El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, suele dosificar los tragos parlamentarios más delicados, y así, mezcla asuntos controvertidos en una única comparecencia. Lo hizo durante el estado de alarma largo que acabó en mayo de 2021 y lo ha vuelto a hacer ahora. El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha informado este martes, en rueda de prensa en el Congreso, que el miércoles 30 el mandatario socialista acudirá al hemiciclo para abordar tanto lo que suceda en el Consejo Europeo de finales de semana como lo que ha sido un giro histórico en la política exterior española: apoyar a Marruecos respecto de la autonomía del Sahara.

El reglamento de la Cámara Baja establece que el presidente está obligado a informar al Congreso de lo que se trate en las cumbres de los Estados que integran la UE. La próxima será los días 24 y 25. Va a ser un Consejo fundamental para ver, al menos en España, si será posible pagar menos por la factura de la luz. Tanto Sánchez como sus ministros llevan días diciendo que la reunión de "los 27" del jueves y del viernes marcará un punto de inflexión.

En ocasiones, esas comparecencias se hacen mucho después de las cumbres. No va a ser así en esta ocasión. El presidente cumplirá escrupulosamente y sólo seis días más tarde de lo que trate en Bruselas con sus colegas europeos estará en el pleno del Congreso para debatir sobre ello. Es lo que ha avanzado Echenique porque a él mismo, antes de comparecer ante los medios, se lo ha dicho el grupo socialista.

Los asuntos que confronten los grupos parlamentarios versarán sobre si el gas se desacopla del modelo energético, lo que propiciará el abaratamiento de la factura, y sobre otras cuestiones que la UE desea consensuar. La guerra de Ucrania provocada por Vladimir Putin está generando adversos efectos económicos en toda la Unión y las secuelas se notan ya en el día a día ciudadano. El combustible está tan caro que una plataforma de transportistas ha convocado paros que están desabasteciendo algunos supermercados. El sector primario se ha enfadado también. En definitiva, que una parte más que considerable de las soluciones al malestar social pasa por el Consejo europeo de esta semana.

Pero, por si no fueran temas de calado, el presidente incluirá otro no menor: el respaldo de España al plan autonomista que Marruecos propone para el Sáhara Occidental. El viraje, anunciado el viernes pasado por la tarde, ha molestado sobremanera a los socios y aliados políticos, retratando una soledad en el PSOE que no tiene precedentes esta legislatura. Los portavoces de esos partidos en el Congreso hablan ya de "días decisivos" porque los frentes abiertos a la vez son varios y graves.

Tanto molestó la decisión de Sánchez sobre el Sáhara que la inmensa mayoría de los grupos parlamentarios, desde el PP y Cs hasta Más País, ERC, PNV o EH Bildu, registraron este lunes una petición de comparecencia del presidente ante el pleno. Era tan abrumadora la mayoría que el PSOE, hiciera lo que hiciera, iba a perder. El Gobierno ha decidido recurrir a la obligatoria comparecencia tras los consejos europeos para adelantarla, ponerla la semana que viene, y de paso, tratar las relaciones con Marruecos y el Sáhara Occidental. Más o menos algo que Sánchez hizo durante el estado de alarma largo: juntó las comparecencias sobre los consejos europeos para informar sobre las medidas sanitarias de aquella época, en plena pandemia.