El de este viernes era el primer Consejo de Ministros extraordinario en la apretada programación que planificó la Moncloa de aquí a fin de año. El producto estrella de la comparecencia posterior era la ley de empleo que presentaba la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la estrategia de salud mental, a cargo de la titular de Sanidad, Carolina Darias. Sin embargo, el foco político estaba situado en Díaz, pero por sus palabras de apenas un día antes, cuando aseguró que el 15 de febrero de 2020 —esto es, casi un mes antes de que el Ejecutivo decretara el confinamiento— pudo vislumbrar la amenaza que acechaba España con la pandemia. Díaz trató de defenderse, sacó pecho de la gestión del Gobierno por el covid, como ha reconocido la Organización Mundial de la Salud (OMS), y acusó al PP de montar una "gran polémica artificial". Pero sus declaraciones removían de nuevo una controversia del pasado —si el Gabinete de Pedro Sánchez actuó de manera negligente en aquellos días críticos—, daban combustible al PP y caldeaban la temperatura en el seno de la coalición.

Díaz, en la entrevista en la emisora Radiocable, afirmó que cuando el coronavirus "azotaba fuertemente a Italia", ella convocó a su equipo para "desplegar un montón de medidas". "Veíamos lo que iba a pasar", dijo. "Tanto fue así —continuó— que el 4 de marzo presenté una guía enormemente polémica en el Gobierno, y también fuera se me acusó de alarmista. Esto fue en la antesala del 8-M". El líder del PP, Pablo Casado, ya ha pedido que la Fiscalía abra diligencias "contra quienes ocultaron información de la pandemia" y ha solicitado constituir una comisión de investigación en el Congreso.

Las palabras de Díaz volvían a refrescar la imagen de las manifestaciones por el Día de la Mujer del 8-M. Asunto que fue judicializado, por el que se imputó al delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, y que fue archivado finalmente. Pero además recordaban qué ocurrió, en efecto, con aquella guía que publicó el Ministerio de Trabajo. El documento pretendía dar pautas sobre cómo actuar en casos de contagios en el ámbito laboral. Al día siguiente, 5 de marzo, la Moncloa la desautorizó. "Las indicaciones sobre la evolución del coronavirus y las medidas a tomar en España las está ofreciendo el Ministerio de Sanidad", apuntó la Secretaría de Estado de Comunicación en un mensaje a los medios lanzado a las 8.37. El sector socialista del Ejecutivo estimó que se precipitó, pero también irritó a los agentes sociales, especialmente la patronal, por alarmismo.

Cuando se le preguntó a Díaz si sus palabras habían causado malestar en sus compañeros socialistas de Gabinete, se agarró a la consigna que después repetiría la portavoz, Isabel Rodríguez: que el pasado 8 de noviembre la OMS puso España como ejemplo en la lucha contra el covid. Es ejemplo ahora, dijo, y antes, en el inicio de la crisis por el coronavirus, "a pesar de las enormes dificultades para salvar vidas y empleos". "Me quedo con lo que la OMS ha dicho de que mi país, que es ejemplo en la gestión de la pandemia y de vacunación", sostuvo.

Díaz, visiblemente tensa durante toda la rueda de prensa, se lanzó contra el PP, autor de una "gran polémica artificial". Recordó que ya entonces pidió su comparecencia y la de la entonces vicepresidenta primera, Carmen Calvo, "tildando al Gobierno de alarmista". Solicitud que fue retirada, insistió. De modo que, a su juicio, antes y ahora el PP genera esa "polémica" inexistente.

Fuentes del equipo de Díaz señalaban que ella simplemente respondió ayer jueves a la pregunta del periodista Fernando Berlín, que su reacción no respondía a una estrategia, ni ella quiso sacar el tema a colación. Es más, que "cerró filas" con la gestión del Ejecutivo y de su líder, Pedro Sánchez. Y recordaban que aquella guía que publicó Trabajo, pese a la polémica, nunca se llegó a retirar y aún hoy sigue vigente.

La portavoz del Gobierno también remó a favor. Apuntó a la valoración elogiosa que la OMS hizo de España y sostuvo que el bipartito dio una respuesta bajo el criterio de los expertos y de las autoridades sanitarias, que adoptó decisiones "con determinación" y que todas las administraciones, desde el Ejecutivo hasta las comunidades y ayuntamientos, al margen del color político, trabajaron "todos a una" para salir de la crisis. "El único que falló entonces", acusó, fue "Casado, que no tiene rastro de ser una persona de Estado" y a quien "le iría mucho mejor" si no contradijera a la OMS y no hablara "mal" de su país.