La campaña de las elecciones andaluzas, que empieza en la madrugada de este jueves, no contará con la presencia de presidentes autonómicos ni tampoco con expresidentes nacionales. Alfonso Fernández Mañueco está este lunes de visita en Andalucía y este martes será el turno de Isabel Díaz Ayuso en la provincia de Cádiz. Pero no repetirán en las dos semanas previas a las elecciones. Tampoco participarán Mariano Rajoy y José María Aznar, que sí estuvieron presentes en la campaña de Castilla y León del mes de febrero.

El PP quiere centrar todos sus mensajes en clave andaluza sin injerencias externas y recalcar que las decisiones sobre su comunidad se toman allí exclusivamente.

Como publicó El Periódico de EspañaFeijóo tendrá su propia campaña por entender que su marca propia "suma", y coincidirá con Moreno en apenas dos ocasiones. Solo hay confirmada una, el 11 de junio en Antequera (Málaga). El líder nacional del PP estará en Andalucía en cinco ocasiones más, los días 3 y 4 con el arranque de campaña, el 12 y justo después el 14 y el 15 de junio. No está prevista, al menos por ahora, su asistencia al cierre. Se trata de una campaña con total autonomía del PP andaluz (Feijóo no quiere repetir errores del pasado, como ocurría con Pablo Casado, que intentaba dirigir las campañas desde Génova) y la presencia de dirigentes externos a Andalucía estará muy limitada.

Gobierno en solitario

El comité de dirección del PP se reunió en Génova en su cita semanal de cada lunes e insistió en la estrategia de buscar hasta el final un gobierno en solitario que excluya a Vox. El coordinador general, Elías Bendodo, que además es el director de la campaña del 19-J, dejó claro que “el único pacto que repetiríamos”, si los números dan, es el de la coalición con Ciudadanos. “Nosotros aspiramos a una mayoría suficiente, amplia, que dé tranquilidad a los andaluces”, explicó Bendodo, para repetir que el PP se dirige “a la Andalucía moderada” que confía en Moreno.

Sin mencionar la repetición electoral a la que el presidente autonómico ya se abrió (y para la que cuenta con el apoyo de los principales barones del partido), Bendodo buscó distintas fórmulas para dejar claro que la voluntad de los populares es conseguir un gobierno monocolor (solo reeditarían el gobierno conjunto con los naranjas, que muchas encuestas sitúan en una horquilla muy baja de diputados, algunos incluso lo sitúan en la extinción). En la dirección nacional siguen pensando que Vox tendría imposible explicar un voto contrario a Moreno en una investidura si suman más escaños que la izquierda junta. Y esa es la carta por la que apostarán hasta el último momento.

Ya se vio claro este fin de semana, en un gran acto de precampaña al que acudió Alberto Núñez Feijóo, que apostó por exhibir la moral de futura victoria y dejar a Vox en la más absoluta indiferencia. 

Bendodo evitó pronunciarse sobre Macarena Olona (candidata de Vox) y sobre si realmente el PP cree que la dirigente ha dejado su escaño en el Congreso para quedarse como diputada autonómica rasa en el Parlamento andaluz sin forzar su entrada en el futuro gobierno. “No vamos a opinar de otros candidatos. Los respetamos, sean de Andalucía o de fuera de Andalucía”, dijo, enviando el primer recado a la candidata ultra. “Vamos a por el mejor resultado posible”, zanjó el coordinador general.