Quedan ocho meses para la primera cita electoral del curso, las autonómicas y municipales que los grandes partidos miden como antesala de las generales. El PP lleva meses engrasando su máquina orgánica, pero ha dejado para el final las patatas calientes. En Asturias y Navarra quedan incógnitas importantes por resolver. En la segunda, todas las miradas siguen pendientes del desenlace que se produzca con Unión del Pueblo Navarro (UPN), el partido con el que el PP se coaliga en esa comunidad. Pero la guerra interna desatada en la formación hegemónica del centro-derecha navarro ha movido muchas fichas en el tablero. Distintas fuentes conocedoras de la situación confirman que el acuerdo lo deben cerrar directamente Alberto Núñez Feijóo y Javier Esparza en una cita o conversación que podrían mantener el mismo mes de septiembre.

La división de UPN, que terminó con los diputados del Congreso, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, expulsados del partido por el duro enfrentamiento que mantuvieron con la dirección a cuenta de la reforma laboral (se negaron a apoyar al Gobierno de Pedro Sánchez) puso en una situación incómoda al PP. Primero, por la voluntad de los dos díscolos (adelantada por El Periódico de España) de impulsar una plataforma y valorar el lanzamiento de un nuevo partido que competiría en el mismo espacio electoral. Y, segundo, por tener que elegir bando: la estructura de UPN con un líder en el que pocos confían o la aventura política que plantean Sayas y Adanero sin tener garantías. 

Según ha podido saber este diario, el PP no ve otra opción que alcanzar un acuerdo con UPN. Pero, fuentes muy cercanas a Feijóo, aseguran que Esparza “tiene que decidir qué va a hacer”. Los populares no han visto con buenos ojos algunos movimientos durante estos meses, especialmente la sensación de que pudiera llegar a haber un acuerdo con el PSN. “Nosotros no vamos a pactar con nadie para que gobierne la izquierda. Eso está claro”, zanjan. En Génova tienen claro que si UPN es la fuerza hegemónica, pero defienden que los partidos “son estructuras, herramientas” que se pueden quedar vacías si los votantes “se decepcionan”.

Hoja de ruta y congreso

En el PP reconocen que Esparza sí ha tratado de hacer algún acercamiento, pero el malestar no ha sido pequeño en las siglas populares durante este tiempo. Por eso, Génova lo que exigirá a su socio navarro es que las cosas queden muy claras y que exista una voluntad real por congregar todo el voto de centro derecha. Lo que sí habrá es una conversación entre líderes de la que debe salir la “hoja de ruta final” para las próximas elecciones. “Habrá acuerdo”, confían fuentes conocedoras, sin esconder que el PP “no se conformará con todo” y hará valer el peso de sus siglas con Feijóo al frente.

Lo que sigue pendiente es el nuevo liderazgo del PP navarro, más aún después de que Ana Beltrán haya confirmado que no competirá por seguir en el cargo. Fue la apuesta de Pablo Casado, que también la incluyó en la dirección nacional, y ahora la diputada da un paso al lado. En el PP creen que el congreso para elegir al nuevo líder debe producirse después de que se aclaren las cosas con UPN, cuando todo quede claro y el partido sepa cómo concurrirá a las siguientes elecciones. No hay prisa, pero los tiempos aprietan. En el plazo de un mes los conservadores celebrarán el congreso del PP de Cantabria, y faltan además del navarro, el de La Rioja y el de Asturias. “Hemos dejado lo difícil para el final. Porque lo fácil va saliendo solo”, explican. 

"Casi imposible" reunir a todos

Lo que el PP tiene claro es que a día de hoy es imposible una reconciliación interna en UPN. Esparza y Sayas y Adanero no pueden convivir en la misma formación. Y así “abrir las puertas otra vez” será muy complicado, a no ser que más adelante haya algún cambio de liderazgo. 

Para los populares un acuerdo “que contente a todos” es fundamental, pero también para cerrar la puerta a Vox en Navarra. El partido a la derecha del PP está especialmente débil tras las elecciones andaluzas y todo apunta, según las encuestas publicadas, que sigue a la baja. En el País Vasco consiguió entrar con un escaño. Pero el objetivo es que en Navarra esta coalición aglutine a toda la derecha y centro derecha.

Aunque la primera cita son las autonómicas y municipales, el gran objetivo del PP son las generales. Y para eso es muy importante tener cerrados los acuerdos con UPN, porque cada escaño contará y Feijóo no puede permitirse perder uno por la división navarra.