Juanma Moreno llegó a la sede nacional de Génova entre pasillos de aplausos. A las puertas le esperaban los jóvenes de Nuevas Generaciones desatando un nuevo fenómeno fan. La mayoría absoluta lograda en Andalucía consiguió una imagen que desde hacía tiempo no se vivía en el cuartel general de los populares: sonrisas, abrazos y una moral de victoria indiscutible entre los casi 400 cargos que coincidieron en el cónclave.

Justo después el presidente andaluz entraba en la sala acompañado por Alberto Núñez Feijóo en un nuevo pasillo de aplausos y gritos de los principales cargos. Saludos cálidos con los presidentes autonómicos y especialmente con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que después también citó para hablar de “competencia sana” entre comunidad recurriendo a las bromas pero dejando claro también que su intención es posicionar a Andalucía como gran locomotora económica de España.

Los dos dirigentes avanzaban hacia el escenario mientras sonaba ‘Glory days’ de Bruce Springsteen. El primero en tomar la palabra fue Moreno y después de haber hecho una campaña basada en su propia marca “Juanma”, lanzó un guiño a todo su partido: “Cómo no me voy a sentir orgulloso de ser militante del PP. Feijóo ha demostrado que se puede hacer política de otra manera, con otros estilos y otras formas. Te auguro grandes éxitos. España necesita un cambio político ya”, dijo Moreno en una de las muchas menciones que hizo al líder nacional con la intención de seguir proyectando la lectura nacional de estas autonómicas. 

Citó expresamente a Javier Arenas, José Ignacio Zoido y Teófila Martínez y recalcó algunos de los hitos que le llevaron a hacer historia en la noche del 19 de junio, muy especialmente la victoria en la provincia de Sevilla. “Digo con orgullo que ese monopolio en el poder del Partido Socialista ha saltado por los aires”. Como lleva haciendo desde la noche electoral, Moreno insistió en pedir “prudencia” y reconoció que los resultados le llevan a tener “más responsabilidad que euforia”, poniendo en valor su estrategia política: “Hemos sabido entender a Andalucía, entender que tenemos que tener puntos de encuentro, que se puede razonar de una manera serena y no insultar ni levantar la voz”.

Pidió en varias ocasiones “mantener los pies en la tierra” a pesar de los 58 escaños y dejó claro que el éxito tiene que ver con que los andaluces “han mirado al PP porque les representa, su estilo, su capacidad de gestión y su trayectoria frente a las políticas obsoletas e incapaces que plantea Sánchez”. El presidente andaluz recordó a los principales cuadros de su partido que “la sociedad quiere cambios políticos en profundidad, con determinación, pero también con serenidad y moderación”.

También insistió en que la mayoría absoluta no les puede hacer caer en errores como “perder la permeabilidad” ni “gobernar solo para unos pocos como hacen otros”. “Yo veo que hay un presidente que ha perdido el contacto con la calle. Cuando no puedes tomarte una cerveza o un café, escuchar la crítica, solo quieres escuchar lo bueno y lo guapo que eres, y no eres capaz de escuchar a gente que te dice que esto que haces le está haciendo daño, significa que has perdido la conexión con la realidad”, zanjó.

Miró a Feijóo en varias ocasiones: “Desde el sur te miran con respeto, con esperanza y pensando en el futuro. Esta responsabilidad que asumo es también tu responsabilidad”, le dijo. El líder andaluz reconoció la “angustia” en las familias de su comunidad con la inflación y la situación económica que viene: “Este gobierno está desbordado, necesitan serenidad y políticas fiables. Andalucía necesita un presidente que piense en los españoles del sur”, volvió a recalcar.