La policía investiga qué sucedió en la patera donde viajaba la niña maliense de 24 meses, conocida como Nabody inicialmente, pero al final resultó no ser su nombre. La pequeña fue reanimada in extremis sobre el asfalto del muelle de Arguineguín, en Gran Canaria, en la noche del pasado martes por dos miembros de Cruz Roja y murió el domingo en el Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria. La patera en la que viajaba salió de Dajla, en Marruecos. La distancia es de unas 240 millas de navegación, con lo que suelen tardar en llegar a la Islas en torno a dos días, aunque en muchas ocasiones se pierden porque se rompe el motor o porque los patrones no tienen experiencia. En esta embarcación iban 52 personas: 29 mujeres (una de ellas embarazada), 14 hombres adultos y nueve niños. Todos los menores acabaron en el hospital y varias mujeres.

La niña de 24 meses viajaba acompañada de una hermana, de 13 años, que está hospitalizada, pero en situación menos grave, y por su madre, que también recibe asistencia hospitalaria. Al llegar no le pudieron hacer la filiación policial porque lo primero era salvar sus vidas. La policía ya está realizando este trabajo, de lo que se desprende que la menor vino con su madre y hermana. De entre las hipótesis de lo que pasó en esta embarcación se baraja que algunos adultos pudieron acaparar la comida, porque no es normal que en cuatro días hayan llegado tantas personas en tal mal estado de salud. Los otros menores ingresados se encuentran mejor.

En el hospital continúan 12 niños y ocho adultos, además de un hombre que sigue en cuidados intensivos que llegaron en las últimas dos pateras a Gran Canaria. Ya son 19 las personas migrantes fallecidas en lo que va de 2021. El delegado del Gobierno en las Islas, Anselmo Pestanaexpone que la ruta canaria es la mas dura que existe hacia Europa y se sabe que hay personas que durante la travesía son arrojadas al mar.

Pestana tenía “esperanza” de que la menor pudiera remontar, pero no fue así, y eso “rompe el corazón” y pone el acento en el drama de la inmigración. La enfermera de Cruz Roja que atendió a esta niña ha vivido este drama en carne propia con la masiva llegada de migrantes a Canarias -28.000 entre el año pasado y lo que va de 2021-. Paula Atochero fue protagonista de otro episodio dramático en enero. Atendió a una madre que viajaba con dos mellizos que llegó en estado de shock al ver que uno de sus hijos, Alhassane, fue arrojado al mar tras fallecer. Su hermana melliza, Awa, lo contó al llegar porque la madre, de Guinea, no podía articular palabra al sufrir una grave crisis de ansiedad cuando vio morir a su pequeño.

En el caso de la niña de dos años, conocida como Nabody, la madrileña Paula Atochero y el zaragozano Juan Miguel Vela, ambos enfermeros de Cruz Roja, reanimaron a la pequeña cuando llegó en parada cardiorrespiratoria el pasado martes. La experiencia fue dura, pero solo pensaban en salvarla. “Cuando vi a la niña respirar, yo respiré con ella, fue un milagro”, recordaba Paula. Las imágenes de Juan Miguel y Paula arrodillados en el muelle practicando la maniobra de respiración cardipulmonar a la niña han dado la vuelta al mundo. Al conocer el fallecimiento de la pequeña, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó que es un “aldabonazo en la conciencia de todos”. El líder el PP, Pablo Casado, lo califica de “desgarrador”.

Abián Montesdecoa, el pediatra del Servicio Canario de Salud que atiende a menores migrantes, fue el que aclaró que la niña fallecida no se llamaba Nabody y quiere recalcar que es una situación que pasa a menudo. Al día siguiente de rescatar la patera de Nabody arribó otra barca con un hombre fallecido; su mujer embarazada estaba a bordo. La identidad de los menores se suele reservar por deber legal. Además, los familiares esperan que lleguen y ven las noticias, con lo que si se da nombres sin confirmar la identidad se puede producir una situación dolorosa. Al parecer hay otra menor que se llama Nabody pero está bien. “En estos días han llegado muchos niños pequeños que han precisado ingreso, en ocasiones no acompañados de sus madres. Eso ha dificultado su identificación y todo el mundo ha hecho elucubraciones, poniéndole nombre a los niños sin hablar con sus madres”, señaló el profesional sanitario en Cadena Ser.

El Ayuntamiento espera por la orden del juez para dar sepultura a la pequeña

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria espera por la orden del juzgado para dar sepultura a la pequeña conocida como Nabody. ”Generalmente es a través de los juzgados cuando se lleva a cabo el requerimiento en este tipo de entierros”, explican desde el Ayuntamiento. Ayer no habían recibido ninguna notificación de la instancia judicial. “En estos casos, los restos mortales se enterrarían en el cementerio de San Lázaro, sufragando el Ayuntamiento el coste del traslado e inhumación como ocurre con cualquier persona sin recursos que fallece en Las Palmas de Gran Canaria”, precisan. La niña murió el pasado domingo tras ser reanimada en Arguineguín por dos enfermeros de Cruz Roja, cuando Salvamento Marítimo rescató la patera en la que viajaba, el pasado martes. Las imágenes y la noticia de su muerte han sido especialmente duras. Su madre y su hermana, también menor, viajaban en la embarcación y requirieron hospitalización, de ahí que se produjera una confusión con el nombre de la niña, que no se llama Nabody.