La exasesora de Podemos Dina Bousselham compareció por tercera vez este martes ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, en esta ocasión para dejar constancia de que no tiene nada que perdonar al exvicepresidente del Gobierno y exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, por haber tenido acceso a la información que contenía su tarjeta telefónica, ya que entre ambos había una relación de plena confianza que le permitía acceder a los dos acceder a los dispositivos del otro.

La comparecencia obedece al mandato que impuso al juez la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional para que aclarara si "consiente, tolera y acepta" que su antiguo jefe tuviera acceso al contenido de la tarjeta del móvil. Esa resolución iba en la línea que marcó el Tribunal Supremo cuando rechazó la exposición razonada elevada por el magistrado contra Iglesias en la pieza del caso Villarejo en la que se investiga qué pasó con ella desde que le robaron el móvil en un centro comercial en 2015 hasta que se publicó parte de su contenido.

Cuando el excomisario José Manuel Villarejo fue detenido en noviembre de 2017, se intervinieron un disco duro y dos USB en los que se almacenaban dos carpetas denominadas denominadas Dina que contenían archivos de la tarjeta.

Fuentes jurídicas consultadas por Europa Press han señalado que el juez ha planteado a Bousselham por qué valora de forma distinta el que los periodistas imputados pudieran acceder a su tarjeta y el de Iglesias, cuando habrían sido similares. Ella indició en que con el exlíder de Podemos había confianza. Confirmó que en su día hizo capturas de pantalla de los chat internos, que a su vez compartió en otros grupos integrados por miembros de Podemos, y que esas imágenes fueron las que posteriormente aparecieron publicadas.

Pudo acceder a la mini SD

La exasesora de Podemos ratificó que cuando Iglesias se la devolvió la tarjeta estaba operativa. La introdujo en un lector conectado al ordenador de su pareja, Ricardo Sa Ferrera, comprobó que las fotos familiares que había seguían allí y la desconectó. Cuando fue a consultarla, tiempo después, ya no funcionaba, pero Bousselham no pudo explicar por qué, aunque dijo que había habido una mudanza entre medias.

Este martes también han testificado los dos peritos de la Policía Científica que elaboraron el informe que concluyó que era técnicamente imposible establecer quién accedió por última vez a la mini SD y, en consecuencia, quién pudo dañarla.

La tercera comparecencia del día fue la del exdirector adjunto operativo (DAO) Eugenio Pino que negó que Villarejo le entregara la tarjeta ni ningún otro dispositivo, contradiciendo así lo dicho en su día por el comisario, que sostuvo que se la dio en mano al exnúmero dos policial. Preguntado si había una investigación abierta en la DAO sobre Podemos, ha precisado que sobre el partido político no, pero que en ese momento sí había pesquisas relativas al propio Iglesias, a Juan Carlos Monedero y a Jorge Vestrynge.