La resaca del 28-M

ERC se repliega hacia el independentismo tras el batacazo de las municipales

La abstención se ceba en los republicanos en la región metropolitana y se hace más llevadera en el 'rere-país'

Oriol Junqueras.

Oriol Junqueras.

Xabi Barrena

Aunque la consigna dentro del partido es que no hay "tiempo para duelos, porque esto sigue", la realidad es que en el interín los republicanos desmenuzan los datos que arrojan el 28-M y tratan de extraer el antídoto para prevenir futuros batacazos. Los números son conocidos. Con respecto a 2019, ERC perdió el domingo 300.000 votos. Perdió a manos del PSC el primer lugar logrado hace cuatro años, aunque los socialistas se dejaron 55.000 votos con respecto a la anterior convocatoria. Y es más, tampoco fue segundo porque Junts le comió la tostada y le acabó aventajando por 33.000 votos. Los posconvergentes fueron los únicos que sumaron voto (15.000) a su zurrón.

El análisis que realizan los expertos de ERC apunta al aumento en 6,5 puntos de la abstención. Aunque con un impacto desigual. "Es en la zona metropolitana donde se acusa más en valores absolutos, lógicamente porque es donde está el grueso del electorado", alegan. Es decir, no solo ha perdido un 36% del voto, sino que ha fallado la estrategia principal del partido, como era dar un salto cualitativo y cuantitativo en la región metropolitana. "De los 300.000 votos perdidos, solo en la ciudad de Barcelona ya encuentras 80.000. A esos hay que sumar los de Badalona, Terrassa, Sabadell...", añaden.

Ante este dato que pone en crisis todo un plan, que pasa desde los pactos con el PSOE en Madrid a colocar a Gabriel Rufián como cabeza de cartel, no ya de Santa Coloma, sino de todo el área metropolitana, la reacción casi espontánea, ya anunciada en la noche electoral, es replegarse hacia el núcleo duro, el inicial de ERC: el independentismo.

Petróleo de las diferencias

De hecho, en la última semana de campaña, los republicanos, y muy en especial Oriol Junqueras trataron de sacar petróleo de la obvia diferencia ideológica entre Junts y Xavier Trias, quien ha escondido las siglas de su fuerza y ha obviado las cuestiones territoriales. Junqueras sacó la independencia, e incluso el 1-O, en sus últimos mítines de campaña. Cabe considerar que Trias, con otro enfoque y otro programa con respecto a Junts, ha pasado de estar a 80.000 votos de ERC a aventajarlos por la misma cifra. Es decir, 160.000 de diferencia. ERC le sacó 282.000 votos a Junts, en 2019.

En cuanto a ediles, donde ganaron, para los expertos de ERC es clave que el descenso de la participación haya hecho que la frontera del 5% fuera fácilmente alcanzable para los partidos más alternativos, a diferencia de 2019, donde fueron pocos los que entraron en los consistorios. Y la propia abstención independentista se atribuye a la fatiga. "Como los materiales. Si los sometes a máxima presión mucho tiempo acaban fallando", explica una voz republicana que interpreta que el electorado secesionista y republicano no ha considerado estas elecciones como dignas de movilización. De ahí que el 'president' Pere Aragonès haya aseverado que de cara al 23 de julio se precisa justamente eso, masas de independentistas en las urnas.

La Cataluña interior

En el 'rere-país', ERC ha aguantado mejor el tipo que en las inmediaciones de Barcelona, eso sí, a la baja. Tampoco los números de Junts son muy boyantes. De hecho, si se quita la ciudad de Barcelona, siempre que se considere como de Junts la candidatura de Trias, el resultado también es bastante desolador. Y de ahí nace la apelación a la unidad, que ha hecho ERC en las últimas horas, porque a todos les conviene.

Este diario siguió la trayectoria de Junts y ERC en las ciudades medias del territorio que se agrupan al entorno del Eix Transversal, en los comicios generales de 2019. Aplicada la muestra a las elecciones municipales de 2019 y 2023, el análisis arroja que ERC perdió 12 puntos de voto en Lleida, 5 en Manresa, otros cinco en Vic y cinco más en Girona. Junts, por su parte, perdió 5 puntos en Lleida; 8 en Manresa; 14 en Vic y 10 en Girona. Desastre generalizado. El PSC subió en todas estas ciudades excepto en Manresa, donde perdió dos décimas de voto.

Las diputaciones

En cuanto al último cofre del botín que generan las municipales, es decir, las diputaciones, todo está abierto. Y, aunque es muy temprano para que empiecen negociaciones e intercambios de cromos, la orden dada por la cúpula de ERC de favorecer los pactos con los partidos independentistas puiede dar pistas de lo que se va a vivir en unas semanas.

En la principal de estas administraciones provinciales, la de Barcelona, con una mayoría absoluta fijada en 26 escaños, el PSC suma 18, por los 11 de ERC (cinco menos) y Junts (cuatro más). Aquí los Comuns decidirán la balanza. En Girona (mayoría de 14), Junts suma 10 y ERC 8 (ambos pierden un escaño) y la CUP, 2. En Tarragona, también con el listón de los 14, ERC obtuvo 9 diputados, por los 8 del PSC y también los 8 de Junts. Y finalmente, en Lleida, con mayoría en los 13 diputados, Junts obtuvo 10 y ERC, 8 (3 menos).

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