Pedro Sánchez espera que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) haga su trabajo y nombre, antes del 13 de septiembre, a los dos magistrados del Tribunal Constitucional que le corresponden. Pero también, consciente de que el órgano de gobierno de los jueces puede remolonear, lanza un aviso nítido: si no cubre las dos vacantes en plazo, el Gobierno sí lo hará, “cumplirá la ley”, designará a los dos magistrados que le tocan “en septiembre”. Sin más dilación y sin esperar al CGPJ. Con ello, el Ejecutivo logrará voltear la mayoría del tribunal de garantías: de conservadora a progresista.

El presidente lanzó ese mensaje explícito este lunes, donde cerró su gira por los Balcanes. Lo hacía en Tirana, después de haber visitado Belgrado (Serbia), Sarajevo y Mostar (Bosnia y Herzegovina), Podgorica (Montenegro) y Skopje (Macedonia del Norte). Sánchez se reunió en la capital de Albania con el primer ministro del país, Edi Rama, y posteriormente con el presidente de la República, Bajram Begaj, quien tomó posesión del cargo hace escasamente una semana.

Lesmes ha fijado el pleno del CGPJ para el 8 de septiembre, aunque no hay garantía de que allí se alcance el consenso para designar dos candidatos por las reticencias de un sector del órgano

Cuatro de los 12 magistrados del TC agotaron su mandato el pasado 12 de junio. Dos nombramientos, según el artículo 159 de la Constitución, ha de hacerlos el Gobierno y otros dos el CGPJ. Pero como había dudas legales de que el Ejecutivo pudiera elegir a los dos miembros que le tocan sin que lo pudiera hacer el Poder Judicial —tenía vetados todos los nombramientos al estar en funciones desde diciembre de 2018—, los socialistas promovieron un cambio de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ).

La reforma se completó el pasado mes de julio. Socialistas y Unidas Podemos presentaron su propuesta de modificación de la ley para que el CGPJ, aun con su mandato vencido, pueda hacer solo dos nombramientos: el de dos magistrados del TC. La reforma fue aprobada de urgencia y en lectura única por Congreso y Senado con la ayuda de los socios de izquierdas y ya está en vigor.

El PSOE, durante el rápido trámite parlamentario, introdujo una enmienda para garantizar que la renovación se acometerá, a la vista de que el CGPJ amagaba con remolonear: fijó un plazo de tres meses para ejecutar el relevo en el TC. Es decir, que los nombramientos tendrían que estar hechos el 13 de septiembre.

Maniobra dilatoria

Carlos Lesmes, presidente del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, señaló el pleno para el 8 de septiembre. Pero los vocales conservadores del órgano de gobierno de los jueces han deslizado que convocar una sesión no tiene por qué garantizar que ese día haya pacto para designar a dos magistrados (uno progresista y uno conservador, si se sigue la tradición). Es decir, que el Gobierno podría tropezar con una maniobra dilatoria de un CGPJ en funciones desde hace más de tres años y medio. Lesmes ya exhortó a los vocales a que alcancen consensos y propongan candidatos que reúnan los 12 votos requeridos.

El presidente vuelve a hacer un llamamiento al PP para que cumpla con el mandato de la Carta Magna y proceda a renovar el CGPJ. Ahora se suma otra vacante en el TC por renuncia de un magistrado

Sánchez, desde Tirana y a preguntas de los periodistas, se mostró “convencido” de que el CGPJ “cumplirá con la ley y por tanto dará los nombres y una propuesta para renovar los magistrados del TC”. Pero enseguida enlazó con el severo aviso: “Desde luego, el Gobierno de España lo hará en el mes de septiembre”. Es decir, que el Ejecutivo designará a los dos magistrados que le corresponden sí o sí, lo haga o no el CGPJ.

El líder socialista volvió a emplazar al PP a cumplir con el mandato constitucional y renovar el Poder Judicial. No deja de ser un llamamiento ya casi baldío, porque tras el último intento, justo en la víspera del arranque del debate del estado de la nación, entre el ministro Félix Bolaños y el dirigente popular Esteban González Pons, resultó infructuoso. Los dos grandes partidos ya asumen que no será posible llegar a ningún acuerdo en esta legislatura, pero no por ello el Gobierno deja de denunciar que el PP “incumple la Constitución”. Este es un asunto que irrita especialmente a Sánchez. Le rebela que el partido de Alberto Núñez Feijóo ya diga “con descaro” que no piensa acatar la Carta Magna y la ley. Además, al margen del tercio que tienen por cubrir CGPJ y Gobierno, está pendiente de elegir la plaza en el TC que dejó libre el magistrado Alfredo Montoya, de 85 años, que renunció la pasada semana por motivos de salud.

El presidente también fue preguntado por los periodistas por las reformas legislativas que el Gobierno y el Govern se comprometieron a explorar antes de final de año en la última reunión de la mesa de diálogo, la semana pasada. En el aire está la rebaja del delito de sedición. Sánchez mantuvo la tesis oficial: él es "favorable a reformar el Código Penal" porque España debe "homologarse a otras democracias" del entorno y no es una cuestión, alegó, de una "opinión política", sino de que una "mayoría" de penalistas "sugieren" ese cambio. "Hay que hacerla, pero para ello es necesaria una mayoría parlamentaria, y a día de hoy yo no la veo, y cuando la haya, el Gobierno la planteará, como no puede ser de otra manera", respondió.

