28-M

Las medidas de emergencia limitan por el momento el impacto electoral de la trama de compra de votos en Melilla

Las autoridades esperan que con la exigencia del DNI se disuada a enviar los ilegales

Una oficina de correos en Melilla.

Una oficina de correos en Melilla. / EP

Mario Saavedra

-"¿Y nos vais a ayudar entonces?", dijo Javier Imbroda

-"Mi compañero tiene 170 votos por correo", respondió una persona sin identificar

- Yo soy una persona seria. Y lo que pasa aquí se queda dentro de estas puertas", afirmó Imbroda

Esta conversación, grabada con cámara oculta, se produjo poco antes de las elecciones en Melilla de 2019, entre Juanjo Imbroda, hijo del entonces presidente de Melilla, el popular Juan José Imbroda, y unos presuntos traficantes de votos. El que había conseguido los sufragios ilegalmente los quería intercambiar por un puesto de trabajo del Gobierno de la ciudad. La denuncia interpuesta por el PSOE y Coalición por Melilla ante estos hechos fue archivada. En el ciclo electoral anterior, en 2015, se produjo otra situación relacionada con las supuestas tramas de distorsión electoral a través de la compra de votos. Representantes de Coalición por Melilla grabaron un vídeo en el que una persona del PP entregaba presuntamente un lote de votos favorables por correo. Se produjo un altercado que involucró a la policía. Un agente llegó a ser mordido en una mano. Aún más. En 2008, como se probó judicialmente y se ratificó en 2021, el PSOE y Coalición por Melilla llevaron a cabo una campaña de compra sistemática de votos para las elecciones al Senado.

Las elecciones a la Asamblea de Melilla llevan años bajo la sombra de la sospecha de compras sistemáticas de votos por correo. Es 'vox populi' en la ciudad autónoma, cuentan fuentes del Ejecutivo de la ciudad, de la delegación del Gobierno y ciudadanos anónimos a este diario. Casi todos conocen a alguien a quien le han ofrecido 70, 100 o 150 euros por solicitar el voto por correo y luego entregárselos a los "traficantes" de papeletas.

Pero este año han saltado todas las alarmas, porque se ha doblado hasta el 20% el ya sospechoso récord de voto por correo que se había alcanzado en años anteriores, del orden del 10%. Las últimas cifras del Ministerio de Interior, de este jueves, son llamativas: 11.000 melillenses han pedido votar por correo. Es uno de cada cinco de los 61.126 del censo de la ciudad autónoma. El voto por correo, que debería ser algo excepcional (una persona impedida, por ejemplo en el hospital, o que no se encuentra en su lugar de residencia), convertido en extraña norma. Para hacerse una idea de la magnitud: en Ceuta, una ciudad de similares características, como en el resto de España, la proporción es diez veces menor, de un 2%. Todo apunta a una de las mayores tramas de compra de votos de la historia electoral de España. Hay una investigación judicial abierta para discernirlo.

Sin embargo, el impacto electoral de estas irregularidades puede terminar siendo bastante limitado. Aunque ese número de votos suponen entre seis y ocho de los 25 escaños de la Asamblea, y por tanto podrían decantar la balanza claramente en la formación de un Gobierno, la buena noticia es que, hasta el momento, sólo 700 de esos sufragios han sido emitidos y, por tanto, materializados. Es decir: se han solicitado muchos votos, pero se han ejercido muy pocos. Las medidas de cortafuegos impuestas por la Delegación de Gobierno y la Junta Electoral de Zona de Melilla y la Central probablemente ha llegado a tiempo de evitar males mayores.

