Álvaro de Orléans-Borbón, primo lejano de Juan Carlos I, empleó la fundación Zagatka, con sede en Liechtenstein, para sufragarle vuelos en aviones privados por valor de varios millones de euros entre 2007 y 2018 en su vocación de ayudar a miembros de las casas reales que lo necesitasen.

    Aristócrata italiano residente en Mónaco y biznieto de una hermana de Alfonso XII, De Orléans-Borbón creó Zagatka en 2003 con el objeto de seguir el legado de su padre y su abuelo de estar al servicio de las monarquías del continente con el patrimonio de la fundación. Para la gestión de la sociedad, contó con Dante Canónica y Arturo Fasana, administradores de la fundación Lucum, la otra estructura opaca en la que don Juan Carlos se apoyó para ingresar en una cuenta en Suiza la donación de 100 millones de dólares (65 millones de euros) que recibió de Arabia Saudí en 2008.

    Al igual que a Canónica, a Fasana y a la ex amiga íntima del rey Corinna Larsen, el fiscal suizo Yves Bertossa ha tomado declaración a Orléans-Borbón por sospechar que han podido cometer delitos fiscales. Algunas informaciones han apuntado que el rey emérito ocultó en cuentas de Zagatka acciones de grandes empresas españolas que poseyó durante casi dos décadas y también le sirvió para ocultar el cobro de comisiones ilegales.

    De Orléans-Borbón, de 73 años, siempre ha negado haber sido el testaferro de Juan Carlos I y que éste haya sido el beneficiario de la fundación, al sostener que él ha sido siempre el propietario de sus fondos. El diario británico 'Telegraph' informó en marzo de 2020 que Felipe VI figuraba como beneficiario tanto de Zagatka como de Lucum, lo que le llevó a tomar la decisión de renunciar a la herencia de su padre.

    Don Juan Carlos acudió a su primo en 2007 para pedirle que le buscara una compañía privada para sus viajes privados, a lo que él accedió por la vocación de echar una mano a las familias reales que siempre se ha atribuido. La práctica se extendió hasta 2018 y en varios de esos vuelos viajó Corinna, quien definió a De Orléans-Borbón como 'el hombre de paja' de Juan Carlos I.

    El empresario italiano advirtió al padre de Felipe VI del riesgo de la relación con Corinna, de la que dijo que le daba "escalofríos", también por "el dolor muy fuerte" que le causaba la situación de la reina Sofía. "Había comprendido que se había involucrado en una pasión muy fuerte. Esto estaba teniendo algo de tóxico. Me di cuenta de que podía terminar muy mal. Lo conversé con otras personas y todas me decían lo mismo: es que no se le puede hablar", relató en el pódcast XRey.

    En este programa, reveló que fue quien enseñó a usar el portátil a Juan Carlos I y a mandar correos electrónicos. "Le dije ¿tú usas internet y envías 'email'? Me dijo que no. Volví una semana después de un viaje de trabajo de Estados Unidos y le compré un 'laptop' (un ordenador portátil) y le hice una cuenta y le enseñé cómo se hace y todo. Cuando volví a casa me encontré con un email diciendo que era el primero que enviaba", relató.

    Por amistad con el rey emérito, ayudó, como patrono a título personal, a impulsar la Fundación Cotec, dedicada al fomento de la innovación, en la que don Juan Carlos estuvo especialmente volcado en la parte final de su reinado y cuando cedió el trono a su hijo.

    Casado con Antonella Rendina en segundas nupcias, el rey emérito fue padrino de su hija Eulalia. Al igual que su abuelo, De Orléans-Borbón ha sido un avezado piloto de vuelo sin motor y ha ganado en varias ocasiones el campeonato de España de la modalidad. Además de sus negocios en Suiza con Zagatka, el primo de don Juan Carlos cuenta con propiedades y negocios turísticos en Cádiz.