"Diálogo" y "diplomacia". "Éste es el escenario en el que está España, por el que apostamos". El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha retirado este viernes a nuestro país en la primera línea de un posible conflicto entre Rusia y Ucrania. Unas declaraciones que llegan apenas un día después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, anunciara que la OTAN está estudiando la posibilidad de realizar un despliegue aéreo en Bulgaria y que España participaría en él, además de desvelar que adelanta a la próxima semana el envío previsto de la fragata 'Blas de Lezo' de la Armada dentro de la misión de los aliados en el mar Negro. Este mismo lunes partirá a la zona, que la OTAN ha querido reforzar militarmente, el dragaminas Meteoro desde Las Palmas de Gran Canaria

Estas decisiones de Defensa fueron cuestionadas por Unidas Podemos, a través de distintos interlocutores, entre ellos Pablo Iglesias, que sigue marcando el discurso de la formación. Albares ha respondido al rechazo de los socios de coalición al envío de tropas al este de Europa recordando que "la política exterior la marca el presidente del Gobierno", pero también ha puesto mucho hincapié en que "es el momento del diálogo y de la diplomacia". "No podemos volver a tiempos, ni siquiera como hipótesis, en que la resolución de conflictos sea a través de la fuerza armada".

Este viernes se reúnen en Ginebra el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una cita crucial ante la posible invasión rusa de Ucrania, tras el despliegue en la frontera de más de 10.000 soldados. Albares ha dicho que espera que este encuentro dé resultado. "Vamos a darle una oportunidad al diálogo y eso es lo que está empujando España".

"Diálogo no es negociación"

Si ese diálogo no diera sus frutos, ha añadido, nuestro país "estará junto a sus socios de la OTAN unidos en la disuasión". Pero diálogo "no es negociación". "Nadie puede marcarle a la UE o a la OTAN quien debe ser su miembro", ha asegurado en relación al veto ruso a la incorporación de Ucrania. Aunque esta es unas de las condiciones que exige Vladimir Putin, el ministro ha repetido de manera muy insistente la apuesta por el diálogo y ha pedido no hacer "política ficción", "no anticipemos escenarios en los que estamos", en referencia a un posible conflicto bélico.

Ni siquiera ha querido abonar la tensión armada cuando se le ha preguntado por cuál sería la respuesta europea a una invasión rusa de Ucrania. "El Alto Representante (Josep Borrell) lo ha dejado muy claro, habrá una respuesta con sanciones económicas de un tamaño enorme". Y de hecho, el envío de la fragata de la Armada al Mar Negro la ha enmarcado sólo en que "hace ya muchos años que participamos en la seguridad del flanco este". Son acciones "en favor de la paz", en "operaciones de paz". "En ese marco se está produciendo ese despliegue".