Junto a la erradicación del virus, la lucha contra una crisis económica sin precedentes condiciona la agenda del Gobierno de Pedro Sánchez. Las ayudas a las empresas en vías de desaparición, los fondos europeos de recuperación y las reformas estructurales son claves para recuperar el crecimiento y el empleo. La cuestión es cómo hacerlo para que llegue a las pymes y al conjunto de las comunidades autónomas.

Esta semana, el Banco de España decía que el 10% de las empresas están en peligro. Hay un clamor de las organizaciones empresariales pidiendo al Gobierno que haga transferencias de capital y no solo garantice crédito. ¿Cuándo van a tener las empresas inyección directa de capital por parte del Estado?

Ahora mismo, como usted bien indica, lo que estamos es en garantizar la solvencia de las empresas. Es lo que estamos haciendo con las nuevas líneas ICO. Y a lo que usted se está refiriendo es al plan HORECA (hoteles, restauración y cafeterías), un plan específico para un sector que es competitivo, que está muy presente en nuestros barrios y que necesita apoyo. El Gobierno de España lo que va a hacer es complementar todas las acciones que están haciendo tanto los ayuntamientos como las comunidades autónomas en defensa de estos sectores. Y lo vamos a hacer como lo hemos hecho con el sector turístico, y como lo hemos hecho con otros tantos sectores. Pero, en términos generales, hay que decir una cosa: esta pandemia ha anticipado el futuro, ha acelerado muchos cambios que es clave que seamos capaces de afrontarlos con total garantía y con los recursos necesarios. Por eso es tan importante lo que ocurrió el pasado mes de julio en Bruselas. Hemos permitido, endeudándonos todos los países, plantear un programa de reconversión de la economía europea, y por tanto española, sin precedentes en los últimos 40 años. En transición ecológica y en uso de energías renovables, y las consecuencias que va a tener en la creación de empleo y la cohesión territorial. En digitalización, que no es solamente conectar tu ordenador a internet, sino también incorporar los procesos de decisión de las empresas en la digitalización. España está preparada para ello. Tenemos una extensión de fibra óptica que es el sumatorio de Italia, Alemania y el Reino Unido. Estamos preparados porque el 19% de nuestro PIB ya está vinculado con la economía digital. La media europea está por debajo, e incluso China y EEUU tienen una economía digital que representa el 22 y 23% de su PIB. Es decir, estamos en condiciones también de liderar esa transición digital.

¿Tenemos todo lo que necesitamos?

Lo que necesitamos es estabilidad política. Necesitamos un horizonte de cuatro años de legislatura. Necesitamos unos nuevos Presupuestos. Necesitamos unos Presupuestos del año 2020, no los del año 2018. Hemos tenido que trabajar durante esta pandemia con unos Presupuestos prorrogados del año 2018. Lo llamativo no es que haya habido diez grupos parlamentarios que hayan aprobado unos nuevos Presupuestos para el año 2021. Lo llamativo es que partidos políticos, supuestamente de gobierno, como los de la derecha, se hayan desentendido del devenir y del provenir de su país y se hayan unido a la ultraderecha en el boicot a estos Presupuestos. Unos Presupuestos que tienen tres patas que a mí me parecen muy importante reivindicar. Primero, el escudo social, el ingreso mínimo vital, los ertes, por citar dos elementos fundamentales del escudo social. En segundo lugar, vehicular los primeros 27.000 millones de euros de ese fondo de recuperación. En tercer lugar, las transiciones ecológica y digital. Necesitamos estabilidad política, necesitamos unos nuevos Presupuestos y esa es la tarea del Gobierno de España.

En Valencia, en Asturias, en Galicia, en Baleares, en Canarias, también en Catalunya, hay el temor de que el maná de los fondos europeos se quede en las grandes empresas con sede en Madrid y no lleguen ni a las pymes ni a los territorios... ¿Cómo va a garantizar el Gobierno que eso no ocurra?

