El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha rechazado la querella presentada por el expresidente del Fútbol Club Barcelona Sandro Rosell contra el excomisario José Manuel Villarejo y otros mandos policiales, a la vez que descarta la posibilidad de permitirle personarse como acusación particular en la causa en la que se investigan las cloacas policiales, conocida como caso Tándem.

En un auto García-Castellón explica que las actuaciones que se relatan en la querella de Rosell contra, entre otros, Villarejo no cumplen los presupuestos legalmente previstos para reconocerle la condición de perjudicado directo por los hechos, ya que no incluye "ningún indicio" que justifique la conexión entre lo que narra y las decenas de investigaciones abiertas al excomisario, por los contratos que firmó con su empresa Cenyt para investigar a socios o competidores de sus clientes.

Rosell atribuía a Villarejo el proceso judicial por el que estuvo preso y que acabó en su absolución a través de una serie de artículos de prensa en los que se mencionan supuestas irregularidades que se habrían cometido durante su tramitación, recuerda el auto. Según el querellante, el excomisario formaría parte de un entramado político-policial cuya finalidad era llevar a cabo actuaciones para desestabilizar o frenar a personas vinculadas al movimiento independentista catalán, en lo que se ha conocido como operación Cataluña, por la que no se ha abierto investigación alguna, al no apreciarse delito. El objetivo, afirma Rosell, era perjudicarle a través de la creación artificiosa de una causa policial y judicial en su contra.

El magistrado no entra a valorar si hay delito o no, sino que se limita a descartar conexión con los hechos investigados en la Audiencia contra Villarejo

"Sin poner en duda la gravedad de las afirmaciones contenidas en la querella, ni la posibilidad de que tales hechos presentasen, indiciariamente, apariencia de delito, ello es diferente de que tales hechos deban ser investigados en las presentes" diligencias, señala en su escrito el instructor de la macrocausa contra Villarejo.

La querella, por los delitos de organización criminal, acusación y denuncia falsa, falsedad documental y detención ilegal, también se dirige contra el excomisario Marcelino Martín-Blas, el exinspector Antonio Giménez, el inspector Alberto Estévez y el exagregado del FBI en la embajada de Estados Unidos en Madrid Marc L. Varri.

Sin conexión con Tándem

El auto afirma que en la querella no se consigna en qué modo se encuentran conectados los hechos narrados con la causa que se sigue contra Villarejo, en la que se investiga un mismo patrón de conducta delictiva y que se basa en la contratación privada del excomisario, a través de Cenyt, para prestar servicios que no podía realizar por ser policía en activo. Incluso niega que del relato se desprenda la intervención directa de Villarejo en esas actuaciones, “sino que se alude a otros sujetos y a funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones”.

De ahí que el juez no vea justificada la competencia de su juzgado para investigar los hechos denunciados en tanto que resulta difusa la vinculación entre ellos y los que son objeto de esta macrocausa, “tanto en relación con la pieza principal como a propósito de las piezas separadas”, porque no aporta ningún tipo de información a propósito de la existencia de un encargo específico a Villarejo. Además, ve una dinámica completamente diferente a la investigada en la causa principal.

No obstante, añade que aún no se ha desencriptado todo el material intervenido al excomisario, por lo que si apareciese algún dato que vincule al excomisario con Rosell se procedería a ofrecerle la posibilidad de personarse.