Ha llegado a primera hora de la mañana en silencio. Alberto Luceño, el primer imputado, se ha encontrado con menos expectación que su compañero de negocios. Luis Medina trataba de llegar a los juzgados de Plaza Castilla entre una nube de cámaras y periodistas. Le ha costado acceder al edificio, no ha contestado a ninguna pregunta y dentro solo ha respondido al juez y a su abogado, declaración que ha durado menos de una hora. Mientras, el alcalde José Luis Martínez-Almeida en un acto del Ayuntamiento insistía en que nada tienen que ver con este caso, que son ellos los estafados. Y a los que señalan al consistorio, Almeida les recuerda los tres altos cargos del Gobierno imputados por diferentes contratos.