El Gobierno llevaba todo el día asomado al abismo intentando atar voto a voto los apoyos suficientes para aprobar el real decreto ley de medidas frente a la guerra en Ucrania de este jueves. El estallido del caso Pegasus haya hecho saltar por los aires su relación con ERC y el malestar con sus socios no sólo había ido a más en las últimas horas sino que realmente hacía peligrar la convalidación de un texto clave para el Ejecutivo. La ansiedad en el seno del Ejecutivo es máxima y por ello decidió anunciar a última hora del miércoles que tramitará como proyecto de ley el decreto, abriendo la puerta a incorporar propuestas del resto de grupos políticos más adelante. Su objetivo es salvar la votación de este jueves.

En paralelo al rechazo de los socios el Gobierno ha ido intensificando sus contactos con el PP, que sigue dudando entre la abstención y el no. El voto del primer partido de la oposición se ha convertido en esencial. En la noche del martes se produjo una llamada entre la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el responsable económico popular, Juan Bravo, pero no hubo posibilidad de acercamiento. Esta misma tarde el PP redoblaba su posición enviando una carta en la que exigía precisamente la tramitación como proyecto de ley, eso sí, incorporando cuatro puntos clave de la propuesta económica de Alberto Núñez Feijóo. El Gobierno no ha aclarado por ahora que vaya a tenerlos en cuenta y solo habla de esa tramitación futura.

De hecho, la misiva ha tenido finalmente una respuesta oficial por parte de Montero en un tono nada favorable a las exigencias del principal partido de la oposición. La ministra reprocha al PP que haya dado a conocer su carta a los medios y le exige que en su voluntad de acuerdo incluya también la renovación del Consejo General del Poder Judicial, además de otros reproches. Con esta contestación no parece muy factible que se pueda llegar a un mínimo entendimiento entre el Gobierno y el principal partido de la oposición. Y el movimiento parece destinado a convencer a algunos grupos pequeños de que se incorporen al bloque del sí.

Pero, la realidad es que, si los republicanos rechazan o se abstienen en la votación del real decreto ley, los socialistas necesitan la abstención del PP. Todos los intentos de convencer a ERC de que, al menos no vote en contra, o de atraerse a los populares han fracasado hasta ahora. Por eso se multiplicaron las llamadas a todos los grupos parlamentarios para armar una mayoría, aunque sea por la mínima. Y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cancelado su viaje a Moldavia y Polonia para estar presente en el Congreso por lo ajustado de los números.

Este enroque de ERC ha revalorizado el voto del PP, que insiste en no desvelar aún sus cartas, obligando al Ejecutivo a sondear cuáles son sus intenciones. En la carta escrita de esta tarde los conservadores acotaban a cuatro puntos su exigencia para apoyar el decreto. En concreto, una rebaja de impuestos a las rentas medias y bajas, una bajada del IVA para la electricidad, medidas para agilizar la gestión de los fondos europeos y una racionalización del gasto burocrático y político del Gobierno. La idea es que ambos vuelvan a hablar. En realidad es la posición inicial del PP: solo darían su sí al decreto si el Ejecutivo asumía buena parte de las propuestas fiscales que enviaron a Moncloa el pasado viernes y que Sánchez se ha negado a admitir. Montero ya les ha respondido que todas estas propuestas requieren de un "análisis profundo" porque un Gobierno "responsable" debe tener en cuenta el "impacto económico y presupuestario" que el PP, señala, no ha reflejado.

Los populares, como ya publicó este diario, se mueven desde hace días entre la abstención y el no. Aunque hace semanas, cuando el Consejo de Ministros aprobó el texto, la balanza se inclinaba a la posición de abstenerse a la hora de convalidarlo en el Congreso, durante este fin de semana la cúpula conservadora se ha ido inclinando a valorar un voto en contra. Primero, por los problemas crecientes del Ejecutivo tras el escándalo del espionaje, que amenaza con tambalear la legislatura.

Y, además, en el PP entienden que el decreto “se ha quedado muy corto” y es “insuficiente” para dar salida a la crisis inflacionista que viven los ciudadanos. Por eso creen que votar en contra no supondría un desgaste tan grande. Por su parte, Inés Arrimadas ya avanzó el lunes por la noche que sus nueve diputados votarán en contra. Este miércoles por la mañana Félix Bolaños volvió a contactar con Edmundo Bal para sondear un cambio en su voto, pero fuentes de la dirección nacional confirmaron a este diario que el voto no cambiará.

No obstante, en el PSOE todo son dudas porque consideran que el PP es consciente de la "debilidad" del Gobierno y eso anima a las formaciones de centro derecha, al unísono, a tumbar el decreto para propinar una sonora derrota a Pedro Sánchez. Por eso se está buscando una mayoría alternativa que pueda resistir el rechazo de ERC y del PP o decisiones políticas que lleve a convencer a estas dos formaciones de que se muevan a la abstención. A lo largo del día, en las negociaciones que encabeza el ministro de Presidencia, Bolaños, esto es lo que se ha estado buscando. Al menos la de EH Bildu, para restar vigor al bloque en contra, y sumar a la ecuación a todos los síes posible. Con este propósito se han mantenido contactos con el BNG, con Teruel Existe, con Nueva Canarias y con Coalición Canaria.

Durante todas estas conversaciones, según ha podido saber este periódico, ya se había ofrecido a Nueva Canarias la tramitación del real decreto como proyecto de ley para conseguir su voto favorable. Se estaban haciendo esfuerzos también por lograr el sí del BNG pero desde esta formación aseguran que no aclararán su postura hasta este jueves.

El apoyo de partidos con un solo diputado se ha convertido en trascendental. Fuentes socialistas enmarcaban esta mañana el no de ERC en el hecho de que están "muy, muy enfadados" por el presunto espionaje a líderes independentistas y que "Pere Aragonès ha visto en esta situación de tensión con el Gobierno la oportunidad de comerse a Junts".