En los asuntos que afectan las cloacas policiales todo es complicado. Y en lo relativo a la 'Operación Cataluña' todavía más, porque la Fiscalía y la Justicia española no ven delito para abrir un procedimiento por la supuesta investigación sin aval judicial de las cloacas del Ministerio del Interior del Gobierno de Mariano Rajoyporque consideran que lo que hubo se enmarcó en una labor policial. Sin embargo, han avalado las investigaciones desarrolladas en Andorra. Y ahí está la paradoja principal: unas notas informativas que, según el excomisario José Manuel Villarejo, redactaba para el que era Director Adjunto Operativo (DAO), Eugenio Pino, están declaradas secretas en España y, de forma paralela, han sido incorporadas en dos causas judiciales del país pirenaico, que las ha difundido a las partes personadas.

Son las relativas a cómo se consiguió el “pantallazo” con las cuentas de los Pujol que publicó 'El Mundo', en julio de 2014 tras lo que el expresidente catalán Jordi Pujol admitió tener dinero en Andorra procedente de la herencia de su padre. En esas notas, Villarejo cuenta un encuentro en el hotel Villamagna entre el entonces responsable de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, y el que era director general de la Banca Privada de AndorraJoan Pau Miquel, en el que este reclama 500.000 euros por facilitar información de los Pujol. Según los documentos “apócrifos”, se pagaron de los fondos reservados. Sin embargo, otras fuentes consultadas desmienten que los servicios secretos abonaran cualquier cantidad, y aseguran que todo es una invención del polémico comisario, que afronta una acusación de la Fiscalía de 109 años de cárcel.

Dos declaraciones

Villarejo, principal imputado en España de las cloacas policiales, ha declarado dos veces ante la justicia andorrana, pero como testigo. Una fue en el procedimiento iniciado a raíz de una querella presentada en 2016 por los dueños de la BPA andorrana, los hermanos Higini y Ramón Cierco, contra los policías que dicen que les presionaron con la “muerte” del banco si no escuchaban a la “gente de Madrid”. Es la que se amplió en 2020 con, entre otras personas, el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y sus ministros Cristóbal Montoro y Jorge Fernández Díaz, por delitos de coacciones, amenazas de un mal constitutivo de delito, chantaje, extorsión a órganos constitucionales y documento falso, y en la que recientemente se ha cursado una comisión rogatoria para que se personen en las actuaciones.

Sin embargo, una grabación incluida en el sumario del caso Tándem muestra que en realidad Villarejo urdió en 2017 junto a su socio Adrián de la Joya y el empresario Alberto Pedraza un plan para que la Policía y la Justicia españolas iniciaran una investigación contra los integrantes del Gobierno de Andorra, para intentar frenar la intervención de la Banca Privada d'Andorra (BPA), propiedad de los Cierco.

Villarejo declaró de forma extensa en una causa abierta por revelación de secretos ante el Juzgado de Instrucción número 1 del Principado de Andorra. Ante la juez Batlle, en julio del 21, el excomisario atribuyó toda responsabilidad en la adquisición del “pantallazo” de los Pujol a Martín-Blas, para a continuación añadir que él, como agente de inteligencia, “había recibido órdenes” del “Gobierno de hacer un seguimiento sobre el movimiento económico del clan Pujol”.

En la declaración de Villarejo, a la que ha tenido acceso este diario, se le oye contar que Martín-Blas había dicho que una persona le dio el pantallazo de los Pujol en una reunión en la Dirección General de la Policía, a la que también asistieron Pino, y el entonces director general, Ignacio Cosidó. Según el comisario, el responsable de Asuntos Internos tuvo que actuar por encargo “de las máximas instituciones del Gobierno español y especialmente del CNI, que era quien analizaba ese tipo de información”.

Pese a su versión, la mencionada grabación de 2017 del propio Villarejo pone de manifiesto que el propio Pedraza planeó culpar al comisario principal Martín-Blas de la "Operación Cataluña", pues de forma literal dice: "Pepe [Villarejo] tiene que subir a la sombra de la Justicia andorrana. [...] Y buscaremos la fórmula de decir: oye, es que Martín-Blas me quitó, pero yo he seguido trabajando, y allí derrotas a todos. Y Marcelino sabía perfectamente que los Pujol tenían las cuentas. Y el otro [Marcelino Martín-Blas] no tiene ni puta idea, porque no es tan listo como nosotros. Y le echas la mierda".

Precisamente, el propio Villarejo fue interpelado por el fiscal en una de sus declaraciones de Andorra sobre la mencionada conversación que grabó a Alberto Pedraza, en la que el empresario admitió recibir dinero de los Cierco. Sin embargo, el comisario jubilado lo negó, al tiempo que acusó al CNI de haber alterado la grabación, que no obstante consta como prueba válida en el caso Tándem.

“El que sí que ha estado es Villarejo”

Por su parte, Eugenio Pino también declaró ante la jueza andorrana en el procedimiento en el que está imputado Rajoy. Negó que Martín-Blas se hubiera entrevistado con Joan Pau Miquel por orden suya, que es lo que había declarado el exresponsable de Asuntos Internos, que, además, sostuvo que solo tuvo éxito en su gestión después de que Pino asistiera a la boda de un sobrino de un abogado relacionado con los Cierco y que compartiera mesa con uno de ellos.

El ex director adjunto dio la versión contraria: que asistió la boda a petición de Martín-Blas. Y a la pregunta de si este comisario había estado en Andorra, respondió: “El policía de España que no haya estado no es policía, porque Andorra es un país afectivo… El que sí que ha estado es Villarejo que ha ido a ofrecerse por animadversión, para perjudicar”.

El ex director adjunto operativo negó haber recibido notas informativas de Villarejo, porque hacerlo suponía “blanquearlas”. Añadió que lo que hizo con el “pantallazo” de los Pujol fue entregárselo a la UDEF y al ministro, porque, como no tenía membrete del banco y solo constaba de números, no se podía hacer nada con él hasta que el propio 'expresident' le dio legitimidad al reconocerlo y tratar de justificarlo con la herencia.