Por ahora, son señales. Mensajes contundentes de cambio. Un Gobierno más político, más femenino, con mucho más peso del PSOE, de la reconciliación interna, más preparado para el combate electoral y para lidiar con un desgaste por ahora imparable en las encuestas. Pero en los últimos días Pedro Sánchez y sus más directos colaboradores han apuntado el nuevo camino que quieren que recorra el Ejecutivo y dibujado una personalidad muy distinta a la del anterior.

Se está forjando un Gabinete más compacto, con las estructuras de coordinación más engrasadas (y más livianas), sin disputas internas, sintonizado con Ferraz. Y también más "austero" en las formas. El eje temático será además la "recuperación económica", la gestión pura y dura que llegue a la vida cotidiana de los ciudadanos, que levante su "optimismo", remacha una vicepresidenta. Catalunya seguirá estando presente, pero el presidente no quiere que, una vez pasada la página de los indultos, el foco se sitúe ahí a diario y a todas horas.

"Necesitábamos cargar las pilas, rejuvenecer, recobrar energías y enfilar la tarea de modernizar la economía", alegó Sánchez el pasado martes en Telecinco, en la primera entrevista posterior a la remodelación de su Gobierno. No hubo forma de que explicara las destituciones más impactantes. La de Carmen Calvo, su exvicepresidenta primera y, sobre todo, las de José Luis Ábalos, extitular de Transportes, e Iván Redondo, su poderosísimo director de Gabinete. Los ministros salientes consultados prefieren salir de escena sin demasiado ruido, guardar silencio, recomponerse, "desconectar", disfrutar de un "horizonte de expectativas" tras quedar "liberados" y más "tranquilos".

Una posición congruente con la fijada por el presidente, que quiere proyectarse hacia el futuro y no regresar al pasado. Redondo es un renglón distinto. El consultor y exasesor principal de Sánchez, que antes había trabajado por el PP, no tiene carné socialista y sí ha hecho saber, a través de su entorno, una versión distinta de su cese (que él pidió irse y que el jefe le ofreció dos veces ser ministro) a la que trasladaron en la Moncloa y Ferraz (que fue Redondo el que exigió ser titular de la Presidencia para amasar más poder y adueñarse del corazón del Gobierno).

Semillas ahora sí está conectada con el Ministerio de la Presidencia, frente a la rivalidad pasada entre Redondo y Calvo

En realidad, Sánchez ha confeccionado otro Ejecutivo. No solo por el profundo cambio de caras, que también, sino por la sustitución del motor, como convienen distintas fuentes del máximo nivel. El aterrizaje de Óscar López en la jefatura del Gabinete es, tal vez, el máximo exponente de la mutación: él es un veterano del PSOE, de la misma generación que el presidente, secretario de Organización con Alfredo Pérez Rubalcaba, y muy respetado en el partido, que conoce a fondo.

La otra terminal del poder la conduce Félix Bolaños, nuevo ministro de la Presidencia, coordinador del Gobierno sin los galones oficiales de vicepresidente político pero una figura clave y en ascenso. Semillas, el edificio en el complejo de la Moncloa donde se instala la Dirección de Gabinete del presidente, está conectado, ahora sí, con Presidencia. Porque López y Bolaños "se entienden y están plenamente coordinados", lo que no ocurría con Redondo y Calvo, cuya relación se deterioró ostensiblemente casi desde el principio. También la relación entre Redondo y Bolaños se resquebrajó, al menos, en el verano de 2020, y en la última etapa se había enfriado por completo. Ahora en la Moncloa atribuyen al primero la serie de informaciones emanadas, creen, del exgurú, "mentiras" dirigidas contra el nuevo ministro para horadar su imagen. "Está siendo patético", dice un exlíder socialista.

Caída probable de Salazar

El 'spin doctor' del presidente se apoyaba en su propio equipo en la Moncloa -una estructura robusta que será adelgazada- y en su adjunto, su número dos, Paco Salazar. El dirigente sevillano, según relatan fuentes de Ferraz y del Ejecutivo, no seguirá en su cargo, aunque en el partido se cuenta con que Sánchez le buscará un reacomodo "digno", "donde no enrede". Este diario intentó contactar con él, sin éxito. Redondo y Salazar condujeron la campaña de las madrileñas del 4-M, que concluyeron en una auténtica hecatombe para el PSOE y que empujaron al líder socialista, de hecho, a reformar por completo su Gobierno, para después acometer los relevos en su ejecutiva federal.

