La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, ha reconocido este martes que España y Reino Unido tienen "pretensiones irrenunciables" sobre la soberanía de Gibraltar pero ha pedido dejar de lado las "excusas" y "resolver las cuestiones prácticas" de los ciudadanos.

"Así llevamos 300 años", ha continuado la ministra en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, en la que ha recordado que la soberanía, "en el siglo XXI", tiene mucho que ver con "la fiscalidad y la capacidad de cooperar a nivel policial y aduanero". "Es una cuestión más compleja, más amplia y funcional", ha añadido.

La titular de Exteriores ha asegurado que el principal "escollo es buscar el encaje de la fluidez en la frontera", aunque no ha querido "entrar en detalles" por respeto a la negociación. "Cuando uno sale a contarlo a la plaza pública, significa que abandona la negociación", ha apuntado.

Con todo, González Laya ha explicado que existen una "serie de respuestas técnicas para arbitrar la movilidad que se han explorado y se han puesto sobre la mesa", pero que se encuentran a la espera de que haya una "decisión política".

España y Reino Unido deben lograr un acuerdo sobre Gibraltar antes del 31 de diciembre para evitar un "brexit duro" en la Verja que obligaría a establecer el control de mercancías y personas, salvo por los trabajadores transfronterizos que se hayan registrado como tales y que contarán con un documento específico que les permitirá moverse con libertad.

Todos los demás, deberán cumplir con los requisitos de cualquier frontera exterior de la UE, según explicó este lunes en rueda de prensa la ministra de Exteriores, Arancha González Laya.

En la sede del Ministerio, la titular de Exteriores subrayó este lunes que el acuerdo alcanzado el pasado 24 de diciembre entre el Reino Unido y la UE "no se aplica a Gibraltar" por lo que es necesario alcanzar un "acuerdo separado que está negociando España con Reino Unido y que no está concluido".

"Si hay un principio de acuerdo, podríamos modular la movilidad en la frontera con Gibraltar, y si no hay principio de acuerdo es frontera exterior de la UE con un país tercero y la modulación es imposible", subrayó la ministra tras añadir que "no hay plan B, no puede haber plan B".

Si no hubiera acuerdo antes del 31 de diciembre, España deberá controlar la frontera con Gibraltar con "observancia escrupulosa" de todas las normas de la UE sobre fronteras exteriores, por lo que todos los ciudadanos que quieran atravesar la Verja necesitarán un visado de pasaportes "como ocurre con cualquier país tercero".

Ser "país tercero" significa que los ciudadanos de Gibraltar dejarían de tener acceso a la Seguridad Social española, quedarían fuera del espacio aéreo europeo, necesitarían un reconocimiento específico del carnet de conducir y del seguro de sus vehículos, etcétera, detalló la ministra, quien ha apuntado que "no estamos inventando nada nuevo, es lo que ocurre con un país tercero".

Además, será preciso establecer controles policiales, fitosanitarios y de seguridad en las mercancías de los más de 200 camiones que cada día cruzan entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar, que suponen "más controles, tiempos de espera, colas y costes".

Por contra, España busca un acuerdo que permita "simplificar al máximo los procedimientos de movilidad, con la posibilidad incluso de levantar la Verja".

Para lograrlo, España "seguirá negociando hasta el último minuto del 2020. Por España no va a ser", dijo González Laya, para quien "no basta con que España quiera, el Reino Unido debe desearlo en los términos pactados".

González Laya: "Sería una lástima que Gibraltar fuera el único lugar de la Unión Europea donde se dé un Brexit duro"

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Soberanía de Gibraltar

Según la ministra, todas las medidas técnicas ya han sido detalladas, "ahora falta la voluntad política".

Preguntada por si el plazo de negociación podría ampliarse, la ministra señaló que "unos días más no serían un problema para España", pero que fue el Reino Unido quien marcó el 31 de diciembre como plazo final de su proceso de salida de la UE.

Estas negociaciones están presididas por la existencia de "un gran desacuerdo" entre España y el Reino Unido sobre la soberanía de Gibraltar, una "pretensión irrenunciable de España" que no obstante considera que las negociaciones pueden resolverse favorablemente "sin renunciar a nuestra pretensiones relativas a la soberanía: podemos acordar estar en desacuerdo sobre soberanía, sin que sea un obstáculo para facilitar la movilidad en la zona".

Además, González Laya detalló que, en previsión de la aplicación del acuerdo global, el Gobierno tiene previsto aprobar en el Consejo de Ministros de este martes un paquete de "medidas de adaptación" específicas para los distintos sectores afectados por la salida del Reino Unido de la UE, especialmente los sectores pesquero, de automoción, transportes y seguridad, entre otros.

Por la Verja cruzan diariamente unos 15.000 trabajadores y 200 camiones, y para la comarca de El Campo de Gibraltar, la relación con la colonia supone la cuarta parte de su producto interior bruto y aporta unos 120 millones de euros al año.