La parte más destacada de ese cortafuegos es una medida extraordinaria que se va a aplicar en todas las oficinas de correo de España, incluida Melilla, para todos aquellos que quieran enviar su voto a la mesa electoral de la ciudad autónoma: la petición del DNI, carnet de conducir o documento válido a la hora de emitir el voto. Porque el voto por correo primero hay que solicitarlo, pero luego hay que enviarlo o llevarlo a la oficina de correos. Y ahí es donde las tramas de compra de votos hacían su agosto. Llevaban lotes de papeletas compradas y las entregaban en masa. Eso ahora ya no van a poder hacerlo. Un voto, un DNI, una persona, salvo excepciones muy justificadas. La compra de votos ya no es "escalable".

Además, las decenas de votos robados en asaltos a los carteros de correos (al menos 43, según la Junta Electoral de Zona de Melilla) han sido anulados, gracias al código único que tiene cada uno de ellos. Y se ha puesto vigilancia en puerto, aeropuerto y el paso terrestre con Marruecos para evitar el contrabando de votos: que se saquen de Melilla para evadir las medidas temporales en la ciudad autónoma, cuando aún la Junta Electoral no había decidido extenderlas a toda España.

Coalición por Melilla y PSOE, o PP y Vox

En ese punto insisten en Delegación de Gobierno y eso también destaca el presidente de Melilla, Eduardo de Castro, todos a preguntas de este diario. Además, de los 700, sólo 161 han sido emitidos fuera de la ciudad, remitidos desde otras oficinas de Correos de España, y siempre de manera individual, por el propio elector. Hay muchos estudiantes melillenses, por ejemplo, estudiando en la Universidad de Granada u otras andaluzas; trabajadores desplazados. Fuentes del Gobierno estiman en unas 1.000 las personas que pueden tener justificado ese voto por correo.

Si la cifra sube mucho, la sombra de la duda volvería a recaer sobre la limpieza de la elección de la Asamblea de la ciudad. Se comprende viendo los números brutos de votos que tuvo cada partido. Del total de 34.393 votos emitidos, obtuvieron:

  • PP: 12.943 = 10 escaños
  • Coalición por Melilla: 10.472 = 8 escaños
  • PSOE: 4.928 = 4 escaños
  • Vox: 2.655 = 2 escaños
  • Ciudadanos: 1.897 = 1 escaño

Lo que se juega en la ciudad africana es, según las encuestas, si alguno de los dos partidos mayoritarios, PP o Coalición por Melilla, consigue mayoría absoluta o, en su defecto, qué coalición gobernará previsiblemente: si la derecha de PP y Vox, o la de izquierdas de Coalición por Melilla con PSOE y Podemos. Si gana la derecha, previsiblemente volverá, con el apoyo de Vox, Juan José Imbroda, que fue presidente 19 años hasta que la coalición de izquierdas con Ciudadanos le echó en 2019. Si gana la izquierda, podría gobernar Dunia Almansouri, de CpM. También se presentan como cabeza de lista Gloria Rojas por el PSOE; José Miguel Tasende por Vox; y Gema Aguilar por Podemos.

No se suspenderán los comicios

La delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, ha asegurado este viernes que desde la Delegación de Gobierno en la ciudad autónoma garantizan unas elecciones "limpias" tras la puesta en marcha de una investigación policial por posible fraude electoral mediante la presunta compra de votos por correo, cuyas solicitudes se han disparado hasta las 11.000 peticiones.

"Hemos sido rápidos, hemos sido eficaces y, sobre todo, contundentes", ha asegurado en una entrevista en Antena 3 recogida por Europa Press, en la que además ha negado la posibilidad de suspender los próximos comicios: "los melillenses podremos estar tranquilos con el proceso electoral que se va a llevar a cabo el 28 de mayo".

"Gracias a todo el despliegue que hemos hecho a través de los diferentes dispositivos y, sobre todo, con el respaldo que tenemos ahora mismo tanto de la Junta Electoral de Zona como de la Junta Electoral Central, sí que podemos garantizar unas elecciones limpias", ha declarado. Pero sobre todo "colaborar para que todo esto que está sucediendo alrededor del voto por correo se esclarezca y podamos dar datos reales y respaldados por esta investigación", ha concluido.