El Gobierno de Pedro Sánchez borró la semana pasada de un plumazo décadas de neutralidad en el conflicto del Sáhara Occidental, la colonia que España administró durante más de un siglo. Se pasó del apoyar una solución “mutuamente aceptable” y por la vía del referéndum de autodeterminación que plantea la ONU para los saharauis y su territorio -- uno de los pocos que quedan formalmente por descolonizar-- a adoptar la posición de Marruecos. Autonomía dentro del Reino alauí, la misma que defiende la Administración Biden. Todo a cambio de una compromiso no escrito de estabilidad en la relación con Rabat.

Sidi Omar, el representante del Frente Polisario ante la ONU y también su coordinador ante la Minurso (la misión creada por el organismo para celebrar el referéndum y mantener una paz que voló hace unos meses), vive desde hace más de una década en Levante. Es doctor en resolución de conflictos y profesor habitual en los posgrados de la Jaume I de Castelló. Atiende a este diario por escrito. 

¿Cómo ha recibido el Frente Polisario el respaldo de España al plan de autonomía marroquí sobre el Sahara Occidental? 

El Frente Polisario y las autoridades de la República Saharaui (RASD) han emitido un comunicado en el que recalcan que la posición expresada por el actual Gobierno español carece de credibilidad, seriedad, responsabilidad y realismo, ya que constituye una desviación peligrosa que viola la legalidad internacional, apoya la ocupación y alienta la agresión y la política de los hechos consumados. El comunicado también subraya que el cambio anunciado por el Gobierno español es el resultado de intensos meses de chantaje marroquí. Esta nueva postura va en contra de las responsabilidades jurídicas, históricas y morales de España como ex potencia colonial. Cabe recordar que el auto emitido por la Audiencia Nacional en julio de 2014, que sentencia que España de iure, aunque no de facto, afirma que sigue siendo la potencia administradora del Sáhara Occidental, y como tal, hasta que finalice el periodo de la descolonización, tiene las obligaciones recogidas en los artículos 73 y 74 de la Carta de Naciones Unidas.

¿Se sienten traicionados por España?

Lamentablemente sí que nos sentimos traicionados nuevamente por un Gobierno español que, desde que asumió el poder, no ha cesado de declarar su apoyo a una solución basada en las resoluciones de la ONU. Así que mientras que nuestro pueblo esperaba que España corrigiera su gran error al entregar el territorio a Marruecos y Mauritania en 1975 en el marco de los infames acuerdos de Madrid, vemos a ese mismo gobierno declarando su apoyo al proyecto expansionista marroquí. Es un claro ejemplo de la falta de coherencia entre lo que este Gobierno dice a bombo y platillo y de lo que hace en realidad con respecto a la cuestión del Sahara Occidental.

El anuncio llega tras meses de negociaciones entre Madrid y Rabat. ¿Les informó España con antelación de la decisión que se disponía a adoptar?

No me consta que España haya informado al Frente Polisario y las autoridades de la RASD sobre su desafortunada decisión. Sabemos muy bien que Marruecos lleva mucho tiempo usando todos los medios para presionar y chantajear a España en lo que se refiere a Ceuta y Melilla, la inmigración, el terrorismo y obviamente el tema del Sáhara Occidental. Sin embargo, nadie entiende que España haya cedido tan fácilmente ante la presión marroquí y llegase a este giro muy lamentable en su política exterior respecto al Sáhara Occidental, que cuenta con mucho apoyo y solidaridad entre los españoles. 

Muchos observadores están perplejos por la decisión y, particularmente, por el momento en el que se produce, en medio de una crisis energética y con la guerra de Ucrania en marcha. ¿Qué contrapartidas ha ofrecido Marruecos a España?

No sabemos exactamente cuáles han sido las contrapartidas para que el régimen marroquí aceptara “normalizar” sus relaciones con España y dejara de chantajearla de vez en cuando. Lo cierto es que el Gobierno español ha abandonado su “neutralidad positiva” y, con ella, la posición que han mantenido los sucesivos gobiernos de España. Y la pregunta es ¿a cambio de qué? Sean cuales sean los motivos detrás de este giro lamentable, la nueva postura española solo sirve para envalentonar a Marruecos para que persista en su política de los hechos consumados y en su ilegal ocupación de parte del Sáhara Occidental. Sin duda, esta postura menoscabaría seriamente la credibilidad de España y, por consecuencia, su posible papel en el proceso de paz en el Sáhara Occidental. 

Argelia ha retirado a su embajador en Madrid. ¿Cómo puede afectar el cambio de postura a la relación entre España y Argelia? ¿Cree que Argel podría restringir el suministro de gas?  

La decisión tomada por Argelia es una decisión soberna y entra en el marco de sus relaciones bilaterales con España, y por lo tanto no tengo ningún comentario que hacer al respecto. 

Se están quedando solos, después de que EEUU y España le hayan dado a espalda. ¿Hay alguna posibilidad de que el Polisario contemple la autonomía que propone Marruecos?

El Frente Polisario, único el legítimo representante del pueblo saharaui, no se está quedando solo. Las posiciones de estos países son muy conocidas, así como el papel que ha jugado cada uno de ellos en el conflicto del Sáhara Occidental. Nuestra causa es justa, y, antes de todo, contamos con la inquebrantable determinación de nuestro pueblo para lograr su libertad e independencia. En lo que se refiere a la propuesta marroquí, el Frente Polisario no la contemplará nunca porque presupone que el estado ocupante ejerce soberanía sobre nuestro territorio, lo cual no tiene ningún fundamento. Además, lo que pretende Marruecos con esta propuesta ilegal es precisamente determinar de antemano el estatuto final del territorio y, en consecuencia, ejercer el derecho de decidir sobre este asunto fundamental en lugar del pueblo saharaui, lo que es absolutamente inaceptable.  

¿Cuáles serán sus próximos pasos?

Sabemos que el estado ocupante de Marruecos nunca ha tenido ninguna voluntad política para llegar a una solución pacífica y duradera al conflicto conforme a los principios de la legalidad internacional. La única solución que busca Marruecos es la continua irresolución del conflicto con la esperanza de que el tiempo le sirva para consolidar su política de los hechos consumados. De ahí que, de “proceso de paz” de la ONU, a Marruecos le interese solo el “proceso", no la paz. Nuestro pueblo ha hecho muchas concesiones a lo largo de las últimas décadas, pero bajo el liderazgo del Frente Polisario nunca aceptará la política de los hechos consumados del Estado ocupante y continuará su lucha por todos los medios legítimos para poder ejercer su derecho innegociable a la libre determinación e independencia.