Sánchez pide a la UE dar un paso más contra Musk e impulsar sus propias redes sociales y buscadores

La “tecnocasta”, personificada por Elon Musk, se ha convertido en una de las principales dianas de Pedro Sánchez. No tanto por lo que representa políticamente, con Musk como mano derecha de Donald Trump, sino por un modelo de negocio que, según viene alertando, amenazaría a la democracia y la soberanía europea. Frente a ello, el presidente del Gobierno ha reclamado a la UE ir un paso más allá. Incrementar la regulación, pero también impulsar sus propias redes sociales y navegadores como alternativa. “O seguimos el rumbo y nos dejamos llevar por la corriente o diseñamos y construimos tecnología”, ha concluido durante la presentación del Observatorio de Derechos Digitales, que coordina la Fundación Hermes.

Ante el debilitamiento de la democracia que atribuye a unos entornos digitales donde se fomentaría "autoritarismo y odio”, como base de una batalla geopolítica entre EEUU y China sobre todo por la inteligencia artificial, Sánchez ha reclamado entrar en la carrera con navegadores propios, redes sociales y servicios de mensajería. Desde la perspectiva de que usen códigos abiertos “y respeten nuestros valores”. Lo que ha dado en llamar "digitalización humanista" y que se enmarca dentro del impulso de la autonomía estratégica de la UE.

Sánchez pide a la UE actuar contra los "tecnomillonarios" que usan sus redes contra la democracia

"Ante esta realidad tenemos que rebelarnos y poner encima de la mesa una alternativa", enfatizó para añadir que “tenemos recursos y talento para entrar en esa carrera”. Para ello, el jefe del Ejucutivo defenderá en el ámbito europeo la elaboración de un plan de inversiones para crear infraestucturas digitales con colaboración público-privada.

Una apuesta a corto plazo que ha combinado con medidas más inmediatas centradas en la regulación para acabar con el anonimato en las redes o la desinformación. En esta línea de aumentar el control sobre los algoritmos, el jefe del Ejecutivo ha anunciado que el Gobierno dotará de más recursos a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) “para ejercer de supervisión de las plataformas digitales”. Por otra parte, se "reforzarán las capacidades" del nuevo Centro para la Transparencia Algorítmica, situado en Sevilla.

Antes incluso de la investidura de Trump, el presidente del Gobierno puso en foco en que la “internacional ultraderechista, liderada por el hombre más rico del planeta", en referencia a Musk. Un movimiento, dijo, que "ataca a nuestras instituciones, azuza el odio y llama a apoyar a los herederos del nazismo en Alemania”. Sánchez se alineó así con total claridad con el francés Emmanuel Macron, quien previamente había advertido sobre el auge de una nueva "internacional reaccionaria".

"Regular para proteger"

Sánchez ya reclamó a la UE revisar y endurecer la regulación para acelerar su respuesta a los desafíos para la democracia y la soberanía que representa lo que ha dado en llamar “tecnocasta”. Más concretamente, en el foro de Davos anunció que llevaría a la próxima reunión del Consejo Europeo una batería de propuestas para frenar el poder de las redes sociales en contra de los principios democráticos. Desde poner fin al anonimato en las redes sociales" hasta obligar a estas a "abrir la caja negra de los algoritmos", pasando por hacer que sus propietarios asuman responsabilidades personales "si no cumplen las reglas" en sus plataformas. En definitiva, actuar contra los "tecnomillonarios que usan el poder de sus redes sociales para minar la democracia.

El ministro de Transformación Digital, Óscar López, presentó el Observatorio de Derechos Digitales propugnando un combate contra la desregulación porque “favorece la impunidad de quienes acosan a nuestros hijos o roban a nuestros mayores”. “Hay que regular para proteger a las personas”, enfatizó reconociendo que habrá grandes resistencias. Sin embargo, señaló que el único camino frente al “caos” y los “abusos” pasa por garantizar los derechos digitales.