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Ibiza y Formentera

Un exconsejero del PP en Baleares, de la cárcel a la junta directiva de Cáritas

José Juan Cardona dice estar satisfecho por "ayudar y sentirme útil"

José Juan Cardona atiende a Diario de Ibiza en Cáritas en noviembre de 2020. César Navarro

José Juan Cardona, expolítico ibicenco del Partido Popular condenado a 16 años de cárcel por corrupción en 2013 (la mayor pena impuesta nunca hasta entonces a un político por este delito) por el denominado Caso Scala cuando era conseller del Govern de Jaume Matas, es desde hace algo más de un mes nuevo miembro de la junta directiva de Cáritas Diocesana de Ibiza y Formentera, que dirige Joan Torres Marí. Es el máximo órgano de gestión en Ibiza y Formentera de esta ONG de la Iglesia Católica.

En esta junta se reparten las tareas y su labor será prestar ayuda en asuntos jurídicos, aunque Cáritas dispone de un asesor para estos temas, como puntualiza él mismo en conversación telefónica. También en temas de índole penitenciaria; "cada uno aporta en lo que tiene experiencia, y por razones obvias me lo han adjudicado", explica con cierta sorna. "Cáritas trabaja mucho con presos, con programas y actividades y ayudándoles en lo que necesitan aportando una cantidad de dinero para que al menos puedan llamar a sus casas, por ejemplo...".

Juan Cardona es miembro de pleno derecho de esta directiva, compuesta por una decena de personas, y por lo tanto acude cada martes a sus reuniones. "He ido ya a cuatro o cinco", comenta haciendo memoria. En estos encuentros debaten y deciden sobre todo tipo de asuntos que afectan al funcionamiento de esta ONG esencial en Ibiza por su labor con los menos favorecidos. Y como recalca el propio Juan Cardona, él no se ha propuesto: "No lo he elegido, me han llamado".

Esta confianza del Obispado en el expolítico y todavía reo confirma los rumores sobre la satisfacción de su labor como voluntario y del aprecio que le profesan en esta asociación.

Preguntado por cómo se siente, por cómo afronta esta nueva fase de su vida, responde: "La vida te lleva por caminos que nunca esperas, aunque en mi familia siempre hemos colaborado con Cáritas. Me siento satisfecho, por poder hacer cosas por los demás y por sentirme útil. Es agradable". Y sobre si su paso por prisión ha facilitado la aparición de su ‘vena’ altruista, insiste en que siempre había colaborado con Cáritas: "No sé qué hubiera pasado [si no llega a ser condenado], pero sí sé que me gusta y me da mucha satisfacción", reitera.

Además, recuerda la situación actual de crisis económica y pone énfasis en la necesidad de ayudar, sobre todo apoyándose en una asociación: "Me satisface hacer cosas, proyectos. Dar la mano a quien lo necesita. Y ahora hace más falta que nunca. Cáritas no sólo se dedica a facilitar comida y ropa a quien lo necesita. Es mucho más. Tiene un bolsín de trabajo para ayudar a la gente que busca trabajo, a que elaboren sus propios currículos, a que puedan tener algo con lo que ganarse la vida. También de protección a mujeres maltratadas. Y hoy todo esto hace mucha falta. Tenemos que ayudar todos".

Voluntario en Cáritas de Ibiza desde hace años

Su contacto con Cáritas no es nuevo. Desde que empezó a disfrutar en prisión de salidas puntuales decidió apuntarse como voluntario (también apoyaba a la Fundación Conciencia, que preside Marisina Marí). Y fue a mediados de noviembre de 2020 en las oficinas de Cáritas de la calle Felipe II de Ibiza, en plena pandemia, donde hizo a Diario de Ibiza sus primeras declaraciones desde que entrara en la cárcel de Cas Mut, en julio de 2013.

Entonces estaba más nervioso, reacio a hablar con la prensa, y confesó que su paso por la cárcel le había enseñado que la clave es adaptarse a las circunstancias. Y da la sensación de que, desde entonces, aplica esta máxima.

"Creo que todos tenemos claro que para estar bien, no hay nada como tener la conciencia tranquila"

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Ahora, más sosegado, recuerda que cuando estaba entre rejas ya lo hacía: "En prisión hacía cosas para mis compañeros porque pensaba que si sabía y podía, ¿por qué no iba a hacerlo?".

 La Audiencia Provincial le consideró responsable de un entramado de cobro de comisiones y contratación fraudulenta a través del Consorcio de Desarrollo Económico de Balears, en el que estaban implicados también otros altos cargos de su departamento y que supuso un quebranto para las arcas públicas de ocho millones de euros.

 

Con el tercer grado desde julio del año pasado, trabaja además en dos despachos de abogado. Con respecto a Cáritas, matiza que, como el resto de directivos y voluntarios, no recibe una remuneración económica.

Rehace su vida. ¿Está contento? "Claro, sobre todo por lo que significa [su entrada en la directiva de Cáritas] y por aportar a esta institución mi experiencia, mis conocimientos, lo que he vivido y lo que me queda por vivir".

Siempre habrá quien piense que ayuda ahora para blanquear su imagen. Él insiste: "Yo no lo he elegido. Para ser miembro de una junta directiva tienen que llamarte. Si les resultas útil, contarán contigo. Estas cosas no puedes buscarlas porque quien elige a la junta son sus propios miembros".

Para acabar, Juan Cardona, tal vez como mensaje sobre la inocencia que siempre ha defendido pero que no comparte la Justicia, deja una sentencia: "Creo que todos tenemos claro que para estar bien, no hay nada como tener la conciencia tranquila".

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