Dos jóvenes de la CNT vinculados a movimientos memorialistas pueden acabar siendo juzgados en Zaragoza por retirar placas de la época franquista y con símbolos de Falange que todavía lucían en fachadas de antiguos bloques de pisos de la capital aragonesa.
Los imputados fueron sorprendidos por una patrulla de la Policía Local cuando, sirviéndose de una escalera de mano, quitaban una de las placas de estas características, que deberían haber sido retiradas en su día por los responsables municipales en cumplimiento de la legislación de recuperación de la memoria histórica.
"El caso ha sido admitido por la justicia tras una denuncia de la Policía Local, porque las comunidades de vecinos afectadas por la retirada de los símbolos franquistas no han querido hacerlo al considerar que no existe delito y que tampoco se han causado daños en las fachadas", explica Ramón Campos, abogado de los dos acusados, que ha solicitado el archivo de las actuaciones.
De prosperar la denuncia, los dos jóvenes podrían sentarse en el banquillo acusados de un delito de daños, que está castigado con penas de multa y hasta con seis meses de cárcel en algunos supuestos.
"Es una acusación sin sentido porque lo cierto es que no hay daños, ya que se quitaron utilizando un destornillador", explica Campos. Además, añade, su conducta tampoco encaja en un delito de realización arbitraria del propio derecho, dado que la Ley de Memoria Histórica impone la obligatoriedad de eliminar de las calles y fachadas los rótulos con simbología franquista".
Apoyo vecinal
En principio habría cuatro comunidades de vecinos afectadas, pero ninguna de ellas ha mostrado su deseo de personarse en la causa penal. Nadie ha visto mal que desaparezcan unas placas con el yugo y las flechas de Falange.
Al contrario, la iniciativa de los dos jóvenes de CNT se ha granjeado el apoyo de distintas asociaciones memorialistas, así como del movimiento vecinal del barrio de Torrero.
Los propios acusados han relatado que, al ver la "inacción de las autoridades municipales", decidieron retirar ellos mismos las placas que proliferan todavía en edificios de viviendas construidos en los años 50, 60 y 70 del pasado siglo.
Fue así cómo, provistos de una escalera de mano, se echaron a la calle y empezaron a desatornillar las placas de la época de la dictadura que hallaban a su paso.
En la mañana de ayer los acusados comparecieron junto a su letrado en el juzgado que tramita el caso, con el fin de prestar declaración sobre los hechos. Por este motivo, un grupo de personas se concentró en la Ciudad de la Justicia de la capital aragonesa para protestar por la judicialización de una conducta que, según denunciaron, no constituye un delito, sino más bien un deber de la ciudadanía zaragozana.
