El expresidente de la Diputación de Barcelona e histórico militante del PSC Antoni Dalmau ha fallecido este miércoles a los 70 años tras sufrir un accidente en su casa. Presidió la institución provincial entre 1982 y 1987 y fue diputado socialista en el Parlament de 1988 a 1999, siendo vicepresidente de la Cámara durante dos legislaturas.

Nacido en Igualada en 1951, ciudad de la que fue alcalde, fue una de las figuras del PSC más catalanista y rompió el carnet en 2013 por desavenencias con la línea del partido respecto al proceso independentista. Además de escritor, fue también presidente de la Fundació Teatre Lliure y profesor de la facultad de Ciències de la Comunicació de la Universitat Ramon Llull.

Dalmau practicó la política alejado del ruido y la confrontación y mostró siempre especial interés por darle a sus intervenciones un tono de profundidad cultural e intelectual. No en vano, era un escritor reputado, experto en los cátaros y la guerra civil española. Por ello, su tendencia en el Parlament siempre fue la de pilotar las cuestiones relacionadas con la cultura y la historia. Gozó de simpatías más allá de su latitud ideológica y practicó su estilo tranquilo colaborando en numerosos medios de comunicación.

Tras distanciarse del PSC, en los últimos años Dalmau se había acercado a la órbita de ERC. En las elecciones municipales de 2019 cerró la lista republicana en Igualada. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha manifestado en Twitter sus condolencias a la familia y amigos, ensalzando al político como "un gran hombre de convicciones firmes y compromiso fiel con el progreso social y con Cataluña".

Algunos dirigentes actuales del PSC, como su primer secretario, Salvador Illa, o la presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín, también se han sumado a los elogios a Dalmau, subrayando en este caso su aportación al municipalismo y a la cultura.

Dalmau inició su carrera política durante la transición y fue concejal de su ciudad natal en dos períodos distintos, 1979-1983 y 1987-1991, entre los cuales ejerció como edil del Ayuntamiento de Barcelona. En 1979 también fue elegido diputado provincial y bajo su presidencia de la diputación se llevó a cabo la reforma administrativa de esta institución, se cedió el Palau de la Generalitat al gobierno autonómico (después de casi 150 años de ser la sede de la diputación) y se construyó una nueva sede en el edificio Can Serra, entre otros.

También durante su mandato se firmó el "pacto institucional" entre PSC y CiU, las dos únicas fuerzas presentes en las cuatro diputaciones catalanas, que permitió un gobierno estable y la coordinación entre la Generalitat y las diputaciones para el proceso de traspaso competencias. Una dinámica que se inició con la transferencia del Laboratori d'Assaig i Investigacions, el cuerpo de Mossos d'Esquadra, el Institut Cartogràfic y los parques de bomberos, además de la restitución de la Biblioteca de Catalunya al Institut d'Estudis Catalans.

En su faceta de escritor, Dalmau es autor de una veintena de novelas y ensayos de divulgación histórica, muchos de ellos dedicados a los cátaros. Destacan títulos como 'Capsa de records', 'Naufragis quotidians', 'L'amor de lluny', 'Primavera d'hivern' y 'Terra d'oblit' y 'El vell camí dels càtars' (premio Néstor Luján de novela histórica), entre otros.