El presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella, juró este jueves ante el Parlamento su reelección en el cargo por otros siete años, debido a la falta de acuerdo de los partidos políticos para encontrarle a un sucesor la semana pasada.

"Juro ser leal a la República y observar lealmente su Constitución", proclamó Mattarella entre aplausos en la Cámara de los Diputados, que congregó a los más de mil "grandes electores" que participaron en la votación para su reelección, todos sometidos a pruebas contra la Covid-19.

La reelección de Mattarella, jurista del Tribunal Constitucional de 80 años de edad, se hizo necesaria el pasado sábado a su pesar, ya que él prefería descansar, pero los partidos políticos fueron incapaces de ponerse de acuerdo para consensuar a un nuevo jefe de Estado.

El presidente reelegido abrió su discurso de investidura con emoción: "Os lo agradezco", dijo ante el plenario del Parlamento, con un nudo en la garganta y acogido con una gran ovación.

Mattarella aseguró que aceptó el cargo para evitar cualquier incertidumbre que pusiera en riesgo la recuperación de la pandemia, aunque consideró que fue una semana complicada: "También para mí", sostuvo ante el plenario.

"Mi pensamiento va a todas y todos los italianos de cualquier edad, religión u orientación política, y en particular a los más vulnerables, que esperan de las instituciones garantías de derecho y ayuda a su malestar", instó entre continuos aplausos y emocionado por momentos.

Esas "expectativas", subrayó, se habrían visto "fuertemente amenazadas por un escenario de incertidumbre política y tensión y habrían puesto en riesgo las perspectivas de impulso del país, comprometido a salir de una condición de gran dificultad".

"Esa es la razón de mi 'sí' y estará en el centro de mi labor como presidente de nuestra República en este nuevo mandato", prometió.

En el plano internacional, Mattarella volvió a defender el proyecto de la Unión Europea, aunque pidió que no "huya de sus retos", como la paz en la zona del Mediterráneo, y animó a "no aceptar" que "se alce de nuevo el viento del desencuentro" en un continente como Europa, "que ha conocido tantas tragedias".

"Debemos esforzarnos con todos nuestros recursos y los de países aliados para que las demostraciones de fuerza dejen paso al entendimiento recíproco, para que ningún pueblo tema la agresión de sus vecinos", dijo, en medio de las tensiones entre Ucrania y Rusia.

El jefe del Estado italiano elogió también al primer ministro, Mario Draghi, a quien encargó el Gobierno del país hace un año para hacer frente a la pandemia y que está apoyado por todos los partidos del Parlamento excepto por los ultras de Hermanos de Italia.

Mattarella recorrerá ahora las calles del centro de Roma en un coche junto a Draghi y rendirá homenaje al monumento del "soldado desconocido" que yace en el Altar de la Patria, en la céntrica Plaza Venecia