Otros dos nombres importantes son Francesc Vallès y Fran Martín. "Pedro ha trabado un Gobierno más compacto, más homogéneo por edad y más cercano a él. Sin experimentos", indican en Ferraz

El puente entre Semillas y Bolaños lo ejercerá un hombre muy próximo a este: Fran Martín Aguirre. El responsable madrileño, número dos de la gestora del PSOE-M, hereda el cargo de su antiguo jefe, la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno. El puesto, por el perfil de su nuevo titular -ingeniero de Montes, no jurista, como es Bolaños-, pierde algo de carga política, porque esta continuará descansando en el empoderado ministro de la Presidencia. "Yo creo que Félix es menos expansivo y controlará mejor -opina una ministra-. Es muy serio, de trazo fino, más meticuloso y riguroso. Carmen era de hablar mucho, él, lo contrario, de hablar poco".

Sánchez también ha decidido engrasar la maquinaria gubernamental desde otro flanco: la comunicación. Tras tres años de encastillamiento, en los que el propósito era encapsular sus intervenciones y alejarlo de la prensa, la Secretaría de Estado de Comunicación (SEC) cambia de manos. Cae el periodista Miguel Ángel Oliver y lo reemplaza el exdiputado del PSC Francesc Vallès, de la misma quinta que López y Sánchez. Vallès, experimentado político y que tras salir del Congreso se unió a la consultora Hill + Knowlton, ya trabajó a las órdenes del hoy presidente de 2014 a 2016 como portavoz adjunto del Grupo Socialista. Dirección parlamentaria en la que se sentaba la actual ministra de Política Territorial y portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez.

"El presidente, Óscar, Fran, Félix, Isabel... son una continua cinta transmisora. No son máquinas independientes", resume una voz autorizada de la Moncloa. "Pedro ha trabado un Gobierno más compacto, más homogéneo por edad y más cercano a él. Sin experimentos. No hay una [Arancha González] Laya para hablar de comercio internacional, hay un [José Manuel] Albares en Exteriores, un diplomático de toda la vida y de la confianza de Pedro. Y ha decidido recuperar a gente próxima que ya estaba en el escaparate antes de la guerra interna de 2016, como Óscar o Isabel", añade otro mando de Ferraz. Precisamente la remodelación busca sincronizar partido y Gobierno tras años de tensiones, por el hilo de López-Bolaños y de ambos con Adriana Lastra y Santos Cerdán, números dos y tres.

"La política es muy contingente"

La voluntad de reconciliación interna, plasmada en el fichaje de dirigentes vinculados a Rubalcaba -muy reivindicado por Rodríguez esta semana, por cierto- o que apoyaron a Patxi López (Óscar López) o Susana Díaz (las ministras Pilar AlegríaDiana Morant y la nueva portavoz), ha generado un "consenso amplísimo y muy difícil de lograr en el partido", aprecian distintos cuadros.

"No pasa nada por que haya tardado en cerrar heridas. Rectificar es de sabios", ilustra una dirigente muy alejada del presidente. El jefe de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, muy crítico con Sánchez por los indultos, ha celebrado con entusiasmo el ascenso de la ya exalcaldesa de Puertollano. La salida de Redondo fue acogida con euforia en el PSOE.

Habrá "más política y menos envoltorio", importará "más el contenido que la caja", subrayan fuentes gubernamentales

López introducirá cambios en la estructura de la Moncloa. En su entorno subrayan que acaba de aterrizar, que tiene que pensar cómo remodelarla, "adaptarla a su forma de trabajar". Pero fuentes gubernamentales de primer nivel aseguran que "sin dudaadelgazará el Gabinete y lo reducirá a "lo necesario". Justo una de las críticas dirigidas a Redondo fue que armó un organigrama mastodóntico en la Moncloa, como si se tratara de un ministerio.

El estilo que imprimía a los actos públicos del presidente, vistosos pero a veces vacíos de contenido -como ocurrió en la presentación del informe 'España 2050'-, también evolucionará. "Más política y menos envoltorio", condensan estas fuentes, "que el contenido de la caja importe más que la caja en sí".

El nuevo Gobierno, en definitiva, "está más engrasado, es más compacto, de más confianza, sin reinos de taifas, más austero, sin tanto relumbrón en los actos, sin tanto protagonismo de Cataluña", advierte un ministro. "Se gana en tranquilidad, no hay broncas personales. Pero en política es muy contingente todo. No solo juegas tú", alerta otra compañera de Gabinete.

