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Indultos

El Rey firmará los indultos en virtud de su función constitucional

"Soy el Rey de España y no el de Bélgica", dijo Juan Carlos cuando, en 2005, recibió presiones de la Iglesia para que no sancionara la ley del matrimonio homosexual

Felipe VI firma en el libro de visitas del Consejo de Estado, el pasado 28 de abril. EFE

Los posibles indultos a los presos del 'procés' que el Gobierno estudiará en las próximas semanas hará que todas las miradas se posen también sobre Felipe VI, cuya firma es necesaria para completar el trámite antes de que sea publicado en el 'Boletín Oficial del Estado'. Los máximos dirigentes del PP se preguntaban este martes en el patio del Congreso qué hará el jefe del Estado, una pregunta que no se plantearon cuando ese partido puso sobre la mesa del jefe del Estado (entonces, Juan Carlos I) otros indultos polémicos a los condenados por el GAL (José Barrionuevo y Rafael Vera) o al kamikaze que mató a un joven de 25 años. Los conservadores consideran que Pedro Sánchez "debería ser responsable" y no ponerle en ese brete. Sobre todo, apuntan fuentes de ese partido, después de que el Monarca pronunciara el 3 de octubre de 2017 un discurso rotundo en defensa del orden constitucional. Si Pablo Casado abunda en esa línea, el Rey, que desde 2016 ha adoptado un perfil bajo por los múltiples escándalos que se ciernen sobre Juan Carlos I, estará de nuevo bajo los focos. Sin embargo, cuando se plantea este asunto en la Zarzuela, la respuesta se reviste de naturalidad: Felipe VI cumplirá con la función que le otorga la Constitución y firmará los indultos.

En su respuesta, fuentes de la Casa del Rey recuerdan un episodio que vivió Juan Carlos I con periodistas italianos en un acto al que asistió en Roma. Era mayo de 2005 y aquellos días corría por Madrid que la Conferencia Episcopal Española iba a enviar una carta al Palacio de la Zarzuela para rogar al Rey que no firmara la ley del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que permitiría el matrimonio homosexual. La prensa italiana quiso saber si Juan Carlos había analizado esa opción y él contestó: "Yo soy el Rey de España, no el de Bélgica". El emérito descartaba así repetir lo que había hecho en 1990 Balduino, que abdicó durante 36 horas para no tener que sancionar la ley que permitía el aborto en su país. Hombre de profundas convicciones religiosas, el monarca belga alegó razones de conciencia para negarse a poner su autógrafo a la norma. Para ello renunció a sus poderes constitucionales de forma temporal y la ley pudo entrar en vigor aunque sin su firma.

El intento de Fernández Campo

En la Zarzuela explican que, si el Consejo de Ministros estudia el expediente de los indultos, incluidos los informes en contra del Tribunal Supremo y la fiscalía, y decide conceder esa medida de gracia de manera total o parcial, el jefe del Estado cumplirá con el artículo 62 de la Constitución y firmará el decreto correspondiente.

En España, la Constitución no permite que el jefe del Estado devuelva al Parlamento una ley o una iniciativa con la que no esté conforme, opción que sí incluyen otras Cartas Magnas. De hecho, Sabino Fernández Campo, que fue jefe de la Casa del Rey en los años en los que se elaboró la Constitución, explicó décadas después que él intentó introducir esa prerrogativa para otorgar más poder al Rey, pero no tuvo éxito.

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