La Comisión de Venecia, un órgano del Consejo de Europa encargado del estudio de cuestiones constitucionales, publicó el 8 de octubre una guía actualizada para la celebración de referéndums.

El documento, una nueva versión del código de buenas prácticas que se aprobó en 2007, mantiene el espíritu de aquel texto, pero incluye algunas precisiones que hacen prácticamente imposible que el resultado de un referéndum unilateral sea aceptado algún día por las autoridades europeas.

La alusión a la secesión es la gran novedad de un texto que reproduce otras claras apelaciones a la primacía constitucional que recogían pautas anteriores. Por ejemplo, con este párrafo: "El recurso al referéndum debe respetar el conjunto del ordenamiento jurídico. En particular, el referéndum no puede ser organizado si la Constitución o una ley conforme a ella no lo prevén, por ejemplo, si el texto sometido a votación es competencia exclusiva del Parlamento".

La nueva guía también advierte de que las reglas de un referéndum "no deben ser adoptadas puntualmente" para una votación "particular". Es decir, se posiciona contra las leyes 'ad hoc' como la que el independentismo aprobó en el Parlament el 6 y 7 de septiembre del 2017, posteriormente suspendida por el Tribunal Constitucional.

En otro apartado insiste: "Los textos sometidos a referéndum deben cumplir todas las leyes superiores (principio de jerarquía de las normas). No deben ser contrarios al derecho internacional, a los principios estatutarios del Consejo de Europa o a las condiciones de pertenencia al Consejo de Europa".

Y agrega que las consultas que contradigan estos requisitos "no podrán ser sometidos al voto popular".

Satisfacción

En Exteriores acogieron con satisfacción la nueva guía. Fuentes del ministerio subrayan que el texto "establece claramente que no es posible, esto es, que no es legal, convocar referéndums en supuestos no permitidos por la Constitución del país de que se trate". Y añaden: "El texto del informe es absolutamente claro a este respecto".