Con su reciente viaje a Ginebra para visitar a la Infanta Cristina y a su hija Irene todavía resonando en la cabeza de muchos, Instituciones Penitenciarias acaba de acercar un poco más a Iñaki Urdangarín a la ansiada libertad cuando se acaban de cumplir tres años de su entrada en la prisión de Brieva tras su condena por corrupción por el caso Nóos.

Y es que tal y como acabamos de conocer Instituciones Penitenciarias ha autorizado al exduque de Palma para que sólo tenga que ir un día a la semana a la cárcel de Zaballa (Álava) gracias a la modalidad de control telemático por el que cumple el tramo final de su condena en semilibertad, una decisión que se suma a la autorización judicial para poder salir de España por motivos laborales.

Así, a partir de ahora Urdangarín llevará una pulsera telemática - como en su día llevaron otros 'presos' populares, como José Ortega Cano - y sólo tendrá que presentarse para 'fichar' de forma presencial en la prisión alavesa una vez a la semana, salvo si coincide con alguno de sus viajes al extranjero, cuando entonces sí podrá hacer esta gestión vía telefónica.

Una gran noticia para el marido de la Infanta Cristina, que disfrutaba desde febrero del régimen de semilibertad en su Vitoria natal, volviendo a prisión sólo para pernoctar y disfrutando de los fines de semana libres con su familia.

Ahora, Urdangarín da un paso más y ya acaricia la libertad con los dedos, al no tener que volver a prisión a dormir, como hacía hasta ahora. En la decisión se ha tenido en cuenta su buen comportamiento y el cumplimiento del programa para presos por delitos económicos, según confirman fuentes penitenciarias.