El campamento provisional de Barranco Seco amplía la estancia de los migrantes a más de 72 horas a la espera de que se acondicionen otros espacios, como el antiguo colegio León, en El Lasso, en Las Palmas de Gran Canaria, o los cuarteles de Las Raíces y Las Canteras, en Tenerife. El acuartelamiento Canarias 50, en La Isleta, aún no está instalando las carpas, al igual que la nave cedida por Bankia en el polígono industrial de El Sebadal. Las obras en el antiguo CIE de El Matorral, en Fuerteventura, van a marchas forzadas.

Por tanto, a la espera de que todos estos recursos se vayan acondicionando, la Delegación de Gobierno optó el martes por ampliar la estancia en el campamento de Barranco Seco, una vez cerrado el muelle de la vergüenza en Arguineguín.

Este espacio en el polvorín de Barranco Seco se gestó como un Centro de Atención Temporal de Emigrantes (CATE) para atender a las personas llegadas por vía marítima en las primeras 72 horas, el tiempo necesario para identificarlos, comunicarles la expulsión y hacerles la prueba diagnóstica del Covid, pero ante la llegada masiva de migrantes en estos meses, nada menos que 13.475 personas en octubre y noviembre, se ha decidido que sea mixto y no solo acoja a los migrantes en esos tres primeros días sino que se amplíe la duración de su estancia, a la espera de las restantes infraestructuras.

Eso sí, cuando ya empiecen a estar listos los recursos que van a ser de acogida para más largo espacio de tiempo, el campamento militar de Barranco Seco volverá a esa concepción inicial como un centro de atención para las primeras 72 horas.

Derivaciones y repatriaciones

En cualquier caso, Anselmo Pestana, delegado del Gobierno en las Islas, explicó que Barranco Seco va a tener "cada vez más capacidad", por lo que espera que en el futuro haya "una instalación no de carpas, sino más estable de prefabricados que mejore la atención en ese centro" e insiste en que a partir de las 72 horas los migrantes son libres y quien quiera irse puede hacerlo, y, es más, si tiene pasaporte puede viajar. El problema radica en que esas personas no tienen recursos para hospedarse en otros sitios o papeles para seguir su tránsito hacia el continente, como ocurre con los casi 6.000 migrantes albergados en los hoteles.

No obstante, Pestana confía en que se reactiven con prontitud las repatriaciones a los países de origen y confirma que se están produciendo derivaciones de personas a la Península que tienen la documentación en orden. De los casi 20.000 migrantes que han llegado a las Islas, quedan unos 10.000, contando los 2.200 menores. En el campamento de Barranco Seco hay una treintena de carpas militares y tienen capacidad para unas 600 personas, si bien se puede ampliar hasta 1.000. Ayer había 307 migrantes en este campamento, y se esperaba que llegaran 110 personas de dos pateras. Tras practicárseles las pruebas Covid a los que estaban albergados en Barranco Seco se trasladaron a 55 migrantes que dieron positivo a otros recursos para que cumplan la cuarentena. Hoy se prevé derivar a unas 160 personas a otras instalaciones de ONG, con las pruebas negativas.

Pero al final, al ampliarse la estancia en este campamento continuarán en torno a dos centenares de migrantes en este espacio más los que vayan llegando hasta que sean trasladados a las infraestructucturas de acogida que están acondicionando Migraciones y Defensa. El campamento de Barranco Seco está, lógicamente, en mejores condiciones que el muelle de Arguineguín. Ya no comen tres bocadillos al día o duermen en mantas en el suelo. En Barranco Seco tienen un servicio de catering con tres comidas diarias literas y hamacas con colchones, baños químicos, limpieza de los recintos una vez al día, y asistencia sanitaria y letrada.

Todo es provisional, indican desde la Delegación del Gobierno, que espera no solo que se deriven a otros recursos a estas personas sino a los migrantes hospedados en hoteles cuanto antes, como anunció el ministro José Luis Escrivá, que puso como fecha a finales de año. En el colegio León, en El Lasso, en la docena de carpas instaladas caben 300 personas. El Canarias 50, en la Isleta, puede albergar a 650 migrantes aunque todavía no hay movimientos para el montaje de carpas, si bien se está limpiando la zona que estaba en desuso. En la nave de El Sebadal cedida por Bankia caben 500 personas.

Las obras de rehabilitación en los cuarteles de Las Raíces y Las Canteras, ambos en La Laguna, avanzan a buen ritmo. En Las Raíces, por encima de la base de Los Rodeos, las empresas contratadas están acondicionando los patios para poder levantar las carpas de acogimiento en unos días. En el patio de las antiguas canchas deportivas, un camión de asfalto y una apisonadora se coordinaban ayer para dejar el espacio completamente diáfano. Allí instalarán carpas para albergar a 1.500 personas y es muy probable que se trasladen a migrantes de Gran Canaria que ahora están en hoteles. En el cuartel de Las Canteras, en La Laguna, otros trabajadores desbrozaban todo el interior, en unas instalaciones que estaban desde hace años sin uso. Albergará a unos 1.800 migrantes. En cuanto al acuartelamiento de El Matorral, en Fuerteventura, desde hace dos semanas la empresa Tragsa realiza trabajos de rehabilitación. Se espera que en unos 20 días puedan terminar las obras para acoger a 700 migrantes.