El exjefe de campaña del PP de Boadilla del Monte (Madrid) César Tomás Martín Morales ha declarado en el juicio que el cabecilla de la trama Gürtel vinculó al presidente del partido en Madrid Pío García Escudero con el supuesto amaño de adjudicaciones públicas en su municipio.

"Se me dijo que tenía conocimiento el presidente regional del partido y que tenía que ser así", ha indicado Martín Morales cuando la fiscal le ha preguntado por el escrito presentado hace unas semanas en el que ya reveló que Correa le dijo haber recibido instrucciones de García Escudero "para que se le adjudicasen obras" a la empresa Constructora Hispánica en Boadilla del Monte.

Durante su declaración en el juicio que celebra la Audiencia Nacional a la trama Gürtel en este municipio, Martín Morales ha ido ratificando, una a una, las confesiones que realizó en ese escrito, donde también afirmó que parte de las comisiones que recibió fueron a parar a gastos de campaña del PP de Boadilla de 2003 y 2007.

Él fue el jefe de campaña en esos años, un cargo que, sin embargo, ha dicho no era formal sino que se lo adjudicó el exalcalde Arturo González Panero, el Albondiguilla, que también se sienta en el banquillo y ha reconocido los hechos.

Según ha expuesto, cuando accedió al cargo de gerente en la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda (EMSV), Correa "enseguida" le manifestó que "se debían adjudicar las obras a determinadas empresas bajo la excusa de que ayudaban al partido y de que era conocedor de ello el partido".

"Esto lo indica la casa; esto viene de arriba; esto son órdenes del partido" eran los términos "etéreos" que, según ha explicado, le trasladaba Correa.

Martín Morales ha hablado de empresas como Teconsa o Constructora Hispánica, que resultaron adjudicatarias de obras en el municipio.

Esta última es sobre la que, según su escrito de confesión, Correa le dijo haber recibido instrucciones "de la cúpula del partido, a través de Pío García Escudero (...) para que se le adjudicasen obras (...) en reconocimiento a la financiación de campañas que esta empresa les procuraba".

Más tarde ha comentado que a él se le decía que esas empresas "eran las que había designado el partido en las altas instancias" y ha dicho que, aunque entonces lo creía, ya no porque considera que era "una de las estrategias comerciales de captación de Correa" para cautivar a los "jóvenes del partido".

Sobre Teconsa ha dicho que recibió "todas las adjudicaciones de vivienda pública que hizo la EMSV" porque era "la indicada por Correa porque tenía que ser así".

También ha relatado que en una ocasión se le ordenó ir a las oficinas del grupo Correa a recoger 660.000 euros: 510.000 iban "para la alcaldía" y "150.000" para "pagar todos los actos de campaña" del PP en Boadilla en 2007.

Ha reconocido, no obstante, que "la totalidad de las cantidades" que recibió aquellos años "no fueron a parar al PP" y pudieron acabar en su "entorno patrimonial".

Martín Morales ha dibujado al líder de la Gürtel como alguien que "decidía absolutamente todo de todos" y ha supuesto que le cesaron como gerente de la EMSV en 2003 por instrucciones suyas al no ser "suficientemente útil para la sociedad" de Correa.

Este acusado, para quien la Fiscalía pide 39 años, es uno de los 17 que han confesado su participación en la trama corrupta en Boadilla.

La declaración de García Pozuelo

Por su parte, el expropietario de Constructora Hispánica Alfonso García Pozuelo ha explicado que Correa se puso en contacto con él para ofrecerle conseguir la adjudicación de una serie de obras en el consistorio.

"Me dijo que tenía conocimientos y posibilidades, pero no me aclaró con quien se entendía ni cuánto", ha señalado, aunque si que ha detallado la cantidad a cambio de la cual se haría con los pliegos: "El 3% aproximadamente. Solíamos redondear".

Además, ha explicado que siempre le "entregaba las cantidades" por las adjudicaciones directamente a Correa. "Él no me decía cómo se repartían, pero decía que al PP le llegaban. Se refería al PP como la casa, como Génova, como una cosa etérea de arriba y decía que lo daba. No tengo constancia de cuánto ni cuando", ha reconocido.

García Pozuelo ha señalado que inicialmente no tuvo conocimiento de cuáles eran las relaciones de Correa para conseguir los contratos. Fue más adelante cuando el líder de 'Gürtel' le desveló que sus "amigos" eran el alcalde Arturo González Panero y el entonces gerente de la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda (EMSV) Tomás Martín Morales.

Maletín con dinero

A diferencia del resto de acusados, el empresario leonés José Luis Martínez Parra ha declarado por videoconferencia de forma escueta por motivos de salud, ratificando su confesión y detallando las adjudicaciones a la empresa Teconsa, de la que llegó a ser vicepresidente.

"Lo que conocía es que (mi padre) tenia relación con el señor Correa y que se nos adjudicaban obras por parte del ayuntamiento de Boadilla. Si alguna obra le interesaba hablaba con Correa para que le hiciera las gestiones necesarias para la adjudicación", ha explicado.

