Mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el canciller alemán, Olaf Scholz, se encuentran en el Palacio de Congresos y Exposiciones de A Coruña (Palexco) con motivo de la cumbre hispano-alemana, un grupo de activistas de Greenpeace han desplegado este miércoles una pancarta en la Casa Molina en contra del MidCat, el proyecto de gasoducto entre España y Francia.

"El dinero del MidCat, para renovables justas ya", reza el gran cartel amarillo y verde instalado por cuatro personas ataviadas con monos rojos. El gasoducto planeado en 2005 nace en Argelia, entra en la Península Ibérica por Almería y tendría que conectarse con Francia a través del Pirineo. Sin embargo, el proyecto permanece inacabado —la tubería acaba en la localidad gerundense de Hostalric— y quedan 225 kilómetros por hacer, lo que implicaría una inversión de 370 millones.

En un comunicado, la organización ecologista reclama a España y Alemania que no se siga invirtiendo en infraestructuras de gas, "carísimas y que no solucionan los problemas energéticos de la población a corto plazo". "Las inversiones para transportar más gas a Europa son una falsa solución", añaden, ya que "desvían el foco de la necesaria transición a energías renovables y anteponen los intereses de la industria gasista frente a la necesidades de las personas que van sufrir un invierno con precios desorbitados de la luz y el gas".

Una activista de Greenpeace, en la Casa Molina coruñesa. Greenpeace

Greenpeace basa su posición en recientes informes técnicos y científicos publicados por consultoras especializadas como Artelys, Bellona, EG3, ECF o la Universidad Pompeu Fabra, que concluyen que, si el tiempo y la inversión necesarios para infraestructuras de gas e hidrógeno se dirigiesen a descarbonizar con energías limpias y eficientes, "las necesidades de la ciudadanía resultarían mejor atendidas y se podría sustituir la mayor parte de las importaciones de gas ruso para 2025, fecha en la cual el MidCat podría comenzar a utilizarse" en el caso de que se diese por concluido el gasoducto.

“Sánchez y Scholz deben abandonar proyectos de alto coste económico y climático como el MidCat y sellar un compromiso de colaboración para acelerar la transición energética hacia las energías renovables, la eficiencia y el ahorro, que respondan a las necesidades de la ciudadanía y hagan frente a la emergencia climática. España no debe ni puede ser un hub de gas, sino de energía renovable”, ha declarado José Luis García, responsable de Clima de la ONG.

La organización ecologista puntualiza, además, que el proyecto de gasoducto es incompatible con los compromisos climáticos de la Unión Europea: "Si la UE quiere cumplir con el objetivo climático del Acuerdo de París, debe dejar atrás el uso del gas fósil para 2035", apostillan.