La temática también pretende cambiar. Sánchez rotuló su nueva alineación como el "Gobierno de la recuperación", y busca instalar ese mensaje en cada intervención. "Allá ellos con su confrontación y crispación", señaló este sábado desde Sevilla, reprochando al PP su actitud de "no a todo", "nosotros a lo importante: vacunación, modernización y recuperación de nuestro país. Eso es lo que vamos a hacer hasta 2023".

Como enfatiza un ministro, "el foco se desplaza" mediada la legislatura: tras la pandemia, la economía, acento que viene ya marcado por el ascenso de Nadia Calviño a la vicepresidencia primera y al mantenimiento del equipo económico del Ejecutivo. El Gobierno sabe que se la juega en la gestión de los fondos europeos (los primeros 9.000 millones se liberarán muy pronto) y en que estos permeen en la vida de los ciudadanos.

Para apuntalar ese mensaje, "entra la infantería", las ya exalcaldesas (de Puertollano, Isabel Rodríguez; de Transportes, Raquel Sánchez, y de Ciencia, Diana Morant), "las que saber de la atención primaria de la política", inciden en la Moncloa. El presidente hizo hincapié, al presentar a sus nuevos ministros, en esa política de lo "cercano". "Recuperación social y económica, recuperar nuestra vida y centrarnos en las personas y en sus problemas", abundan fuentes del Ejecutivo.

Sánchez mantiene la hoja de ruta del diálogo, pero pretende que no sea el único eje político. El foco está en la recuperación

En ese cuadrante, el peso de Cataluña en el relato gubernamental desciende. La hoja de ruta, reiteró Rodríguez el martes, no cambia, pero su mismo ascenso a Política Territorial, y el desplazamiento del líder del PSC, Miquel Iceta, a Cultura, es también una señal de los nuevos tiempos, de la voluntad de que no sea el eje central del Ejecutivo, subrayan en la Moncloa y en Ferraz. Influyen, claro, razones electorales, dado que los socialistas quieren que las siguientes contiendas en las urnas se ventilen en el ámbito de la gestión.

El independentismo no ha recibido bien el relevo en la cartera. Desconfía. Por ahora, sí se ha puesto ya fecha a la reunión de la comisión bilateral Generalitat-Estado: será el lunes 2 de agosto, y en Madrid. Cita pactada tras un primer contacto entre la ministra y la 'consellera' Laura Vilagrà.

Estas líneas maestras necesitan aterrizar en lo concreto. Pero en la Moncloa y en los ministerios recalcan que todo está por hacer, que en el Gabinete y en los departamentos con nuevos titulares se están montando equipos y que sus responsables están empapándose de las materias que gestionan. Hay que esperar, advierten. Los nuevos ministros tienen la ventaja de que con el parón veraniego el foco político pierde fuerza y tendrán margen para replantear estrategias antes de enfrentarse al combate con la oposición en el Parlamento.

La coronación de Espadas y el nuevo tándem en el PSOE

Pedro Sánchez arropó este sábado al candidato socialista a la Junta, Juan Espadas, en un acto en Sevilla. Pero el alcalde de la capital andaluza ya es algo más: el miércoles, la comisión regional de ética del PSOE-A certificó que Espadas era el único precandidato a la Secretaría General de la federación, así que será proclamado como nuevo líder del partido en la comunidad el próximo 23 de julio, sin necesidad de urnas. Relevará a Susana Díaz en el cargo, tras vencerla en las primarias del 13 de junio.


El presidente no mencionó a Díaz en su discurso. Ella no acudió al mitin protagonizado por Sánchez, Espadas y la nueva portavoz parlamentaria, Ángeles Férriz, pero sí lo hicieron la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el nuevo tándem que gobierna el PSOE en Ferraz: una reforzada vicesecretaria general, Adriana Lastra, y el nuevo secretario de Organización, Santos Cerdán, que releva al caído José Luis Ábalos.


Sánchez avanzó en Sevilla que una de las propuestas que llevará al 40º Congreso Federal, que se celebrará en octubre en València, es que el PSOE se defina como una organización "ecologista y feminista" tras 142 años de historia. "Parece sorprendente porque llevamos años practicando esas políticas y hay que recordarlo y reivindicarlo", argumentó.