El ex consejero delegado de BBVA Ángel Cano ha asegurado este martes ante el juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea que el expresidente de la entidad financiera Francisco González fue el máximo responsable de la contratación de los servicios del comisario José Manuel Villarejo por parte del entonces jefe de seguridad del banco "Tenía por aquellas fechas plena confianza con Julio Corrochano, y él lo estaba viendo en directo con el presidente [Francisco González]. No traté de confirmar nada ni el presidente me hablaba nada. No tenía ninguna duda de que Julio [Corrochano] lo estaba hablando con el presidente", ha contestado Cano, según las fuentes consultadas, tras ser preguntado por el magistrado si tenía conocimiento de los servicios que prestaba Villarejo, por los que cobró 10 millones de euros en una década.

Cano ha declarado este martes en el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional como imputado en el seno de la pieza separada en la que permanece como investigado el BBVA como persona jurídica. En su testimonio ha confesado que él analizó, "como "jefe directo de Corrochano", el primer contrato con la empresa de Villarejo, que tuvo lugar en 2004, tras conocerse la intención del empresario Luis del Rivero de hacerse con un importante porcentaje de las acciones del banco.

La firma de Cano aparece en las primeras tres facturas dirigidas a las empresas del comisario, según ha reconocido el propio ex consejero delegado de BBVA a preguntas del fiscal del caso, que resaltó que el importe total, de 270.000 euros, había sido fraccionado en tres cantidades de 90.000 euros cada una.

No genera desviaciones

Además, relató que los pagos a las empresas del comisario se sufragaron de una forma nada habitual. Se utilizó la cuenta de la Junta General de Accionistas. Y se hizo así, siempre según las fuentes consultadas presentes en la declaración, porque el entonces jefe de Seguridad del banco, Julio Corrochano, le aseguró que no podía abonarlas con el presupuesto del área que dirigía en la entidad financiera.

"La cuenta de la Junta General de Accionistas es la única que no tiene problemas de desviaciones presupuestarias. Y Julio Corrochano no tenía el presupuesto por lo que de esta forma la desviación no se repercutiría ante nadie. No general desviaciones", ha reiterado Cano.