El exjuez y exvocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) condenado por extorsionar a empresarios, Lluís Pascual Estevill, falleció este jueves a los 89 años de edad, según ha avanzado Crónica Globas y ha confirmado EL PERIÓDICO, diario perteneciente al grupo Prensa Ibérica al igual que este medio. El exmagistrado ha sido enterrado este viernes en la más estricta intimidad.

Pascual Estevill pasó de ser un magistrado estrella y vocal del CGPJ con el apoyo de CiU y de Jordi Pujol a protagonizar el caso de corrupción más sonado en el ámbito judicial. Nació en 1933 en Cabacés (Tarragona) en el seno de una familia humilde, aunque consiguió licenciarse en derecho, profesión que ejerció después de intentar infructuosamente ser procurador en las cortes franquistas primero y, ya en democracia, senador por el CDS.

En 1990 logró la plaza de juez mediante el cuarto turno (abogados de reconocido prestigio) y ejerció primero en Terrassa y luego en Barcelona, donde investigó casos de corrupción que afectaban a empresarios vinculados al pujolismo y que le dieron notoriedad pública. De ahí saltó en 1994 a la cúpula de gobierno de los jueces (CGPG), aunque dos años después, a causa de las querellas y los escándalos judiciales que le salpicaron, solicitó su excedencia voluntaria.

Estevill tuvo que sentarse en el banquillo de los acusados por extorsionar a banqueros y empresarios, a los que exigía millonarias sumas de dinero para evitar el ingreso en prisión. En septiembre del 2006, el Tribunal Supremo confirmó la condena que le impuso el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) de nueve años y cuatro meses de prisión. En el mismo proceso, también fue condenado el entonces reconocido abogado catalán Joan Piqué Vidal, que fue defensor de Jordi Pujol y de otros altos cargos de la extinta Convergència Democràtica (CDC). Estevill, que llegó a entrar en la cárcel, mantuvo una estrecha relación con el que fuera conseller de Economía de la Generalitat de la época, Macià Alavedra.

A cambio de dinero

La sentencia refleja la experiencia de dos empresarios relacionados con el 'caso Nutrexpa' que se vieron al borde de la prisión: "Las declaraciones se practicaron por Estevill con un talante de marcada hostilidad y en un ambiente coactivo e inhóspito, impropio de cualquier actuación judicial. Dicha circunstancia, unida a la reciente experiencia de privación de libertad del [otro imputado], sumió a todos los citados en un estado de intensa angustia respecto a otra inminente declaración. [...] Se apercibieron que allí estaba ya estacionado un furgón policial. Ello resultaba coherente con el rumor extendido en el ámbito forense y propagado por los propios Piqué Vidal y Estevill sobre que este último tenía ya redactados los autos de prisión".

Los empresarios hicieron gestiones con abogados y percibieron que la solución estaba en el abogado amigo del juez: "Entendiendo ello como un claro mensaje proveniente de Estevill, siguiendo, pues, las instrucciones del mismo y con la perentoria finalidad de esquivar el que ya entreveían como inminente arresto, los afectados contactaron, ahora sí, con Piqué Vidal". Una entrega de dinero en Suiza solucionó el asunto: 25 millones de pesetas (150.000 euros) para el juez y seis millones (36.000 euros) para el abogado. "Resultado de tal operación", prosigue el la sentencia" fue, por una parte, el talante amable, ya exento de la acritud de anteriores declaraciones, con que Estevill se dirigió a partir de entonces a los afectados en su nueva comparecencia, así como la redacción de un auto de prisión con fianza, previa destrucción del anterior".