Las negociaciones entre el Partido Popular y los diputados expulsados de Vox, Juan José Liarte, Mabel Campuzano y Francisco Carreras, se podrían cerrar este mismo viernes si se logra llegar por fin a un acuerdo para que alguno de los parlamentarios o una persona afín a ellos se incorpore al Gobierno regional. Las pretensiones de estos diputados de hacerse con la Consejería de Educación y Cultura para sacar adelante el pin parental o el cheque escolar podrían variar, y en esa cuestión está trabajando el Partido Popular.

La línea marcada ahora por el partido de Fernando López Miras es que la Consejería de Educación se siga quedando en el lado de los populares dentro del Consejo de Gobierno y ceder otra consejería a uno de los tres ex de Vox. Entre ellas estarían o Turismo o Fomento e Infraestructuras, dos consejerías que los populares esperan que acaben por atraer a los de Liarte frente a Educación y Cultura, un área que tendría enfrente una fuerte contestación social los próximos dos años de legislatura y que podría pasar factura al PP.

De insistir en la idea de quedarse con el departamento que dirige ahora la popular Esperanza Moreno, el PP propone un medida que ya se tomó al principio de la legislatura con el departamento de Turismo, Juventud y Deportes: una consejería mixta con cargos políticos de dos partidos. Encima de la mesa estaría la posibilidad de que, si los de Liarte insisten en Educación y Cultura, colocar en altos cargos a personas que simpaticen con Isabel Franco o sus compañeros del Consejo de Gobierno, expulsados de Ciudadanos (Valle Miguélez, Francisco Álvarez y Antonio Sánchez Lorente).