El Gobierno insiste en su versión de los hechos sobre etren de Bejís: ni Renfe ni Adif recibieron aviso alguno al respecto, la maquinista actuó correctamente y la figura del interventor no es necesaria a bordo. Esa ha sido la línea seguida este jueves por la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, durante su comparecencia en el Congreso para explicar el incidente, que dejó una veintena de heridos tras abandonar el convoy tratando de huir del fuego.

Al margen de incidir en lo defendido por el Ejecutivo desde el mismo día del siniestro y pedir a la oposición no buscar extraer rédito político del asunto, Sánchez sí ha abierto la puerta a introducir mejoras en los protocolos de seguridad. Una de las que ha planteado va encaminada a introducir "cambios legales para que cualquier incidencia deba ser comunicada al titular de dicha infraestructura".

Es decir, que ante eventuales situaciones de riesgo sean los servicios de Emergencias, transferidos a las autonomías y en el caso de la valenciana a su vez fragmentados a nivel provincial a través de las diputaciones, los responsables de dar la voz de alarma, en este caso a Adif.

En ese sentido, Sánchez ha avanzado que el Gobierno está "promoviendo" una reunión con la Generalitat, si bien la medida tendría alcance estatal.

Desde el departamento de Emergencias valenciano aseguran que este tipo de convenios de colaboración son una "práctica habitual" en el sector y destacan contar con un sistema capacitado para asumir esta labor en caso de que la iniciativa planteada por Sánchez cristalice en el futuro.