Por mucho que Juan Carlos I le dijera a sus amigos de Sanxenxo que quería regresar a España para asistir este viernes a la 7ª edición de la regata que lleva su nombre, el exjefe de Estado ha decidido no volver a poner en aprietos a su hijo ni perjudicar más a la Corona y ha aplazado su segunda visita. Según fuentes del entorno del emérito, Juan Carlos I ha sido aconsejado por algunos de sus amigos madrileños y antiguos colaboradores de la Zarzuela para que este segundo desplazamiento sea más discreto y se desarrolle de tal manera que no se convierta en el espectáculo mediático de su primera visita, el mes pasado.

Tras aquellas imágenes abriendo telediarios y portadas de periódicos y las casi 11 horas de reunión en el Palacio de la Zarzuela con su hijo, Felipe VI, parecía difícil que el emérito, que se fue a vivir al extranjero en agosto de 2020, según dijo, para facilitar la labor a su heredero, volviera al cabo de los 15 días a otra actividad lúdica.

En esta ocasión, la Casa del Rey no ha querido ser portavoz de Juan Carlos I y no ha aclarado cuáles eran sus planes, algo que ha dejado en ese entorno amplio que mantiene contacto con el emérito desde las ciudades de Sanxenxo y Madrid. La Zarzuela, con algunas excepciones, dejó de informar de las actividades del exjefe de Estado en junio de 2019.

El monarca tenía muchas ganas de volver a disfrutar del mar en Sanxenxo en la regata Rey Juan Carlos (del 10 al 12) y, sobre todo, defender el título mundial que ostenta su barco, el 'Bribón', en la competición que se desarrollará del lunes, 13, al sábado, 18, y que llevará a Pontevedra a los mejores en la categoría 6m. Pedro Campos, patrón del 'Bribón', ha declarado a Efe que su cambio de opinión responde a "motivos estrictamente privados".

Según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, medio que pertenece, al igual que este diario, al grupo Prensa Ibérica el impacto mediático y político del primer desplazamiento llevó a varios amigos del Rey de su entorno de Madrid y también antiguos asesores del emérito en la Zarzuela a tomar la iniciativa de advertirle estos días de la necesidad de plantear sus visitas a España con más decoro institucional.

Rafael Spottorno, exjefe de la Casa del Rey, llegó a decir en público la semana pasada que Juan Carlos I había "perjudicado" a la monarquía. Spottorno considera que el emérito, la Zarzuela y el Gobierno de Pedro Sánchez deben encontrar una solución ya a la vida en España del emérito, porque sería "catastrófico" que muriera en el extranjero. En opinión del exjefe de la Casa, el monarca debería vivir "donde quiera", "residir en España cuando quiera" y alojarse en un "espacio público de Patrimonio Nacional o Patrimonio del Estado".