El responsable de la asesoría jurídica de Liberbank Carlos R.V. ha testificado en el juicio que la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc) les hacía "mucho daño" pero ha aclarado que no se sintió amenazado por su presidente, Luis Pineda, al negociar con él acuerdos extrajudiciales y publicitarios.

La Audiencia Nacional ha reanudado este lunes el juicio a Luis Pineda, al secretario general del sindicato Manos Limpias, Miguel Bernad, y a otros ocho acusados, por los que los dos primeros se enfrentan a peticiones del fiscal de 118 años y cinco meses y casi 25 años de prisión, respectivamente, por integrar una supuesta trama de extorsión.

Están acusados de extorsionar a bancos, cajas de ahorros y empresas para no publicar informaciones desfavorables y para retirar acusaciones en causas judiciales, como la seguida contra la infanta Cristina en el caso Nóos, a cambio de importantes cantidades de dinero camufladas con convenios de publicidad en publicaciones de la asociación o en la compra de sus informes trimestrales.

Carlos R.V. ha explicado que Liberbank acordó en 2013 el pago de más de un millón de euros a Ausbanc en ejecución de un convenio extrajudicial con clientes que demandaron o iban a demandar a la entidad bancaria por la inclusión en sus hipotecas de la cláusula suelo, que había sido declarada abusiva por los tribunales.

Ha aclarado que Liberbank entregaba el dinero a Ausbanc pero no entraba en la forma en la que la asociación negociaba con los usuarios a los que representaba y ha recordado que algunos clientes terminaron demandando a la entidad bancaria porque consideraban insuficiente el dinero que habían recibido tras dicho pacto.

El testigo ha añadido que además firmaron otros acuerdos para que la entidad se anunciara en publicaciones de Ausbanc por 125.000 euros y para adquirir informes trimestrales de la asociación por algo más de 180.000.

El fiscal mantiene que "estos acuerdos se hacían con la única intención por parte de los representantes de Ausbanc de enriquecerse pues la referencia al pago de 7.000 euros por expediente de asociado solo se utilizaba para negociar con Liberbank sin haber intención real de abonar dicha cantidad" a los clientes afectados.

"Ausbanc tenía mucho peso mediático, salía en muchos sitios y era una entidad que nos hacía daño por su política de captación de clientes y por su ánimo antibancario, pues buscaban reclamaciones contra entidades financieras", ha comentado Carlos R.V..

Pero ha aclarado: "Fuimos nosotros quienes nos dirigimos a Ausbanc porque teníamos un problema -en referencia a las reclamaciones judiciales por las cláusulas suelo- y aunque hubo momentos tensos y duros en las negociaciones no me sentí violentado. Si hubiera sido así me habría levantado y me habría ido".

También ha testificado el exdirector de Comunicación de Cajasur Jacinto M.R., que ha coincidido en que no se sintió presionado ni intimidado cuando acordó con Pineda contratos publicitarios para que la entidad se anunciase en publicaciones de Ausbanc, y sobre todo para los de patrocinio de unas jornadas de aceite de oliva, y ha negado que negociara con él sobre demandas de cláusulas suelo.