El desafío es el de articular proyectos que vertebren el país. Por ejemplo, el sector del automóvil, más allá de la compañía X o Y, genera proyectos que vertebran al país. Porque el sector de la automoción está presente en buena parte de las comunidades autónomas en nuestro país. Por tanto, el riesgo que ha detectado el Gobierno y que ha dicho a las comunidades autónomas es que los proyectos que se tienen que sacar adelante vinculados con esas transiciones a las cuales antes hacía referencia no pueden ser localistas. Tienen que ser de vertebración territorial del conjunto del país, habrá también proyectos transfronterizos. Por ejemplo, cuando hablamos del hidrógeno verde o el litio y, por tanto, de las baterías, otra vez vinculamos las energías limpias con el sector de la automoción, y vamos a tener que hacerlo con otros países. Desde el punto de vista del Gobierno, claramente, los proyectos que hay que poner en marcha no solo van a ser transformadores, sino vertebradores del país. Habrá convenios marco que firmaremos con las comunidades autónomas para hacer frente, por ejemplo, a parte de la renovación urbana de determinas ciudades, pero también habrá otros instrumentos, a través de fondos, de mecanismos de colaboración público-privada.

¿Cómo lo van a concretar?

El real decreto que estamos haciendo va a representar una auténtica revolución administrativa para poder absorber de manera eficaz todos estos recursos. Vamos a utilizar instrumentos clásicos de colaboración público-privada y de cooperación entre el Estado y las comunidades autónomas, pero también algunos nuevos, porque el reto que tenemos por delante es, en seis años, vehicular de manera eficaz, para dar ese salto de competitividad, 140.000 millones de euros. Tenemos una gran oportunidad, la mayor para reconvertir la economía de nuestro país. Son 140.000 millones de euros en 6 años, cuando los fondos estructurales en los años 90 del siglo pasado representaron 8.000 millones de euros. Y dimos un salto de modernidad. Por lo tanto, tenemos una gran responsabilidad con todas las grandes administraciones, también con las empresas y, desde luego, nosotros lo que queremos en convocar a todo el tejido empresarial. No solamente a los actores más clásicos, que también son muy importantes en nuestro tejido productivo, sino también a toda esa nueva clase empresarial que está surgiendo en los nuevos sectores.

¿Habrá planes específicos para las zonas turísticas? Pienso en Canarias o Baleares, en la propia Barcelona o en una parte de la Comunidad Valenciana.

¿Va a haber planes específicos para el turismo? Sin duda alguna. ¿Va a haber planes específicos para determinados territorios donde el sector del turismo es claramente el motor de la economía? Pues sí. El Gobierno de Baleares o el Gobierno de Canarias tienen planes que, antes de la pandemia y antes de esta crisis, ya estaban diseñando en el sector turístico políticas vinculadas con la transición ecológica. Si usted se va por ejemplo a las islas Baleares, hace ya años se hablaba de la necesidad de la transición energética. Se hablaba ya de la necesidad de reforzar el cableado entre la península y las islas Baleares para garantizar la seguridad energética. Se hablaba de la utilización de vehículos eléctricos en las islas Baleares. Se hablaba también en Canarias de utilizar energías renovables vinculadas, en este caso, al océano, que ya se están diseñando y que se van a poner en marcha durante los próximos años. Todos estos cambios, estas transiciones, se han anticipado como consecuencia de la pandemia, pero nos pillan preparados.

¿De qué manera lo van a concretar?

El Gobierno de España aprobó un plan nacional integrado de energía y clima que fue premiado y reconocido por la Comisión Europea como el más sólido y más solvente de todos los estados miembros. Hemos planteado un marco que garantiza una seguridad jurídica para las empresas y los inversores, a la hora de desarrollar las energías limpias en nuestro país. Vamos a aprobar una nueva ley de Formación Profesional. En digitalización, como le he dicho antes, tenemos una extensión de fibra óptica que nos permite abordar todos estos desafíos de la digitalización con unas ciertas garantías, no solamente de competitividad, sino también de cohesión y de inclusividad. Quiero decirle con esto que España está preparada para abordar con grandes garantías esta reconversión económica.

La UE condiciona los fondos a algunas reformas estructurales, ¿Habrá reforma laboral?

En el marco de relaciones laborales, creo que es muy importante el ejercicio que se está haciendo de diálogo social y de paz social. Siempre y cuando los actores sociales quieran esa reforma laboral, el Gobierno está dispuesto a acompañarla. La economía española durante el año 2020 va a caer en dos dígitos, es decir, vamos a tener una caída brusca de la actividad económica que se va a recuperar en los próximos años. En este contexto, lo que es importante es garantizar la paz social y, por lo tanto, vamos a apostar decidida y rotundamente por el diálogo y el acuerdo social, porque creo que es lo que quieren los actores sociales.

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