La coalición goza de buena salud y socialistas y morados están dispuestos a demostrarlo. Con palabras y con hechos. Un día después de que Pedro Sánchez mostrara su confianza en que la coalición se mantendrá unida hasta el final de la legislatura, el presidente del Gobierno quiso reforzar esta idea con una reunión con Yolanda Díaz previa al parón veraniego para "fortalecer" la alianza. Fuentes del Ejecutivo aseguran que se trató de una cita "muy positiva y fructífera", pese a que este mismo lunes surgía una nueva discrepancia entre ambos socios a cuenta de la nueva ley de Secretos Oficiales que ha impulsado el ala socialista.

Casi un mes después de que la vicepresidenta segunda reclamara una reunión extraordinaria y "urgente" de la comisión de seguimiento del acuerdo de coalición por el incremento del gasto militar, Sánchez y ella se reunieron en La Moncloa. La cita estuvo precedida por las palabras del presidente del Gobierno a los periodistas durante su gira por los Balcanes sobre lo "bueno" que sería que la coalición se mantenga firme hasta los comicios generales de 2023, a los cuales confía que Díaz llegue con su plataforma Sumar.

Durante estos días, fuentes próximas al presidente del Gobierno defendían que este no tenía problema en verse con la vicepresidenta segunda, pero que la apretada agenda del jefe del Ejecutivo lo hacía difícil. El propio Sánchez puso en valor este lunes en Tirana (Albania) la necesidad de mantener un contacto fluido entre los dos partidos del Ejecutivo: "Dialogar, hablar entre los socios es siempre importante, y somos favorables a que se pueda producir la reunión [de la comisión de seguimiento del pacto entre PSOE y UP]".

La cita sirvió también como antesala de los retos a los que se enfrentará el Gobierno de coalición a la vuelta de las vacaciones estivales. "Vamos a seguir trabajando mano a mano", subrayaron las mismas fuentes que hicieron hincapié en la negociación de los Presupuestos para 2023 que arrancó este lunes con una reunión entre la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el jefe de Gabinete de Díaz, Josep Vendrell, y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez.