Elecciones 28-M

Las elecciones municipales y autonómicas, el ensayo para las generales: ¿Qué se juega cada líder el 28-M?

Los dirigentes políticos buscan unos resultados que les permitan afrontar la cita de final de año

Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo, Yolanda Díaz, Santiago Abascal, Inés Arrimadas.

Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo, Yolanda Díaz, Santiago Abascal, Inés Arrimadas.

Pilar Santos / Miguel Ángel Rodríguez / Juan Ruiz Sierra

Esta medianoche ha empezado la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. Los dirigentes políticos tienen 14 días para movilizar a sus votantes y conseguir unos buenos resultados que les permitan afrontar con comodidad y el mejor ánimo la batalla definitiva: la de los comicios generales, a final de año. Estos son los retos que afrontan ahora los principales líderes nacionales:

Sánchez se juega romper la sensación de fin de ciclo

Pedro Sánchez está convencido de que esta vez no será como en 2011. Hace 12 años, las autonómicas y municipales sirvieron para que el PSOE dijera adiós a gran parte de su poder territorial. Fue el primer plato de la contundente derrota en las generales de unos meses más tarde, donde el PP logró mayoría absoluta. Un resultado de este tipo dejaría a Sánchez muy tocado. La sensación de fin de ciclo, tras un lustro en la Moncloa, sería casi imparable. “Pero eso no va a pasar -insisten los colaboradores del presidente-. Al contrario”. 

Los socialistas sueñan con sacar más votos que los populares en las municipales. No lo dan por seguro, ni mucho menos. Reconocen que la decadencia de Ciudadanos, cerca de su desaparición, permitirá al PP recuperarse respecto a los comicios de hace cuatro años. Pero creen, dentro de las dificultades, que es posible. Aun así, eso no será lo más importante, señalan en la dirección del PSOE. Lo relevante, continúan, es revalidar los gobiernos municipales y autonómicos (los socialistas gobiernan nueve de las 12 comunidades que se citan con las urnas) y reconquistar plazas como Barcelona y València, algo que consideran posible. 

Si el vaticinio se cumple, Sánchez recibiría un espaldarazo ante las generales de diciembre, reforzando su candidatura frente a la de un Alberto Núñez Feijóo que aparece por delante en casi todas las encuestas. Pero todo estará muy ajustado el 28-M, concluyen en el PSOE, y la capacidad de reeditar y alcanzar nuevos gobiernos autonómicos y locales también dependerá de lo que obtenga Podemos.

El 'efecto Feijóo' se tiene que traducir en poder territorial

La llegada de Feijóo a la presidencia del PP, en abril del año pasado, provocó un vuelco de expectativas que se tiene que empezar a traducir en algo tangible. Este 28-M se somete a examen el 'efecto Feijóo', en el que se valorará el número de gobiernos locales y autonómicos que pasan a estar dirigidos por el PP. En el equipo del líder conservador se respira optimismo, ven a Sánchez "quemado" por la ley del 'solo sí es sí', la derogación de la sedición y la reforma de la malversación.

La comunidad que simbolizará su éxito o fracaso es la Comunitat Valenciana, presidida desde 2015 por el socialista Ximo Puig, pero antes, y durante 20 años, por los populares. Los conservadores llevan meses con el símil futbolístico y aseguran que "la pelota puede entrar" también en Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura. En todas, y también en la Comunitat Valenciana, las encuestas señalan que los candidatos del PP sacarán a los socialistas de las presidencias solo si logran el apoyo de Vox, un partido del que no quieren hablar.

Feijóo y los suyos repiten que esperan mayorías holgadas para que la ultraderecha no les pueda exigir entrar en los gobiernos, pero saben que emular a Isabel Díaz Ayuso en Madrid en 2021 es complicado. Ahora, la presidenta aspira a la mayoría absoluta, triunfo que la equipararía con el otro barón poderoso del PP: Juanma Moreno, presidente de Andalucía. Y ahí se abre otra línea de análisis del 28-M. ¿Cómo quedará el reparto de poder interno en el PP? ¿Podrá seguir conviviendo Feijóo con Ayuso con cierta paz?.

Guasp intenta que la marca sobreviva tras el relevo de Arrimadas

Ciudadanos es el partido que sale con mayor debilidad a disputar estas dobles elecciones. Con un recambio reciente de liderazgo (Patricia Guasp por Inés Arrimadas) y una situación precaria en autonomías donde habían logrado la mayor implantación (Catalunya, Madrid y Andalucía), los naranjas tienen como objetivo este 28-M salvar la marca y conseguir ser decisivos en algunas ciudades. Fuentes de la dirección consideran que pueden actuar de partido bisagra en Madrid, Córdoba, Alicante, Baleares y Ciudad Real. 

Han presentado listas electorales en 800 municipios, la mitad de las que consiguieron configurar en los anteriores comicios (unas 1.900). Las múltiples fugas de dirigentes a las filas del PP y algunas vueltas a la vida privada han dejado al partido que hace cuatro años logró ser el tercero más votado de España en municipales (1,8 millones de papeletas) en una situación extremadamente delicada. Guasp, eso sí, insiste en que, pase lo que pase este 28 de mayo, se presentará a las generales de final de año. 

Abascal busca ser imprescindible para el PP

La estrafalaria moción de censura de Ramón Tamames contra Sánchez dejó desdibujado a Vox. Ahora, la extrema derecha espera recuperar espacio con las elecciones autonómicas y locales, las primeras que se celebran después de que entraran por primera vez en un ejecutivo autonómico, el de Castilla y León. Santiago Abascal confía en ser clave para la gobernabilidad en algunas autonomías que actualmente estén regentadas por el PP con el fin de que los populares deban plegarse a sus exigencias. 

Un claro ejemplo de mal resultado para la formación ultra sería lo ocurrido en Andalucía el pasado verano donde Vox creció, pero el candidato del PP, Juanma Moreno, obtuvo la mayoría absoluta para gobernar y dejó al partido en la irrelevancia. Un escenario similar podría darse en Madrid, donde Ayuso podría llegar a gobernar sin necesidad de contar con Vox.

Díaz y Belarra definirán su poder de negociación para las generales

Con el espacio a la izquierda del PSOE más que revuelto, los resultados que arrojen las urnas el próximo 28-M serán cruciales para Unidas Podemos por más de un motivo. La alianza de Podemos e Izquierda Unida se juega en estos comicios revalidar su presencia en media decena de gobiernos autonómicos y tratar de asentar unas bases tras un último ciclo electoral en el que quedaron en mínimo en muchos territorios. Eso, de puertas para afuera, porque, además, los resultados electorales que obtengan serán parte de la baza con la que la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, y el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, jueguen la partida con Yolanda Díaz cara a la construcción de Sumar. 

Unidas Podemos ostenta las vicepresidencias en los gobiernos de Baleares y Comunitat Valenciana y, además, consejerías en Aragón, Navarra, La Rioja y Canarias. Mantener estas plazas es de vital importancia para la negociación posterior con Díaz. Además, la fuerza territorial que obtengan les servirá para plantarse en esos pactos ante Más Madrid y Compromís

Aunque Díaz no se presenta a las elecciones autonómicas con Sumar, también se juega parte de su capital político en estos comicios. Unos malos resultados para el espacio de Unidas Podemos puede poner en duda su tirón electoral y lastrar sus expectativas. Por contra, el éxito de los morados puede complicar sus intenciones de subsumir a Podemos en Sumar. No obstante, para proteger parte de su rédito, la vicepresidenta ha optado por volcarse en la campaña de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que lucha por revalidar su cargo.