Madrid

El PP de Ayuso recibe con un entusiasmo austero los últimos fichajes de Feijóo

Ayuso se reserva el papel duro del PP tras las nuevas incorporaciones de Génova | Los populares madrileños evitan hablar de moderación y se centran en la importancia de dar todas las batallas culturales contra la izquierda

Isabel Díaz Ayuso durante las jornadas del PP de Madrid sobre la familia.

Isabel Díaz Ayuso durante las jornadas del PP de Madrid sobre la familia. / EFE

Elena Marín

La Real Academia de la Lengua define entusiasmo como la "exaltación y fogosidad del ánimo, excitado por algo que lo admire o cautive". Algo de esto se vio esta semana en determinados sectores del PP o afines a él cuando el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, presentó el pasado lunes al expolítico vasco Borja Sémper en la sede de Génova como el nuevo portavoz de campaña del partido. Poco de esto se ha visto en el PP de Madrid.

De los miembros de la formación que preside Isabel Díaz Ayuso no ha salido una mala palabra ni un mal gesto respecto a los nuevos nombramientos realizados por la dirección nacional para afrontar esta etapa electoral, nada negativo sobre el exministro Iñigo de la Serna como coordinador de programas electorales o de Borja Sémper como cara más visible de la campaña. Pero tampoco "exaltación" ni "fogosidad" o un recibimiento con los brazos abiertos.

Más bien al contrario, en público y en privado, al ser preguntados especialmente por la incorporación del exdirigente vasco (una voz popular moderada frente a la crispación que en el PP se presentó como un símbolo), la respuesta tiende a ser similar a la que dio Isabel Díaz Ayuso en su primera intervención pública sobre el tema, "¿qué es ser moderados? Está bien ser moderados, pero hay que dar todas las batallas (ideológicas)", como si la moderación y la batalla cultural estuvieran enfrentadas.

Debates ideológicos

Con las nuevas incorporaciones Feijóo se rodea de escuderos que den la cara por él y por el partido, pero no ha elegido para esta función a perfiles duros, dialécticamente agresivos o más cercanos a Vox sino todo lo contrario, personas de larga trayectoria en el partido pero discurso templado. De la Serna tendrá un papel más interno que externo, y es un hombre de formas pausadas o serenas. Sémper está acostumbrado a hablar en los medios y lo último que se conoce de él es precisamente su participación en un programa de radio donde primaba el debate sin posicionamientos extremos.

Fuera como respuesta o no a esas palabras que se repiten en el PP de Madrid, este sábado, en el acto de presentación de todos los candidatos autonómicos del PP, el andaluz Juanma Moreno, apostó por la templanza en las palabras y pidió a los militantes "cuanto más radicalismos, más moderación", mientras Ayuso se reservaba el papel más duro de entre los presidentes autonómicos incorporando una vez más a ETA en el discurso (dijo que los barones socialistas se avergüenzan de Pedro Sánchez y tienen miedo a una frase: "Que te vote Txapote", el asesino de Miguel Ángel Blanco). Esta referencia es habitual en sus intervenciones, pero es de suponer que la presidenta madrileña es tan consciente como el resto de los responsables del PP de la postura que en los últimos años ha defendido Sémper respecto a la presencia de ETA en el discurso público ("es justificable porque la huella del terrorismo sigue estando muy fresca" pero "chirría esa presencia de ETA porque es como si no supiéramos ganar, como si hubiéramos olvidado que el Estado de derecho la derrotó", dijo en una entrevista en El País cuando abandonó la política). 

También esta misma semana, junto con la vehemencia con la que Ayuso ha aseverado que "no dejará sin dar una batalla" y a cuenta de la familia y el aborto, se han dejado ver las diferencias en la forma de exponer y defender sus posturas. Solo unas horas después de que Vox en Castilla y León anunciara que los médicos de esta región estarán obligados a ofrecer a las mujeres embarazadas que piensen en abortar la posibilidad de escuchar el latido de sus bebés o ver ecografías en 4D antes de tomar ninguna decisión, Ayuso arremetía contra la izquierda por estar "hurtando información sobre el aborto" a las mujeres y prometía un teléfono de información para las embarazadas a la que podrían acceder "libremente".

Un malabarismo con el que también lidia Alfonso Fernández Mañueco y con el que Ayuso se desmarcó de alguna manera de Vox pero sin condenar ni criticar abiertamente una decisión que en el electorado madrileño más conservador podría no entenderse y apelando, una vez más, a la libertad como forma de vida para todo. Casi al mismo tiempo, el nuevo portavoz de campaña de Génova era más tajante y advertía a Vox de que su formación no está dispuesta "a tragar con cualquier cosa".

Fondo y no personas

Decía Ayuso esta semana en referencia a las incorporaciones de Génova que "no se trata tanto de los nombre sino para qué". Pero los nombres sugieren cosas y lo mismo que el de ella sugiere dentro y fuera del PP que es un activo para ganarse al electorado de Vox o lograr consensos con ellos, el de Sémper apunta en otra dirección y su respuesta respecto a no "tragar" con algunas propuestas de esta formación respaldan de alguna manera esa imagen.

"En Madrid no nos perjudica (de cara a la campaña) que se hable de un PP nacional moderado, son escenarios distintos", alega un miembro del PP regional, que recuerda que en los mejores tiempos del PP el partido tuvo a Josep Piqué y a Jaime Mayor Oreja unidos bajo sus siglas. Ese PP, sin embargo, se rompió años después y le salieron dos partidos a izquierda (Ciudadanos) y derecha (Vox). Ahora, igual que sucedió en Andalucía, el PP de Madrid pelea por estrechar el espacio de estas dos formaciones y ampliar su base, pero así como el voto de Ciudadanos ya quedó prácticamente incorporado al PP en las elecciones de 2021, los de Vox están aún por ganar.

La Liga de Madrid

En Génova reconocen que Ayuso juega "en una liga particular que se llama Madrid" y que eso la hace "diferente al resto", quizás porque todo lo que ocurre en Madrid trasciende siempre sus fronteras o porque la personalidad de ella favorece que sea así, señalan al tiempo que recalcan que es "innegable que su perfil y su manera de interpretar la política en Madrid han sido acertadas".

Su política, apuntan en la sede regional, va más allá de izquierdas o derechas, ese es un campo superado por la presidenta madrileña, dicen, sugiriendo pero sin afirmar que la presidenta tira de políticas populistas, y recuerdan que en las últimas elecciones Ayuso ganó por la izquierda, no tanto en el terreno de Vox, y por tanto, concluyen, tener a un PP de talante "más moderado en el ámbito nacional tampoco le va mal".

Además, en línea con lo que apuntan en el PP regional, en la sede nacional entienden que "al PP en el fondo no le va mal tener diversas voces". Feijóo se encuentra "cómodo" con Ayuso, apuntala una fuente popular. El dirigente de Génova sabe que no necesita "protegerse" de Ayuso sino ayudarse mutuamente, a él le interesa la mayoría absoluta y para eso Ayuso es "un activo"; observan. "Él es plenamente consciente de que le conviene tener discursos y políticos con mensajes pegados al territorio" y en eso, creen en Génova, la presidenta madrileña tiene el punto cogido a Madrid.