Gobierno como parlamentario. Argumentan que las conversaciones sobre la reducción de jornada se limitan únicamente a esa norma y dicen confiar en que el rechazo al reconocimiento del catalán en las instituciones europeas no contamine esas negociaciones. "Negociamos en otro plano, estrictamente en el ámbito laboral. Aspiramos a que siga siendo así", señalan fuentes bien situadas del grupo parlamentario.

El Consejo de Ministros aprobó el pasado 6 de mayo el proyecto de ley, y ha sido la propia vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien encabezó las negociaciones con el expresident Carles Puigdemont, con quien mantiene una vía abierta. Las negociaciones se producen desde entonces a distintos niveles; por parte del Gobierno una de las figuras más relevantes es el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, mientras también se trabaja a nivel parlamentario.

Uno de los principales escollos con Junts era el encaje en esta normativa para las pequeñas y medianas empresas (pymes), una de las principales reivindicaciones de la patronal catalana PIMEC, de la mano de los posconvergentes en estas negociaciones. Para salvar este punto, Yolanda Díaz se ofreció a recuperar el paquete de ayudas a Pymes que ya puso sobre la mesa en la mesa de diálogo social y que terminó retirando cuando la CEOE rompió las negociaciones. Una baza que podría ahora entrar en juego en las conversaciones que están en marcha, y que a día de hoy no tienen plazo.

Según el texto legal, la norma debería estar en vigor el 1 de enero de 2026, y el planteamiento inicial en Sumar era que este verano la medida pudiera verse aprobada definitivamente en el Congreso. Pero lo cierto es que a día de hoy, nadie se atreve a aventurar plazos, a la espera de cómo reaccione Junts a los nuevos acontecimientos, tras fracasar una de sus principales exigencias, como es el reconocimiento del catalán en Europa.

Este martes en rueda de prensa, la portavoz parlamentaria de Sumar, Verónica Martínez Barbero, admitió que "es muy difícil decir los plazos en negociaciones que están abiertas", pero defendió que "estamos avanzando" y se mostró convencida de que "esta norma va a llegar al BOE".

La dirigente ha lamentado que el reconocimiento de las lenguas no saliera adelante, aunque ha emplazado a una nueva votación: "Esperamos ansiosas a que vuelva a votarse y salga una votación favorable". La diputada ha admitido que "el reconocimiento a nivel europeo sirve para salvaguardar su reconocimiento también a nivel estatal", al tiempo en que ha cargado contra el PP por oponerse a esta medida. "Son inaceptables las maniobras del PP en Europa para que esto no salga adelante", criticó, antes de señalar que supone "ir en contra de España" y "contra la Constitución".

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