"Buenos amigos pueden tener sus diferencias"

La comparecencia con Rama exhibió la sintonía entre los dos dirigentes socialistas, sobre todo por el objetivo común de que Albania y el resto de los países balcánicos logren adherirse a la UE, pero también sus diferencias por la independencia de Kosovo. Justo en un pico de tensión, porque los serbios instalaron barricadas en dos puntos fronterizos entre los dos países a raíz de la aplicación de la prohibición de documentos de identidad y matrículas serbias en Kosovo. La medida entraba en vigor este 1 de agosto pero, tras la presión internacional y de la misión K-FOR de la OTAN, las autoridades de Prístina recularon y aplazaron la prohibición un mes, hasta el 1 de septiembre.

El jefe del Ejecutivo y el 'premier' albanés muestran sus discrepancias respecto a Kosovo pocas horas después del último episodio de tensión con los serbios. España, dice Sánchez, no puede reconocer a Prístina

El primer ministro albanés pidió el cese de una escalada de la violencia que "no es razonable" y defendió que el Gobierno de Kosovo tiene "el derecho y el deber de aplicar los acuerdos" que adopta, así como de ejercer "su soberanía territorial, que emana de su independencia". "Los acuerdos con la otra parte están para ser aplicados, no para ser discutidos", advirtió. La prensa local preguntó a Sánchez por qué España sigue sin reconocer Kosovo. "Buenos amigos, como España y Albania, pueden tener sus diferencias, y la tenemos con Kosovo", justificó. España, dijo, no puede apoyar una declaración unilateral de independencia como la que se dio en 2008 —"lo decimos con todo el respeto al pueblo albanés", repitió tres veces— porque "viola el Derecho internacional". Eso sí, España apoya los avances que se produzcan en el seno del diálogo Belgrado-Prístina.

Rama, preguntado a continuación, subrayó que las diferencias con España no "obstaculizan" que los dos países puedan entenderse en otros muchos asuntos. Además, añadió, Madrid tiene "razones internas" para leer como lee su relación con Prístina. Pero Tirana continuará respaldando la secesión de Kosovo —"no esperen que cambie de opinión"— y defendiendo a su Gobierno. Lo que para él prueban los incidentes de la pasada noche es que hay que seguir "trabajando con testarudez por la paz, con perseverancia". Llamó a un ejercicio de realismo, porque no se puede retroceder, volver a un conflicto: "Hubiéramos querido tener otros vecinos, pero son ellos [los serbios]. Serbia está allí, no se va a ir a otro lugar, y Kosovo igual. Hay dos caminos: o repetir el pasado o esto, y la historia me dará la razón".

Mejor no ponerse plazos

Sánchez trasladó a todos los líderes de la región el apoyo absoluto de España a su entrada en la UE. Serbia, Montenegro, Macedonia del Norte y Albania ya tienen el estatus de candidatos, pero no Bosnia y Herzegovina. Precisamente la semana pasada Bruselas abrió las negociaciones para la integración de Tirana y Skopje, una vez que Bulgaria levantó su veto. "Si hay un alumno aventajado en el proceso de adhesión a la UE es Albania, por su compromiso y por las reformas que ha hecho", apuntó, pidiendo al Ejecutivo de Rama que "continúe ese impulso reformista". El presidente ha venido recalcando en su viaje de cuatro días la importancia de la perspectiva europea para estos países, porque ese horizonte de entrada en el club comunitario es lo que puede estabilizar la región, acelerar las reformas y evitar que Rusia aumente su influencia. Para España, los dos caminos, la mayor integración y la ampliación de la Unión, son "estratégicos".

Albania pone sus esperanzas en la presidencia española de la UE, en el segundo semestre de 2023

Ni Sánchez ni Rama quisieron poner plazos a la entrada de Albania (y del resto de países) en la UE. "Nos haríamos un flaco favor. Sí puedo manifestar la voluntad política del Gobierno de España y queremos que sea lo más pronto posible porque redundará en beneficio de la Unión", explicó. Rama sostuvo que ha aprendido una "lección muy importante": "Nunca hay que poner plazos cuando interactúas con la UE". Albania alberga una "expectativa muy alta" en la presidencia española de la UE, en el segundo semestre de 2023, y también de las presidencias siguientes, de Bélgica y Hungría, por su posición "claramente europeísta" y favorable a los Balcanes. Pero su Gobierno no espera que las tres presidencias rotatorias hagan el "trabajo" de reformas que corresponde a los albaneses.

Sánchez declaró a España como país "amigo y aliado" de la región y de Albania. "Buen amigo" de ambos, reconoció Rama. Los halagos eran repetidos en todas las capitales en estos últimos cuatro días. No en vano, ningún presidente español había pisado en visita oficial Serbia, Montenegro, Albania y Macedonia. Los Balcanes Occidentales agradecen que España se vuelque con ellos y defienda su adhesión y les empuje a las reformas. Ciertamente, no será fácil, por la inestabilidad y las tensiones políticas, pero para Sánchez no hay otro camino.