Martínez Parra, que conoció a Correa en una "copa de fin de año" que dio Teconsa, ha relatado que en 2007 hizo entrega de un maletín con dinero a un "señor de la empresa" del propio Correa que, según ha recordado, podría ser su 'número dos', Pablo Crespo.

Por su parte, el empresario José Luis Ulibarri, ha limitado su relación con la trama a la adjudicación para su empresa UFC de una parcela en Boadilla del Monte. "Me comenta (Correa) que tiene posibilidad de influir en una adjudicación. Le dije mándame el pliego a ver cómo sale. Nos lo mandaron e hicimos una oferta, la que entendíamos mejor", ha ratificado.

Un millón por la adjudicación

Ulibarri, que ya confesó que admitió los hechos en su escrito de confesión, ha asegurado que siempre sospechó que esa influencia a la que aludió Correa no era otra que el alcalde de Boadilla, 'El Albondiguilla'. "No lo sabía, pero era una suposición mía", ha añadido.

Por esa adjudicación su empresa abonó un millón de euros a través de dos facturas de 500.000 euros. Esa cantidad total supondría un 3% del valor de la adjudicación, ha explicado, que ascendería a los 33 millones. "Correa conocía que nuestras empresas no manejaban dinero negro. Tenía que ser a través de pagos de facturaciones. Él, una vez se produjo la adjudicación me dijo: ya está, ahora me tienes que pagar", ha apuntado.

El siguiente en declarar ha sido Jacobo Gordon, el administrador de Consultoría y Gestión de Inversiones (CGI), la sociedad con la que la empresa de Ulibarri habría encubierto la comisión pactada con la trama por la compra del terreno.

Gordon ha explicado que conoció a Correa en los primeros años de la pasada década cuando éste buscaba inversores para un proyecto inmobiliario. Así, ha explicado que invirtió dinero y, de esa forma, comenzaron a realizar gestiones de ese tipo de forma conjunta. De esa forma también llegó a conocer a Pablo Crespo.

Así, ha señalado que con CGI prestaba servicios de gestión a los proyectos inmobiliarios. Funcionaban como meros vehículos mercantiles para la compra de terreno y construcción de los pisos.

Los contratos de Teconsa

Por otro lado, Rafael Martínez Molinero --que perteneció al consejo de administración de Teconsa-- se ha ratificado en su escrito de confesión y ha detallado que se encargó de firmar todos los contratos que la empresa cerraba, llegándole a él de forma directa todas las ofertas.

Así, y actuando como apoderado de Teconsa, Martínez Molinero suscribió una serie de contratos con los que fueron gerentes de la Empresa Municipal del Suelo y de la Vivienda (EMSV), Tomás Martin Morales y Alfonso Bosch, con el exalcalde de Boadilla y con el 'número dos' de la trama.

Otro de los acusados que presentó escrito de reconocimiento de los hechos y que ha declarado este jueves ha sido el arquitecto Antonio de Miguel Reyes, que sustituyó al concuñado de Francisco Correa dentro de EMSV.

"Soy arquitecto y entré a través de un anuncio de una plaza de técnico. Me lo comentó un técnico de estudio que trabajaba con la empresa", ha indicado. Dentro de la empresa municipal, De Miguel ha descartado que recibiese indicaciones, sino sugerencias. "Esta empresa conviene, es un buen trabajo y nos interesa que salga", ha explicado, dejando claro que, como trabajador de la EMSV, no llevó nunca "la contraria".

El arquitecto ha relatado que también llegó a conocer a Correa porque este estaba "interesado en un sistema constructivo" y le realizó una visita. "Tienes que hacer que esto salga, que está muy bien, y ahí quedó la cosa", ha explicado.

Arrepentido

El último acusado en comparecer ha sido el empresario Ramón Blanco Balín, quien al inicio de su intervención ha negado haber recibido "presiones" para confesar en el juicio. "Me arrepiento de haber metido la pata", ha dicho luego, mientras detallaba las operaciones comerciales que la Fiscalía da por acreditadas y que ya reconoció por escrito.

En su declaración, ha querido explicar "claramente" lo sucedido en la compra de un piso en Marbella que pertenecían al suegro de Correa. Ha asegurado que se lo ofrecieron y que lo compró por 300.000 euros. En aquel momento, se lo comentó al también empresario investigado Jorge Martínez Massa. Según ha relatado, Correa le dijo que "como no era del ámbito, tenía que pagar 90.000 euros aparte".

En su intervención, Blanco Balín ha señalado a Correa, a Crespo y a Bosch. A todos les ha ubicado en el marco de sus negocios. También ha mencionado al exconsejero delegado de la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda (EMVS) Tomás Martín Morales. "Siento contradecir lo que él ha dicho, pero he dicho que venía aquí a contar la verdad", ha señalado sobre este último.

Ha explicado cómo llegó a un acuerdo con Martín Morales para comprarle el 50% de unos préstamos participativos que tenía. "Era un dinero no declarado", ha indicado, a diferencia de lo sostenido esta misma mañana por el exgerente de la empresa pública.